El mundo oculto de Sabrina: Kiernan Shipka habló sobre la nueva temporada

A lo largo de su historia, Batman ha demostrado ser un personaje susceptible de protagonizar aventuras de todo tipo. Desde una ficción camp como la de Adam West en los 60, pasando por las oscuras película de Tim Burton o los dibujos animados de los 90. Es que la mitología de Bruce Wayne es tan rica, que permite a guionistas de todo tipo acercarse a ese mundo desde distintos ángulos y a través de variados relatos. Y con Sabrina, la bruja adolescente, sucede algo similar. La simpática brujita creada en 1962 para los cómics de Archie, presentaba un mundo de colores a gogo, bailes despreocupados y conflictos adolescentes. Tomando esa idea como matriz, pero acercándola a la sensibilidad actual y con una fuerte dosis de terror, Netflix estrenó en 2018 El mundo oculto de Sabrina, un logrado revival del personaje que hoy estrena su tercera temporada. Por ese motivo LA NACION habló en exclusiva con Kiernan Shipka y Gavin Leatherwood, protagonistas de la serie que visitaron nuestro país para la última entrega de Comic Con, sobre cómo una novela adolescente con ingredientes satanistas se convirtió en el nuevo éxito de la plataforma.

Con un pie en cada mundo

Sabrina (Kiernan Shipka, de Mad Men) es una adolescente que no pareciera llevar una vida distinta a la de cualquier otra joven. Su vida se reparte entre los estudios, su novio Harvey (Ross Lynch) y la rutina junto a sus dos tías, Zelda (Miranda Otto) y Hilda (Lucy Davis). Pero su cumpleaños número dieciséis se acerca, y ella deberá consagrase al lado oculto de su vida, y abrazar una eternidad a las órdenes del Señor oscuro, amo del infierno.

La protagonista debe enfrentar ese destino porque ella es hija de un humano y una bruja, y por ese motivo la tradición ordena que al momento de cumplir esa edad, atraviese el ritual conocido como el Bautismo Negro. Esa herencia la pone ante una encrucijada, porque si bien su destino es ineludible, aceptarlo también implica abandonar su vida mortal y decirle adiós a su novio y amigas. Aunque comprende que debe aceptar su legado, ella siente un profundo rechazo ante la posibilidad de abandonar su vida "ordinaria". Por ese motivo y de manera inesperada, a último momento la adolescente se rebela ante su destino. Ese acto desde luego tiene graves consecuencias para ella y para su familia, con las que deberá lidiar.

Los nuevos desafíos en la tercera temporada

A lo largo de la segunda temporada, Sabrina evolucionó mucho en sus habilidades. Si bien nunca renunció a su condición de mortal, su poder creció notablemente. Con el villano tejiendo planes desde las sombras, ella comenzó a prepararse para una guerra definitiva, que en una primera instancia la enfrentó contra la profesora Wardwell (Michelle Gomez). Bajo el aspecto de esa mujer se escondía Lilith, la principal súbdita de Satanás. Teniendo en cuenta la relación de confianza que la protagonista mantenía con su maestra, el manipularla fue una tarea sencilla. Eventualmente la joven bruja descubrió quién se escondía bajo el aspecto de Wardwell, aunque no pudo evitar ser sometida a un oscuro conjuro que facilitó la llegada del demonio. Con las puertas del infierno a punto de abrirse en el corazón de Greendale, la bruja se enfrentó al Señor Oscuro y, como suele ocurrir, pagó un precio muy alto por su victoria.

Según Kiernan Shipka le contó a LA NACIÓN, la tercera temporada estará muy centrada en la vida adolescente de la heroína, su rutina en el colegio y cómo sus amigos mortales estarán más involucrados en los aspectos sobrenaturales de todo lo que sucede en Greendale. Por su parte, Roberto Aguirre Sacasa, creador de la serie, confirmó en una conferencia de prensa: "En el tercer año iremos al Infierno. Será muy divertido, algo peligroso, pero muy divertido".

