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Niño de 9 años la víctima más joven de festival Astroworld

Un niño de Dallas de 9 años murió por las heridas sufridas durante una avalancha humana en el festival Astroworld, por lo que la cifra de víctimas mortales se elevó a 10.

Las muertes ocurridas durante la presentación de Travis Scott en el festival musical en Houston aumentaron el domingo. La más reciente víctima es también la más joven, Ezra Blount de 9 años, originario de Dallas, quien había estado en un coma inducido desde el 5 de noviembre.

Las edades de los fallecidos van de los 9 a los 27 años. Cientos de personas más resultaron heridas.

Las autoridades de la ciudad investigan lo que llevó al caos en el evento con entradas agotadas que congregó a unos 50.000 fans. Scott, un rapero conocido por sus conciertos energéticos, dijo que cubrirá los costos funerarios para las víctimas.

EL HIJO ADORADO

Ben Crump, un abogado que representa a la familia Blount, dijo en un comunicado de prensa el domingo por la noche que estaba “comprometido a buscar respuestas y justicia” a nombre de la familia.

“La familia Blount llora esta noche la incomprensible pérdida de su adorado hijo pequeño”, dijo Crump. “Esto no debió ocurrir por llevar a su hijo a un concierto, debió ser una celebración alegre. La muerte de Ezra es absolutamente devastadora”.

Treston Blount, el padre de Ezra, describió lo que pasó el 5 de noviembre en una publicación en la página GoFundMe que creó para cubrir los gastos médicos de Ezra. Dijo que Ezra estaba en sus hombros cuando la multitud los aplastó. El padre quedó inconsciente y cuando volvió en sí Ezra no estaba, dijo Blount. Comenzó una búsqueda frenética hasta que Ezra apareció eventualmente en el hospital gravemente herido.

El niño sufrió daños severos en su cerebro, riñones e hígado después de ser “pateado, pisoteado y casi aplastado hasta morir”, de acuerdo con una demanda presentada por su familia contra Scott y la organizadora del evento, Live Nation. La familia Blount pide al menos 1 millón de dólares en indemnización.

EL PEGAMENTO DE LA FAMILIA

Bharti Shahani, una estudiante con altas calificaciones en la Universidad Texas A&M, falleció el miércoles por la noche, informó el abogado James Lassiter en una conferencia de prensa con la familia.

Shahani había estado hospitalizada desde que fue gravemente herida en el concierto.

Los familiares de Bharti la describieron como diligente en sus estudios de ingeniería de sistemas electrónicos y alguien que siempre pensaba en los demás, incluyendo el hecho de que se había dado de alta como donadora de órganos.

Se suponía que Astroworld sería un raro escape para ella, dijo su hermana Namrata Shahani.

“Por primera vez en su vida simplemente quería divertirse, y eso se lo arrebataron”, dijo Namrata.

Namrata dijo que lo último que le dijo su hermana fue “¿Estás bien?”.

Su primo Mohit Bellani también asistió al concierto. Dijo que Shahani sufrió dos paros cardiacos de camino al hospital. “Bharti era el pegamento de la familia, era el súper pegamento de la familia”, dijo.

EL HIJO QUE AMABA A SU MADRE

Franco Patiño, de 21 años, trabajaba para conseguir un diploma de ingeniería en tecnología mecánica en la Universidad de Dayton con una especialidad en biomecánica de movimiento humano, dijo su padre Julio Patiño, a The Associated Press. Era miembro de la fraternidad con intereses hispanos Alpha Psi Lambda, y la Sociedad de Ingenieros Hispanos Profesionales y trabajaba en un programa de ingeniería cooperativa.

Patiño dijo que su hijo era carismático, un líder energético, activo en su comunidad y buscaba ayudar a personas con discapacidades. Su hijo trabajaba en un nuevo aparato médico y quería encontrar la forma de ayudar a su madre a caminar de nuevo después de sufrir un grave accidente automovilístico en México hace dos años, dijo Patiño.

Entre lágrimas Patiño describió cómo su hijo, que disfrutaba levantar pesas y jugar fútbol estadounidense y rugby, usó su fuerza para romper una puerta y liberar a su madre del auto en el accidente.

“Amaba a su mamá”, dijo Patiño. “Decía que todo lo que estaba haciendo era para tratar de ayudar a su mamá, era la meta entera”.

Julio Patiño, de Naperville, Illinois, estaba en un viaje de negocios en Londres cuando sonó el teléfono cerca de las 3 a.m. Respondió y escuchó a su esposa Teresita, llorando. Dijo que alguien había llamado desde un hospital para avisarles de Franco y que un médico le iba a llamar a ella pronto. Unos 30 minutos después le marcó con el doctor en la línea.

“El doctor nos dio la noticia de que nuestro hijo había fallecido”, dijo Patiño.

Patiño dijo que la última vez que habló con su hijo fue a las 2 p.m. del viernes cuando le aseguró que se encontraba bien.

“Sólo le dije ‘ten cuidado’”, dijo Patiño.

UN HUECO EN SUS VIDAS

Jacob “Jake” Jurinek, de 20 años, estudiaba en la Universidad Carbondale del Sur de Illinois, donde seguía “su pasión por el arte y los medios”, dijo su familia en un comunicado el domingo. Estaba a punto de cumplir 21 años.

