Más afroamericanos están recibiendo trasplantes renales

Por Kathryn Doyle (Reuters Health) - Un estudio revela que más pacientes de las minorías están recibiendo trasplantes renales desde el 2003, cuando se relajaron los criterios clínicos para asignar los órganos de donantes cadavéricos. Antes de que los médicos se dieran cuenta de que los criterios podían cambiar de manera segura, el donante y el receptor tenían que ser compatibles en un gen, HLA-B, que interviene en la producción de la proteína que necesita el sistema inmunológico. Como publican los autores en JAMA Internal Medicine, esos genes se agrupan por etnia, por lo que los donantes caucásicos son más seguros para los receptores caucásicos y los mismo se aplica para los donantes y los receptores negros, etcétera. Como la población caucásica es demográficamente mayoritaria en Estados Unidos, la mayoría de los donantes cadavéricos de riñón son blancos y sus órganos son más compatibles con los receptores blancos. Actualmente, el tejido donado aún debe ser compatible con el receptor con otros criterios, pero no con el gen HLA-B. "Antes, el acceso a un trasplante era un 33 por ciento más bajo en los pacientes negros que en los blancos", explicó Jesse Sammon, del Instituto de Urología Vattikuti, Sistema de Salud Henry Ford, Detroit. "Al eliminar el criterio de compatibilidad del HLA-B, el acceso mejoraría un 6 por ciento, pero al hacerlo, junto con la aplicación de otras políticas, aumentó la paridad étnica". Con la información del Sistema de Datos Renales de Estados Unidos, el equipo de Sammon calculó que casi un 14 por ciento del millón de adultos estadounidenses con insuficiencia renal avanzada entre 1998 y el 2011 recibió un trasplante. En los afroamericanos, los trasplantes crecieron de 93 por cada 1000 pacientes en 1998 a 128 en 2011, principalmente por el aumento de la disponibilidad de tejidos de donante cadavérico que antes se habría considerado inseguro para esos pacientes. En tanto, en los pacientes caucásicos disminuyeron los trasplantes de donante cadavérico de 158 a 125 por cada 1000 personas con insuficiencia renal avanzada. "Es una noticia realmente positiva", dijo Sammon. "Rara vez vemos un impacto tan directo del cambio de una política de salud". En ambos grupos se mantuvo estable la cantidad de riñones de donantes vivos (55/1000 pacientes blancos y casi 20/1000 pacientes afroamericanos). La compatibilidad de HLA-B mejora marginalmente la función del tejido trasplantado en el largo plazo, pero la eliminación del criterio provocó una reducción significativa de la disparidad étnica, según dijo Sammon. Pero los órganos de donantes vivos son más deseables que los órganos de donantes cadavéricos y, según señaló el autor, el acceso a riñones de donante vivo en las comunidades afroamericanas no aumentó. FUENTE: JAMA Internal Medicine, online 31 de agosto del 2015.