No va a clase porque se siente acosada y sus padres podrían ser multados por su absentismo

Una familia de Sanlúcar, en Cádiz, lleva desde el pasado mes de octubre viviendo un “calvario”, como ha contado al Diario de Cádiz. Fue entonces cuando tuvieron conocimiento del supuesto acoso escolar que estaba sufriendo su hija que, en vista del deterioro de salud provocado por la situación, dejó de ir a clase en enero. A los padres ya les han avisado que podrían ser multados por su absentismo.

La niña, de 12 años, ha tenido que ser atendida en varias ocasiones en el hospital por consecuencias derivadas de esta situación de acoso que denuncia su familia. (Foto: Getty Images)
La niña, de 12 años, ha tenido que ser atendida en varias ocasiones en el hospital por consecuencias derivadas de esta situación de acoso que denuncia su familia. (Foto: Getty Images)

Un día llegó a casa con una mano marcada en la cara por un bofetón y las consecuencias de un puñetazo en la espalda. Entonces, era octubre, confesó a sus padres la situación que estaba viviendo en el colegio Nuestra Señora de la Caridad de Sanlúcar. La niña, de 12 años, siguió yendo a clase después de aquello, pero, según cuenta la familia, “llegaba todos los días a casa llorando y contando que le estaban ocurriendo cosas muy gordas”.

La situación eran tan insostenible para la menor que “empezó a perder mucho peso, sufría caída abundante de cabello y tenía mucha tristeza”. Contaba a sus padres los episodios vividos y que tenía que comerse el desayuno del recreo en el baño para que no se lo tirasen. Dice su madre que ella misma ha sido testigo de ese acoso viendo los mensajes recibidos a través del grupo de Whatsapp que tiene la clase.

En enero la niña dejó de ir al colegio. No quiere “porque está viviendo un verdadero calvario, con visitas periódicas a médicos y psicólogos debido a que no cesa el acoso por parte de compañeros”. En dos meses solo fue unos días sueltos y acabó con un ataque de ansiedad. La familia se queja de que la situación es insostenible, los trámites son lentos y no han recibido todo el apoyo esperado.

En el colegio, como han confirmado al Diario de Cádiz, activaron el protocolo establecido para los casos de acosos escolar en cuanto se puso en su conocimiento que podría estar ocurriendo. Sin embargo, la investigación realizada concluyó que no había “evidencias” de que fuese un caso de acoso escolar. El protocolo no se ha cerrado porque está estipulado que se haga un seguimiento que, en este caso, no puede realizarse al no acudir a clase la niña.

Pero el colegio no ha sido la única puerta a la que ha llamado esta familia para encontrar una solución. También han recurrido a la Policía, al Ayuntamiento, a la Junta, al Defensor del Pueblo y a la Fiscalía.

La madre, que agradece el apoyo recibido por el alcalde, se queja de la respuesta recibida en el Consistorio por la “vía técnico-administrativa” ya que esta incluyó un aviso de que el absentismo escolar de su hija podría acarrearles una multa “de entre 3.000 y 6.000 euros”. De hecho, esta misma semana tuvieron que personarse en comisaría por este tema.

A la Junta le piden que “deje de hacer caso omiso” y que resuelvan su petición de cambio de centro para la niña, que fue uno de los primeros pasos que dieron para encontrar una salida que devuelva a su hija a clase y pueda recuperarse física y psicológicamente.