Naufragio de hace cien años liberado en lo alto de las cataratas del Niágara se acerca al borde

Ed Mazza

La gabarra de hierro estuvo cerca de la cima de la catarata Horseshoe Falls desde 1918.

Un barco naufragado que estuvo encallado durante un siglo cerca del borde de las cataratas del Niágara Falls quedó liberado la semana pasada y fue arrastrado hacia la catarata Horseshoe.

La Comisión de Parques del Niágara en Ontario, Canadá, dijo que la gabarra de hierro fue golpeada por las severas condiciones climáticas en Halloween y se movió unos 50 metros río abajo.

“La gabarra se desplazó”, dijo Jim Hill, director patrimonial de la organización, al tiempo que el barco volcó y giró a causa de la tormenta.

“Podrá estar encallado ahí durante días o durante años”, dijo en un video publicado en internet por la Comisión de Parques. “Es una incógnita”.

Las severas condiciones climáticas que tuvimos ayer hicieron que la gabarra de hierro, que había permanecido un siglo encallada en los virulentos rápidos que hay en la parte superior de las cataratas, se desplazara considerablemente respecto a su posición.

Historia del rescate de la gabarra de hierro:

La Comisión de Parques del Niágara dijo que la gabarra fue liberada de su remolcador el 6 de agosto de 1918 y comenzó a avanzar hacia las cataratas del Niágara. Los dos hombres a bordo abrieron las puertas de volcado y dejaron que los compartimentos se anegaran haciendo que el barco encallara en unos rápidos unos 500 metros más adelante. Ambos fueron salvados en un dramático rescate en el que se tuvo que lanzar un salvavidas desde una central eléctrica cercana.

La Comisión de Parques del Niágara dijo a la CBC que no parece haber riesgo de que la gabarra caiga.

Parece segura por ahora”, dijo al canal el director ejecutivo David Adames. “Sin embargo, si se presenta mal tiempo, puede desplazarlo un poco más”.

La Policía de Parques del Niágara advirtió a los turoperadores sobre el desplazamiento del barco.

No creemos que la gabarra flote”, dijo a Weather.com el jefe de policía Paul Forcier. “Pero informamos (a las otras agencias) para que lo sepan en caso de que algunas piezas puedan desprenderse de su posición original”.

Este artículo fue publicado originalmente en el HuffPost.