De vivir en su auto a la NFL. Conoce la increíble historia de Stevie Tu'ikolovatu

Por Luis Urbano

Cuesta creer que un jugador importante en un equipo de fútbol americano universitario, a quien ofrecen estadía gratis, pudiera pasar de disfrutar de la buena vida a vivir en la calle utilizando su automóvil como hogar, pero esto fue exactamente lo que le sucedió a Stevie Tu’ikolovatu, actualmente pieza de los Tampa Bay Buccaneers en la NFL. Ahora, ¿cómo pasó todo esto?

Meses antes, el jugador de 25 años se encontraba sin una preocupación en la vida, desempeñándose de gran manera con el conjunto de fútbol americano de Utah. Vivía con su novia, sin gastos de renta, y era uno de los principales baluartes de la buena línea defensiva de su equipo, pero Tu’ikolavatu tenía planes más grandes.

El nacido en Salt Lake City quería conseguir más tiempo de juego para mostrarle su calidad al mundo y así dar un paso hacia adelante en búsqueda de conseguir su gran sueño de competir profesionalmente, por lo que eligió trasladarse a la USC (Universidad de California del Sur) decisión que, al principio, conllevaría a una situación un tanto ‘incómoda’.

Las reglas de la NCAA no permiten que un jugador reciba ningún tipo de beneficios (estadía, dinero) por parte de las universidades hasta que el mismo esté oficialmente inscrito, y aunque ya la transcripción de los documentos de un instituto a otro se había aprobado, el traslado tomaría mucho más tiempo de lo que Tu’ikolavatu tenía en mente.

”Se podría decir que fui prácticamente un homeless (vagabundo, sin hogar)” afirmó Tu’ikolovatu luego de tener que utilizar su Chevrolet del 2004 como hogar por dos meses junto a su novia en las calles de Malibu, California. Aunque más allá de lamentarse, el joven tackle defensivo recuerda todo esto como una bonita lección: ”Fueron probablemente los dos mejores meses que tuve en California” aseguró Tu’ikolovatu. ”Pudimos conocer bastante del sur de California y México. La experiencia nos sirvió para dar gracias por todo lo que tenemos y recordar que siempre hay personas en situaciones peores que la nuestra”.

La rutina de ambos durante esos días consistió en hacer ejercicios por las mañanas y luego buscar trabajos por la tarde. Tu’ikolovatu consiguió algo de dinero trabajando como jardinero para algunos amigos, aunque nunca accedió a dormir en sus casas, pues no quería molestar a nadie.

La historia, como muchas que involucran a gente que hace las cosas con fe y mente positiva, tuvo un final feliz, y es que luego de varias semanas de pasar trabajo, el Gerente General de los Tampa Bay Buccaneers supo de Tu’ikolovatu y de todo por lo que había pasado para jugar su deporte favorito. ”Es una de mis hitorias favoritas del draft. Definitivamente debe amar mucho este deporte para hacer lo que hizo” dijo Jason Licht.

Ahora Tu’ikolovatu, además de formar parte de un equipo y tener expectativas reales de convertirse en una de las piezas principales del conjunto, también tiene una linda historia para contarle a sus hijos y nietos en el futuro.

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