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Netanyahu, en la cuerda floja tras confirmarse los resultados

TEL AVIV.- Tras convertirse en el premier más longevo en la historia de Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu pareció quedar en la cuerda floja luego de las elecciones legislativas de anteayer, que lo obligaron a cancelar compromisos internacionales claves y centrarse en cambio en la inmediatez de salir a flote políticamente.

Los resultados oficiales confirmaron los datos de boca de urna y mostraron, tras computarse casi la totalidad de los votos, al premier de derecha en paridad con su gran rival centrista, el general Benny Gantz, y abrió una etapa de transición incierta para la formación de gobierno que podría incluso llevar a otra convocatoria a elecciones.

Netanyahu canceló su viaje a la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, donde planeaba también reunirse con su aliado, el presidente estadounidense Donald Trump, para discutir un posible tratado de defensa común.

Con más del 92% de los votos escrutados, la formación de centroderecha Azul-Blanco, de Gantz, habría obtenido 32 escaños, contra 31 del partido Likud (derecha) de Netanyahu, sobre un total de 120 del Parlamento. Ninguna de las dos formaciones, ni siquiera con sus aliados ideológicos, logrará llegar al mínimo de 61 escaños, la mayoría necesaria para gobernar.

Todo indica que el Likud y Azul-Blanco deben negociar entre ellos y con otras formaciones cercanas para formar un nuevo gobierno y evitar que se repita lo ocurrido en abril pasado, cuando Netanyahu, encargado por el presidente israelí de construir una coalición, no logró los apoyos necesarios y obligó a esta nueva contienda, sin mayores cambios en la orientación electoral de los votantes israelíes.

"Vamos a esperar los resultados finales (...), vamos a esperar un día o dos y manifestar nuestro deseo de un gobierno de unión en Israel", dijo Gantz. Horas antes, este general y exjefe de Estado Mayor, pidió "un gobierno de unidad que refleje la voluntad del pueblo". "Hemos iniciado las negociaciones y hablaré con todo el mundo", afirmó.

Menos conciliador, Netanyahu pidió la formación de una "gobierno sionista fuerte" sin la participación de los "partidos árabes antisionistas". La advertencia aludía a la buena performance electoral de esos partidos, que los dejó en buena posición para negociar alianzas.

La Lista Unida de partidos árabes sería la tercera fuerza con 12 escaños. Sus líderes advirtieron que se opondrían a Netanyahu como jefe de gobierno -en un rechazo en espejo del desdén del premier hacia ellos-, aunque no dejaron claro si apoyarán claramente a Gantz.

Quien aparece como probable llave para destrabar la situación es el exministro de Defensa el ultraderechista Avigdor Lieberman, cuyo partido nacionalista Nuestra Casa es Israel obtendría nueve escaños.

Lieberman ha presionado por un gobierno de unidad con los partidos más grandes, y se negó a respaldar el intento de Netanyahu de formar una coalición derechista y religiosa después de las elecciones de abril, lo que provocó los nuevos comicios.

Las campañas de Netanyahu y Gantz mostraron pocas diferencias en temas importantes, y es poco probable que el final de la era de Netanyahu produzca cambios significativos en temas como los lazos con Estados Unidos, la lucha contra Irán o el conflicto palestino.

Vista la situación, Netanyahu podría forzar elecciones otra vez, las terceras consecutivas, en un intento de lograr otros resultados más favorables que le permitan mantenerse en el poder y extender su período de gobierno, que ya es un récord en la historia del país.

Pero el presidente de Israel, Reuven Rivlin, dejó claro que se debe formar un gobierno "lo antes posible" y evitar nuevos comicios. Con esa intención en vista, ahora el mandatario deberá elegir a uno de los candidatos más votados para que busque formar gobierno en un plazo de 28 días.

Agencias AFP, AP y Reuters