Fue al concierto con Patiño, su amigo y ex compañero de equipo de fútbol estadounidense en la secundaria, de acuerdo con el padre de Patiño, Julio Patiño. Estaba profundamente comprometido con su familia y sus primos le decían “Big Jake”.

Le sobrevive su padre Ron Jurinek, con quien Jake se había vuelto especialmente unido después de la muerte de su madre en 2011.

“En la década que siguió Jake y Ron eran inseparables, iban a partidos de los White Sox y Blackhawks, compartían su amor por las luchas profesionales y pasaban los fines de semana con su familia y amigos en el lugar favorito de Jake, la casa de campo de la familia en el suroeste de Michigan”, señalaba un comunicado enviado por su familia.

“Todos estamos devastados y sólo nos queda un enorme hueco en nuestras vidas”, agregó su padre Ron Jurinek, en un comunicado enviado por email.

BUEN ESTUDIANTE Y ATLETA

Los dolientes comenzaron a atar moños verdes en los árboles de la Secundaria Memorial donde John Hilgert, de 14 años era estudiante de noveno grado.

Estaba en el concierto con su compañero de clase Robby Hendrix, cuya madre, Tracy Faulkner, habló con el diario Houston Chronicle. Los chicos esperaban tener un buen lugar para ver el concierto.

“Todo lo que pasó esa noche fue una tragedia”, dijo Faulkner al diario. “John era un buen estudiante, un atleta y era muy amable. Era el chico más dulce e inteligente”.

EL ALMA DE LA FIESTA

Madison Dubiski, de 23 años, vivía en Houston. Era porrista en la secundaria y miembro de un grupo de servicio comunitario llamado National Charity League, de acuerdo con un ex compañero de clase que habló con el diario Houston Chronicle.

“Ella era definitivamente el alma de la fiesta y era querida por tanta gente”, dijo Lauren Vogler al diario.

Era la mejor amiga de su mamá y amaba ver a su hermano jugar deportes, dijo la amiga de su familia Claudia Sierra.

HOMBRE TRABAJADOR

Mirza “Danish” Baig, quien se identificaba en Facebook como supervisor de distrito de AT&T, y parecía ser un fan devoto de los Cowboys de Dallas, estaba entre los fallecidos del concierto, dijo su hermano Basil Baig en Facebook.

“Era un alma inocente y joven que siempre ponía a los demás antes que él. Era un hombre trabajador que amaba a su familia y nos cuidaba. Estaba ahí en un abrir y cerrar de ojos para lo que se necesitara. Siempre tenía una solución para todo”, dijo Basil Baig a ABC News.

El funeral de Baig se realizó el domingo en Colleyville en la zona de Dallas-Forth Worth. Se enviaron mensajes a Basil Baig sin recibir respuesta.

Las autoridades del condado lo identificaron como Mirza Baig, pero su hermano dijo en Facebook que usaba el nombre Danish. Tenía 27 años.

LE ENCANTABA BAILAR

La familia de Brianna Rodriguez dijo a la revista People que era una de las víctimas mortales del concierto. Tenía 16 años y estudiaba en la Secundaria Heights y le encantaba bailar, de acuerdo con la familia según relató la revista. AP envió un mensaje a la familia sin recibir respuesta

Fuera de su escuela moños rosados y globos adornaban la cerca formando el nombre “Bri”.

“Brianna era alguien que se presentaba con la banda y alguien que siempre podía hacer sonreír a cualquiera”, tuiteó la banda escolar de Heights.

Su equipo de baile de secundaria la recordó en una publicación de Instagram. Diciendo que estuvo con el grupo por tres años y fue parte de sus organizadores “y nunca dejó de poner la sonrisa en el rostro de todos”.

“Era una amiga maravillosa, compañera de equipo, bailarina, hermana, hija y líder. La comunidad bulldog lamenta profundamente su pérdida y la honrará de todas las formas posibles. Te amamos Brianna”, dijo el equipo en la publicación.

ESTUDIANTE DE CIENCIAS DE LA COMPUTACIÓN

Axel Acosta Avila, de 21 años, estudiaba ciencias de la computación en la Universidad Western Washington. Su padre, Edgar Acosta, dijo a KOMO-TV que su hijo estaba entre las víctimas mortales del festival.

La escuela en Bellingham, Washington, emitió un comunicado el domingo: “Axel era un joven con un futuro brillante. Expresamos nuestras condolencias a su familia en este día tan triste”.

Acosta Avila fue inicialmente identificado por su familia por el apellido Acosta, pero su padre pidió después que su nombre completo fuera usado.

ASPIRANTE A AGENTE FRONTERIZO

Rodolfo “Rudy” Peña, de 23 años, de Laredo, Texas, era estudiante en Laredo College y quería ser agente de la Patrulla Fronteriza, dijo su amiga Stacey Sarmiento. Lo describió como una persona sociable. Las autoridades lo identificaron como Rodolfo Peña, pero sus amigos le decían Rudy.

“Rudy era mi amigo cercano”, dijo Sarmiento. “Nos conocimos en la secundaria, era un atleta... Llevaba la felicidad a donde fuera. Era fácil llevarse con él. Con él siempre había vibras positivas”.

“Todos fuimos para divertirnos... y fue horrible ahí dentro”, agregó.

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Los periodistas de The Associated Press Jamie Stengle y Juan Lozano en Houston contribuyeron a este despacho. Chase reportó desde Dover, Delaware, y Catalini desde Trenton, Nueva Jersey.