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Los neoyorquinos vuelven a retar el toque de queda pero sin apenas disturbios

Nueva York, 2 may (EFE).- Varios miles de neoyorquinos volvieron a ignorar el toque de queda decretado por el alcalde de la ciudad pues se manifestaron hasta bien entrada la noche del martes, pero esta vez de forma pacífica, sin disturbios, más allá de algunos robos e incidentes puntuales y una acción policial más efectiva que practicó numerosas detenciones, así como gracias a la colaboración de muchos manifestantes que frenaron a los alborotadores.

Los manifestantes recorrieron las calles de Manhattan para mostrar una vez más y por quinto día consecutivo su indignación por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco el pasado 25 de mayo en Mineápolis.

En el segundo día del histórico toque de queda, que hoy arrancó tres horas antes que ayer, la protesta nocturna fue sobre todo pacífica, más allá de algún escaparate roto, robos en algunas tiendas y destrozos en alguna parada de bicicletas, así como algún rifirrafe entre los propios manifestantes.

Y es que algunos intentos de los alborotadores de ir a más fueron rápidamente atajados por los propios manifestantes, como en la parte baja de Broadway, al tiempo que se pudo ver un goteo permanente de detenciones por parte de la policía ante cualquier atisbo de violencia, y sin sacar a la Guardia Nacional. Fue una noche de calma tensa.

Incluso antes del toque de queda de las 8, la policía persiguió a numerosos sospechosos y recuperó herramientas sospechosas de poder ser utilizadas para saqueos, como martillos, llaves inglesas y palancas. La policía blindó zonas como el Soho o Times Square para evitar que fuesen de nuevo escena de disturbios. Allí muchas personas corrieron al ver a la policía, que hizo arrestos a sospechosos. "Arriba las manos, no disparen", gritaban los jóvenes.

Además, un numeroso grupo de manifestantes que marchaba hacia el puente de Manhattan desde Brooklyn fue frenado por la policía, que les impidió el paso a Manhattan. El grupo había celebrado una nueva protesta ante el Barclays Center.

Los peores momentos se manifestaron en algunas cargas policiales en El Bronx y en Manhattan. Hubo robos dispersos. El escaparate de una tienda GAP en Greenwich Village estaba roto y los maniquíes esparcidos por la calle. La policía llegó a la escena en unos minutos. Los saqueadores también llegaron a las tiendas de Zara y Verizon en el Bajo Manhattan. Pero la cosa no fue a más.

ARRODILLADOS EN EL HOTEL TRUMP

A la misma hora que empezaba el toque de queda, miles de personas confluían frente al hotel Trump, cerca de Columbus Circle, en una concentración pacífica en el que los asistentes hincaron la rodilla a tierra en el gesto ya habitual de protesta contra el racismo.

Fue sólo una de las múltiples manifestaciones que se han visto en Nueva York a lo largo del día, la quinta jornada consecutiva de protestas en la metrópolis.

Después de dos noches en las que se han visto importantes destrozos, saqueos e incendios, los ciudadanos de Nueva York estaban visiblemente indignados con la actuación de De Blasio, a quien el gobernador del estado, Andrew Cuomo, criticó por no haber desplegado suficientes policías para impedir actos violentos.

De Blasio ha duplicado los efectivos policiales para el dispositivo de hoy, las medidas de seguridad de los establecimientos y la actitud de la mayoría de los manifestantes evitando saqueos ha hecho que la noche discurriese en calma tensa.

Junto con la de Columbus Circle, que comenzó a moverse minutos después de las 8 hacia la zona norte de Manhattan, miles de personas más se habían dirigido a la residencia oficial del alcalde, la mansión Gracie, para mostrar su enfado por los importantes saqueos.

Ahí, los ciudadanos permanecieron en absoluto silencio, sentados en el suelo y con el puño alzado, y manteniendo la distancia de seguridad para tratar de evitar la propagación del coronavirus.

LOS ORGANIZADORES PIDEN PAZ

En esta ocasión, los neoyorquinos se echaron a la calle desde el mediodía, antes de lo habitual, en respuesta al toque de queda impuesto por De Blasio, a partir de las 8 de la tarde, adelantado desde las 11:00 de la noche, hora local.

