No todo está perdido: la generosidad popular sale en apoyo de los trabajadores sin paga en EEUU

El cierre parcial del gobierno federal de Estados Unidos, originado en el empecinamiento del presidente Donald Trump de que se aprueben 5,700 millones de dólares para su plan de muro fronterizo, esquema que el Congreso rechaza, lleva ya 25 días y durante ese tiempo cientos de miles de empleados gubernamentales se han quedado sin paga. Una cantidad importante de ellos ha tenido además que acudir el trabajo pese a no devengar salario y muchos miles más, trabajadores de contratistas del gobierno, simplemente se han quedado sin su fuente de empleo y sin los ingresos respectivos.

Dinero que para incontables familias es crucial, pues viven cheque a cheque, quincena a quincena, y enfrentan severos problemas para solventar sus necesidades básicas, con el añadido de que, hasta ahora, no se ve un final al actual diferendo entre Trump y la Cámara de Representantes.

Así, con el gobierno cerrado y sin vías para abrirlo, muchas personas afectadas han debido buscarse otras fuentes de empleo o realizar colectas y, en paralelo, diversas organizaciones han tendido una mano solidaria para paliar, en lo posible, sus tribulaciones.

Almuerzos y alimentos gratis

Por ejemplo, el chef Sean Gilliam, residente en Memphis, Tennessee, decidió ayudar a tanta gente como le fuera posible y para ello ha preparado comidas para empleados federales afectados por el cierre del gobierno. Como relata CNN, Gilliam creó un menú, compró los ingredientes necesarios y se ha dedicado a hacer paquetes de alimentos, cada uno suficiente para una familia de cuatro personas durante dos días.

“Esto es solo estadounidenses ayudando a estadounidenses”, contó el chef a CNN.

Para ampliar sus recursos, Gillum creó una página en GoFundMe donde ha recaudado fondos que le ayudan en su labor, que ha beneficiado ya a 53 familias.

También, el afamado chef José Andrés, quien realizó una extraordinaria misión de ayuda alimentaria en el Puerto Rico devastado por el huracán María, abrió un local en la calle Pennsylvania, donde se ubica la Casa Blanca, para repartir comidas gratuitas con su organización World Central Kitchen.

En el aeropuerto internacional de Miami, en donde el personal de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) trabaja sin paga, el chef Créole y su restaurante haitiano ofrecen comida gratis a esos empleados, e incluso han hecho entregas a aquellos que no pueden abandonar sus puestos pero necesitan un almuerzo sin costo. Unas 750 comidas fueron servidas allí solo el lunes pasado, según contó el periódico Miami Herald.

Algo similar ha sucedido en Chicago, donde Neil Byers, dueño del restaurante Horse Thief Hollow, decidió también ayudar a personas que se han quedado sin ingresos por el cierre del gobierno. “Yo simplemente pensé que podía ofrecerles almuerzos gratis”, contó Byers al periódico Chicago Tribune, y ofrece comida sin costo a empleados federales. Unas 20 personas se han beneficiado diariamente en lo que va de la semana.

En Houston, narra la televisora ABC/KTRK, Ronnie Killen ofrece comida gratis de su popular restaurante de BBQ a los empleados federales con un menú texano característico: brisket, salchichas, ensalada de papa y, también, con un toque mexicano en la forma de tacos.

Según el periódico Houston Chronicle, Killen ha comprado 1,500 libras de carne, y tiene ya 400 libras de salchichas, con lo que planea alimentar a entre 2,000 y 2500 personas.

Y los bancos de alimentos han redoblado su misión en días recientes. Por ejemplo, el Capital Area Food Bank, ubicado también en Washington DC, entregó alimentos a 2,200 trabajadores federales en un solo día, y realizará esa labor diariamente mientras dure el cierre del gobierno, de acuerdo a la televisora ABC.

Situaciones similares tienen lugar en bancos de comida de muchas otras ciudades del país en Florida, Illinois, Nueva York, Minnesota y Utah, indicó ABC, e iglesias y organizaciones sociales en multitud de ciudades han también emprendido labores de ayuda.

Servicios y otros apoyos

Además de alimentos, personas y organizaciones han ayudado generosamente a los trabajadores federales sin paga. Por ejemplo, indicó CNN, un contador en New Jersey, Mike Driscoll, se comprometió a realizar sin costo las declaraciones de impuestos a personas afectadas, para que puedan cumplir con ese trámite, cuyo plazo ya ha comenzado a correr. “Esperemos que más personas se sumen y ayuden cada uno a su manera… Nosotros somos todos humanos, somos todos estadounidenses”, contó Driscoll a esa televisora.

Jana McConnaughhay, residente en Tampa, Florida, decidió organizar a sus amigos en Facebook y pidió que le donaran tarjetas de regalo para hacerlas llegar al sindicato local de empleados federales. CNN reportó que ha recaudado ya más de 4,000 dólares en tarjetas útiles para compra de gasolina y alimentos.

Y algunos otros, comprendiendo que esos empleados federales necesitan trabajar, han optado por ofrecerles justo eso: un empleo temporal en tanto se resuelve el cierre del gobierno. Eso ha hecho la empresa de reclutamiento La Salle Network, en Chicago, que ofrece trabajos pagados a 15 dólares la hora a empleados federales para que realicen labores de oficina y mensajería, entre otras tareas, de acuerdo al Chicago Tribune.

“Si cada compañía hace lo mismo, nosotros solucionaremos el problema de algunas de esas personas que están pasando por un momento difícil actualmente”, contó a ese periódico Tom Gimbel, presidente de La Salle Network.

Y, ciertamente, la solidaridad es necesaria y bienvenida, e historias como las citadas, y muchas otras similares que se dan en todo Estados Unidos, son un ejemplo de entendimiento y armonía que debería ser escuchado en la Casa Blanca. Aunque allí, hasta ahora, todo haya topado con pared.

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