Murió el teniente general Roberto Bendini, el jefe del Ejército que bajó los cuadros de Videla y Bignone

El 24 de marzo de 2004 Néstor Kirchner le ordenó a Bendini que baje los cuadros de Videla y Bignone que estaban colcados en el Colegio Militar
El 24 de marzo de 2004 Néstor Kirchner le ordenó a Bendini que baje los cuadros de Videla y Bignone que estaban colcados en el Colegio Militar

El teniente general Roberto Bendini, exjefe del Ejército, murió hoy a los 76 años. Fue el militar que el 24 de marzo de 2004 bajó, por orden del entonces presidente Néstor Kirchner, los cuadros de los expresidentes de facto Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone que estaban colocados en la galería del Colegio Militar. La imagen del jefe del Ejército subido a una pequeña escalera para cumplir la orden presidencial se convirtió en icónica y desprestigió su imagen dentro de las Fuerzas Armadas. Muchos oficiales comenzaron a mirarlo con desconfianza.

Bendini condujo el Ejército entre mayo de 2003 y septiembre de 2008, período en el que el jefe de Gabinete era el actual presidente Alberto Fernández, quien estaba presente ese día en el Colegio Militar, junto al entonces ministro de Defensa, José Pampuro.

La vicepresidenta Cristina Kirchner lamentó hoy el fallecimiento del militar, que se desempeñó como jefe del Ejército durante el gobierno de Kirchner y en el primer año de la presidencia de la actual titular del Senado, y destacó su “enorme responsabilidad”.

“Lamento mucho el fallecimiento del general Roberto Bendini, un hombre que con enorme responsabilidad ejerció el cargo de Jefe del Estado Mayor General del Ejército durante el Gobierno de Néstor y el primer año de mi Presidencia. Mis condolencias para su familia y amigos”, escribió la vicepresidenta en su cuenta de Twitter.

También expresó sus condolencias el ministro de Defensa, Jorge Taiana, quien recordó su “compromiso con nuestras Fuerzas Armadas y nuestro pueblo”.

El episodio del “banquito”

Al designar a Bendini jefe del Ejército, el presidente Kirchner cambió todas las cúpulas de las Fuerzas Armadas. Eligió militares que conocía personalmente, por haber sido destinados al sur, como el almirante Jorge Godoy, que estaba en Ushuaia y pasó a ser jefe de la Armada. Pasaron a retiro varios generales, almirantes y brigadieres que tenían compañeros de promoción comprometidos por denuncias de delitos de lesa humanidad.

Ascendido a general en 2001, se desempeñaba como comandante de la XI Brigada Mecanizada de Río Gallegos. Unos años antes se había desempeñado como jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 11 de Puerto Santa Cruz, en momentos en que Kirchner era gobernador de la provincia. Allí conoció y trabó amistad con funcionarios provinciales que luego tuvieron proyección nacional.

El episodio del “banquito”, como se conoce en las fuerzas el episodio de los cuadros descolgados en el Colegio Militar, marcó para siempre la gestión de Bendini entre sus compañeros de armas.

Algunos reconocen, sin embargo, que asumió la responsabilidad de hacerlo, frente a la orden presidencial – “proceda”, le indicó Kirchner-, en lugar de delegar la tarea en un subordinado.

Sobrevoló siempre el rumor de que, al trascender en los días previos la decisión de Kirchner, los cuadros de Videla y Bignone habrían sido reemplazados por otras imágenes. Eso no le quita impacto al gesto político ordenado por el Presidente al jefe del Ejército.

La carrera de Bendini

Nacido en septiembre de 1945, Bendini egresó como subteniente del Colegio Militar en 1968. Se formó en el arma de Caballería y era reconocido por sus condiciones tácticas, aunque algunos le observaban puntos débiles en su visión estratégica respecto de las Fuerzas Armadas.

Tenía buena relación con el ministro Julio De Vido y con Guillermo Moreno. No mantenía, en cambio, buena sintonía con Nilda Garré, ministra de Defensa entre 2005 y 2010. En septiembre de 2008 fue desplazado por el avance de una causa judicial por peculado. La justicia federal de Comodoro Rivadavia lo procesó, sin prisión preventiva, por haber manejado por fuera de la contabilidad oficial fondos de la Brigada Mecanizada XI, que había comandado hasta mayo de 2003, antes de asumir al frente del Ejército.

Su situación aparecía en riesgo desde tiempo antes, a raíz de una investigación del Ministerio de Defensa sobre un presunto sistema irregular de contrataciones de bienes y servicios en el Ejército, que habrían producido un fraude al Estado por 40 millones de pesos. Pese a que la ministra Garré llevó la denuncia a la Justicia, la presidenta Cristina Kirchner lo confirmó en el cargo.

Con el procesamiento por la otra causa que lo involucraba, fue relevado y reemplazado como jefe del Ejército por el general Luis Alberto Pozzi, luego ascendido a teniente general.

Fuentes militares revelaron que Bendini creía en la necesidad de fomentar la producción nacional para la defensa y el autoabastecimiento. El Ejército desarrolló, por ejemplo, el vehículo “Gaucho”, con Brasil, y comenzó a producir sus propios uniformes y borceguíes, recapar sus neumáticos ya producir sus baterías, entre otros productos.

Antes de su llegad al Estado Mayor General del Ejército, Bendini cumplió servicios en distintas unidades. En 1993 fue jefe del Batallón Ejército Argentino III desplegado en Croacia y en años posteriores realizó cursos en el Colegio de Guerra del Ejército de los Estados Unidos. Se desempeñó también como agregado militar adjunto en la Agregaduría Militar en Washington.

Entre 1988 y 1999 fue observador militar y segundo jefe de Operaciones en el Grupo de Observadores Militares de las Naciones Unidas en Irak. Oficiales que lo trataron recuerdan que sostenía posiciones muy críticas hacia Estados Unidos, lo que lo acercaba al corazón del kirchnerismo, y era impulsor de gestionar las compras de equipamiento en China, lo que finalmente no logró imponer.