Los nuevos episodios también marcarán la aparición de nuevos personajes, y uno de los más importantes es Caliban. Interpretado por el actor Sam Corlett, este villano de apariencia atractiva es una suerte de Príncipe de las Tinieblas, encarnado un muchacho con el que Sabrina tendrá una difícil relación. Por otra parte, también hará su aparición una sacerdotisa vudú llamada Mambo Marie (Skye P. Marshall), quien será clave en la misión de Ambrose (Chance Perdomo) y Prudence (Tati Gabrielle) que tiene como objetivo encontrar y matar a Blackwood (Richard Coyle). La última de las incorporaciones a la ficción es la de Robin (Jonathan Whitessel), un joven que se involucrará sentimentalmente con Theo y que esconderá peligrosos secretos.

El gran secreto de la serie: Kiernan Shipka

Pero lo más importantes de los nuevos episodios, el verdadero atractivo de la serie, es una vez más la presencia de Shipka como la protagonista. Con menos de veinte años, la actriz contaba con un extenso currículum que le valió la posibilidad de interpretar a la poderosa Sabrina. Kiernan comenzó a trabajar con apenas siete años, y a los ocho obtuvo su primer papel importante en Mad Men. En esa ficción interpretaba a Sally Draper, la joven hija de Don (Jon Hamm). Kiernan participó de esa serie a lo largo de todas sus temporadas, y tanto la actriz como el personaje crecieron a la par, enfrentado nuevos desafíos según pasaban los años. Según explica Shipka, su rol en Mad Men fue decisivo en su carrera: "Fue mi primer gran personaje y la experiencia a lo largo de todos los años en los que duró la serie fue muy transformadora. Las actrices con las que trabajé eran tan buenas que estar junto a ellas definitivamente fue algo que me llevó a ser quien soy hoy, en cada uno de mis aspectos".

Cuando el productor televisivo Greg Berlanti (responsable también de Riverdale, serie "hermana" de El mundo oculto de Sabrina, con la que el público no deja de fantasear un cross over) comenzó a trabajar en esta nueva versión de la bruja adolescente, convocó al mencionado Aguirre Sacasa, quien desde hacía tiempo escribía los cómics de Sabrina. Con el proyecto confirmado en Netflix, Sacasa pensó en Kiernan para la heroína del título. La actriz era la única estrella que tenía en mente para ese rol, como confesó en una entrevista con LA NACIÓN: "Kiernan fue la primera y la única opción. Kiernan tenía 18 pero parecía de 15, y era fundamental que pudiera transmitir esa juventud que impera en la serie". Irónicamente, y aunque en este punto es indudable que Shipka es la Sabrina perfecta, la actriz le significó a la producción un pequeño dolor de cabeza. ¿El motivo? Ella es alérgica a los gatos, y debido a eso es importante que no filme demasiado cerca del felino que encarna a Salem, fiel compañero de la bruja. La preocupación debido a eso fue tan grande, que hasta pensaron en convertir a la mascota en un perro, una idea que por suerte no prosperó.

Satanismo y una polémica impensada

Cualquier fan de la serie que medianamente esté familiarizado con el satanismo, no tardará en reconocer algunos de sus íconos o simbologías características en la historia. Eso derivó en una denuncia propulsada por el colectivo denominado El templo satánico, que demandó a Warner y a Netflix por cincuenta millones de dólares. En noviembre de 2018, poco después del estreno de la primera temporada, voceros de esa entidad informaron que el motivo del juicio tuvo que ver con el uso que en El mundo oculto de Sabrina se le daba Baphomet. En la ficción se muestra a esa deidad antropomórfica, con una cabeza de cabra, alas y dos pequeños que lo rodean, una representación muy parecida a la escultura "Baphomet con los niños", inaugurada en Estados Unidos en 2013 por el Templo Satánico. Y ante esa similitud, el grupo inició acciones alegando que no se habían respetado los derechos de autor.

Sin ánimo de prolongar el conflicto más de lo necesario, autoridades de Netflix y Warner se reunieron con los satanistas y ambas partes lo dieron por cerrado "de forma amigable". El fundador del Templo Satánico, Lucien Graves, escribió en su twitter que así "culminaba una de las demandas por derechos de autor más publicitadas", y una posible lucha judicial que ni la magia de Sabrina hubiera podido evitar.

La tercera temporada de El mundo oculto de Sabrina ya está disponible en Netflix