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Nicaragua sufre una alta mortandad de personas prominentes

Managua, 5 jun (EFE).- Más de veinte personas prominentes murieron en Nicaragua en menos de 100 días, desde marzo hasta primeros de junio, entre los que destacan políticos, artistas, académicos, médicos, entrenadores, y religiosos, sin que se haya explicado la causa de los fallecimientos en la mayoría de los casos.

El primero en fallecer fue el más celebre de todos, el sacerdote trapense y poeta multipremiado Ernesto Cardenal, quien murió el 1 de marzo pasado a los 95 años, por padecimientos relacionados con la edad. Un mes después, el país centroamericano multiplicó los decesos de personajes de la vida social y política nicaragüense.

El 2 de abril, dos semanas después de que el Gobierno de Nicaragua anunció el primer caso de COVID-19, murió el diputado del oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y encargado de relaciones internacionales del partido, Jacinto Suárez, quien sufría de una enfermedad complicada, según sus allegados.

Aunque oficialmente Suárez no murió por COVID-19, su cuerpo fue velado con medidas de distanciamiento social en un patio de la Asamblea Nacional, en un acto al que no asistió uno de sus amigos más cercanos, el presidente Daniel Ortega.

En las siguientes semanas fallecieron otros 21 personajes, 17 de ellos sandinistas o relacionados con el FSLN (Frente Sandinista de Liberación Nacional), partido que promueve las concentraciones humanas organizadas por el Gobierno cada semana, aunque no todos fueron atribuidos a la pandemia.

"MORTANDAD SIN PRECEDENTES"

“Es una mortandad sin precedentes en funcionarios públicos, el tema del COVID-19 es transversal a todo esto porque, o morís por COVID-19 o porque no puedes ser atendido por falta de espacio en los hospitales; es la pregunta que queda en el aire, cómo el Gobierno justifica esto, cuando decía que era un simple catarro y mandaba a su gente a aglomeraciones”, dijo a Efe el analista político Eliseo Núñez.

La ola de fallecimientos de personajes prominentes en Nicaragua incluye al estilista Ossiel Herrera, el popular exalcalde de Managua Dionisio Marenco, el artista de generaciones Otto de la Rocha, y el director por Nicaragua del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Armando Navarrete.

También se suman a la lista el presidente ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones, Orlando Castillo, quien tenía sanciones internacionales por violaciones a la libertad de prensa, y el alcalde de Masaya, Orlando Noguera, señalado de haber dirigido ataques armados contra disidentes que en 2018 declararon la ciudad como “territorio libre del dictador”, en referencia a Ortega.

Igualmente falleció el jefe de Seguridad Pública de la Policía Nacional, Olivio Hernández, a quien testigos atribuyeron una participación determinante en los ataques de Masaya, y tras lo cual fue ascendido al cargo que ocupaba al morir, a fines de mayo pasado, así como el veterano periodista Gustavo Bermúdez.

El cirujano y exdirector del estatal Hospital "Manolo Morales", el exdirector del Hospital Militar Membran Hernández, el entrenador de béisbol Carlos Aranda, el ambientalista Kamilo Lara, el rector de la Universidad Central de Nicaragua, Francisco López, y el sacerdote Bismark Acevedo, conocido por salvar la vida de decenas de opositores en los ataques del Gobierno en 2018, también fallecieron en el contexto de la pandemia.

CURVA ASCENDENTE

Otros personajes fallecidos fueron las diputadas sandinistas María Mercedes Sacasa de Prego, Antonia Vílchez y Rita Fletes Zamora, esta última suplente en los últimos años, así como el legislador del opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Carlos Girón.

Menos conocidos, aunque con cargos oficiales y prominentes dentro del FSLN, eran el diputado suplente del Parlamento Centroamericano, José Benito Bravo; el alcalde de El Coral, Fermín Cuadra, el exjefe de la Dirección de Auxilio Judicial de la ciudad de León Miguel Carmona, y el concejal sandinista de la misma ciudad Ramón Leal.

Datos del Gobierno de Nicaragua indican que un total de 46 personas han muerto como consecuencia de la pandemia. El independiente Observatorio Ciudadano COVID-19 reporta 980 muertes.

Núñez no descartó que más personajes prominentes de Nicaragua corran la misma suerte, dado que, según el gremio médico, la curva de contagios de COVID-19 en el país se encuentra en ascenso, y los hospitales están desbordados.

(c) Agencia EFE