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Murió Alfredo Odorisio, reconocido empresario y programador de TV

Víctima de coronavirus, murió a los 86 años en la Ciudad de Buenos Aires Alfredo Odorisio, una figura muy reconocida en el mundo empresarial y de la producción artística, cinematográfica y televisiva. Durante su trayectoria supo ganarse el reconocimiento y el respeto de todos los sectores, sin distinción de miradas profesionales, artísticas o ideológicas.

En el mundo político Odorisio será recordado siempre por su participación en las horas previas a la consagración deRaúl Alfonsín como presidente de la Nación. El 30 de octubre de 1983, después de aquella histórica jornada electoral, el candidato del radicalismo, Alfonsín decidió pasar la noche en la casaquinta que Odorisio tenía en el partido bonaerense de San Isidro. "Con Raúl me veía todo el tiempo. Era tan querible, tan honesto y tan íntegro que cuando llegaba a mi oficina me daba un abrazo. Aquella noche de las elecciones se fue a dormir como candidato y se despertó como presidente", recordó años después.

El vínculo con Alfonsín nació en sus tiempos de militancia universitaria en el radicalismo, pero siempre se mantuvo en su actividad profesional por encima de cualquier identificación y se jactaba de tener amigos en todos los partidos políticos.

En la década de 1960, Odorisio ya era una figura clave en la programación televisiva local, pero siempre detrás de las cámaras y con una presencia absolutamente desconocida para el público, como director de una de las empresas distribuidoras encargadas de llevar a los canales las series extranjeras que en ese tiempo se veían en los horarios de mayor encendido. En esa época, según recordaba, las series se compraban en Estados Unidos antes del obligatorio proceso de doblaje al castellano. Empresarios como Odorisio viajaban tres o cuatro veces por año para concretar esas adquisiciones.

Con el tiempo se convirtió en uno de los más importantes protagonistas de la distribución televisiva, más tarde ampliada al mundo del cine. En ese terreno se desempeñó como productor asociado de varias películas: Comodines, Cenizas del paraíso, Secretos compartidos, Tesis sobre un homicidio, La reconstrucción, El espejo de los otros y El rey del Once.

Tuvo su tiempo de mayor exposición pública cuando estuvo a cargo de la gerencia de programación de América durante el tiempo en que el canal era manejado por el empresario Eduardo Eurnekián. En esa gestión comenzó a imponer un estilo que se mantiene hasta hoy, apoyado en una mayoría de horas de programación en vivo, con tres noticieros diarios, talk shows y ciclos de actualidad (Gente que busca gente, Yo amo a la TV, Posdata, El martillo) y Mirtha Legrand como gran estrella.

De la mano de Odorisio, Legrand reforzó en esa etapa de América su presencia en pantalla con La noche de Mirtha, ciclo semanal que se sumaba a los clásicos almuerzos. También compartía con Legrand la misma pasión futbolística por los colores de Racing. Cuando Eurnekián dejó América y la familia de Carlos Ávila ocupó su lugar, Odorisio mantuvo sus responsabilidades como programador, pero como parte de un comité integrado también por el propio Ávila y su hijo Juan Cruz.

"Siempre fue un dandy, un caballero de los de antes y un gran amigo de sus amigos. Era un hombre que siempre cuidaba las formas y le daba mucha importancia a su aspecto. Con los amigos bromeábamos siempre sobre Alfredo, sobre todo cuando él decía que era una persona que se había quedado en los 59 años. Siempre tuvo muy buena presencia y mucho estilo", recordó Carlos Rottemberg, el primero en anunciar la noticia del fallecimiento de Odorisio en su cuenta de Twitter.

El empresario padecía algunas enfermedades preexistentes al diagnóstico de Covid-19 que lo mantuvo internado en los últimos días en el Sanatorio de la Trinidad de esta capital, donde falleció en el mediodía del miércoles.