Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

No son los celos. Es que ellos son unos asesinos.

No. Lo siento, No son los celos.

Ellos son asesinos. De mujeres. Las asesinan porque no soportan que ellas quieran ser libres. Porque las consideran una propiedad, como el coche.

Y no, no podemos dar voz a los que dicen barbaridades como esta. Les pongo en antecedentes: el hombre, Roberto, ha matado a hachazos a su mujer, Juani. A hachazos. Mejor no imaginen.

1480180649_065635_1480237480_noticia_fotograma
1480180649_065635_1480237480_noticia_fotograma

Pero, claro, son los celos. Él es una buena persona. Pero pobrecito, está enfermo de celos. Y no ha podido evitar asesinar a su mujer. Pobrecito

loscelos
loscelos

Así ha contado el asesinato de Juani uno de los periódicos con más difusión en España. Dando voz a los que piensan que el asesino es un buen hombre, lo que le pasa es que está enfermo. De celos. Pobrecito. Como quien tiene un catarro mal curado y estornuda sin parar. Sólo que en este caso, pobrecito, lo que hace es dar hachazos hasta terminar con la vida de la que era su mujer.

Y por eso nos siguen asesinando. Decenas de mujeres en España son asesinadas cada año por hombres con los que compartían la vida. ¿Se imaginan algo así, al revés? ¿Imaginan que decenas de hombres fueran asesinados cada año por sus mujeres? A hachazos. Cosidos a puñaladas. Quemados vivos. Degollados. ¿Imaginan la dimensión social que alcanzaría el hecho de miles de hombres viviendo aterrorizados, huyendo, teniendo que esconderse de sus mujeres? Miles de hombres, decenas de miles, pensando que ese día puede ser el último en el que vivian. Que en la próxima esquina puede estar esperándoles ella para matarlos sin piedad. Sólo por que ellos quisieron salir con sus amigos, o ponerse un jersey que les gustaba, o cortarse el pelo.

Pero no. Claro. No hay revolución porque las víctimas son mujeres y porque en el fondo seguimos pensando que es una cuestión de celos.Y anida en el subconsciente de muchos la sensación de que esas mujeres se lo han buscado.

Se lo han buscado por cosas como estas. Escuchen -y horrorícense- con las palabras del alcalde de Alcorcón.

Y así, señor alcalde, se termina asesinando a las mujeres. Por pensar que ellas, por querer ser libres, son mujeres “frustradas, amargadas, rabiosas y fracasadas como personas”.

Con todo eso que somos las mujeres que no pretendemos nada más que las mismas oportunidades que los hombres -fíjese bien, señor alcalde, las mismas oportunidades, sólo eso-¿cómo no nos van a querer asesinar?