Miles más desfilaron pacíficamente en otras manifestaciones, como la de Bryant Park, en el centro de Manhattan, donde dos horas antes del comienzo del toque de queda, la plataforma "La vida de los negros importa" insistía en el carácter pacífico de las manifestaciones.

Una marea de camisetas negras en señal de protesta inundaba gran parte del parque entre carteles con los lemas que se han extendido a lo largo y ancho del país desde Minesota, donde estallaron las protestas tras la muerte de George Floyd.

Mensajes como "La vida de los negros importa" o "Que jodan a la policía" se mezclaban con otras reivindicaciones pidiendo la dimisión del alcalde de Nueva York y del gobernador Andrew Coumo, así como la del presidente Donald Trump y sus "leyes marciales racistas".

Desde Bryant Park, la protesta comenzó a recorrer la Sexta Avenida, una manifestación encabezada por un gran cartel que lanzaba la pregunta "¿Cuántas muertes no han sido filmadas?".

Jane, del barrio de Brooklyn, ha estado participando cinco días consecutivos en la protesta, y fue una de las mujeres que, ayudada con una cuerda, encabezaba la concentración.

"La gente negra en este país es tratada injustamente, no solo por la policía, sino también en el sistema educativo porque hay un racismo sistematizado", contó a Efe antes de insistir en que las protestas son pacíficas y que sólo se quiere centrar la atención en la violencia.

En el Upper East, barrio alto de Manhattan, Angie, una de las manifestantes decidió seguir hasta tarde la manifestación pese al toque de queda. "Hay gente que está muriendo y no hacen nada. Estoy cansada, cansada y cabreada", comentó a Efe esta joven que aclaro que, pese a todo, "voy a hacer las cosas de forma correcta".

Antes de volver a gritar las consignas, confiesa que tiene miedo pero que estar en las protestas es "la manera de hacer una declaración de principios, de paz".

LOS COMERCIOS SE BLINDAN

Acompañada por policías, la protesta recorrió también la Quinta Avenida, aunque en esta ocasión evitó acercarse a la Torre Trump, custodiada por varias decenas de agentes que cerraban el camino con vallas.

La principal avenida comercial de la ciudad reflejaba el miedo que los saqueos han despertado en muchos empresarios, con las puertas y escaparates de todas sus tiendas tapiados con tablones de madera.

Ante los almacenes de lujo Saks, personal de seguridad acompañados de perros que estaban desplegados para reforzar la seguridad levantaron el puño al paso de la protesta, mientras se preparaba para hacer frente a eventuales intentos de asaltar el establecimiento. Este establecimiento rodeó su tienda con púas de acero para reforzar la seguridad.

NUEVAS MEDIDAS DE SEGURIDAD

Las manifestaciones del martes tenían lugar tras las nuevas medidas anunciadas por las autoridades y fuerza del orden para tratar de impedir los intensos saqueos el domingo y el lunes, como el adelanto del toque de queda o el corte del tráfico por debajo de la calle 96 de Manhattan, donde se han producido la gran mayoría de las acciones violentas.

Las autoridades también han prohibido en los cinco distritos de Nueva York el uso de vehículos de alquiler con conductor, entre los que se encuentran los servicios de Uber y similares, desde las 8:00 de la tarde hasta las 12.30 de la noche, hora local.

Mientras, el supervisor de la Policía de Nueva York, Terence Monohan, dijo en declaraciones a medios locales estar "extremadamente indignado" por las críticas al cuerpo del gobernador del estado, Andrew Cuomo, que dijo que los saqueos sucedidos en la Gran Manzana en la noche del lunes son "inexcusables".

"Estoy viendo cómo mis hombres y mujeres están en la calle lidiando con cosas que ningún policía debería vivir, (como lanzamientos de) ladrillos, botellas y piedras", aseveró Monohan. "Están siendo golpeados en la cara con botellas y siguen avanzando para hacer un arresto", agregó.

(c) Agencia EFE