Mujer de Miami compró un Bentley y llamó la atención de los federales. Ahora está acusada de fraude al PPP

No eligió un Lamborghini, como suelen hacer muchos.

Daniela Rendón compró un Bentley.

Pero los federales se fijaron en su llamativo vehículo.

Ahora esta mujer de Miami está bajo custodia, acusada de robar $381,000 de los programas de préstamos por el COVID-19 del gobierno federal destinados a empresas en dificultades durante la pandemia.

Rendón, de 31 años, no usó los fondos para pagar la nómina de los empleados de su empresa ni otros gastos generales, como exigía la ley en el marco del Programa de Protección de Nómina ( PPP) de la Administración de Pequeñas Empresas (SBA), según la acusación. Usó los fondos obtenidos fraudulentamente para arrendar un Bentley Bentayga 2021 (precio de venta, $181,000), alquilar un apartamento en Biscayne Bay, pagar procedimientos dermatológicos cosméticos y renovar sus zapatos de diseñador, dice la acusación.

Rendón, quien tiene una audiencia de detención en el tribunal federal de Miami este viernes, enfrenta hasta 20 años de prisión si es declarada culpable de siete cargos de fraude electrónico, dos cargos de lavado de dinero y un cargo de robo de identidad con agravantes. Su abogado defensor, Sam Rabin, dijo que planea impugnar la petición de la fiscalía de mantener en detención a Rendón, residente legal permanente originaria de Colombia, antes del juicio.

Según la acusación, Rendón presentó solicitudes de préstamo falsas a prestamistas de Nueva Jersey e Idaho, falsificando los ingresos de su empresa, la nómina, el número de empleados, el costo de las mercancías vendidas y la información fiscal del IRS, con el fin de poder acogerse a los beneficios de la asistencia por el COVID-19.

Pero después de recibir los préstamos a través de su cuenta bancaria corporativa, según la imputación, Rendón se las arregló para que un procesador de nóminas de Nueva Jersey emitiera cheques de nómina para ella misma, miembros de su familia y amigos para su beneficio personal. Las transferencias bancarias de los préstamos iban directamente a su empresa, Rendon PA, a través de su cuenta en el Bank of America de Miami, según los agentes investigadores de Seguridad Nacional.

La acusación, presentada por el fiscal federal Jonathan Bailyn, señaló que Rendón solicitó los préstamos empresariales a través del Programa de Protección de Nómina de la SBA por $3.7 millones y del programa de Asistencia para Desastres por Daños Económicos por $10,000.

En virtud de la Ley CARES aprobada por el Congreso en 2020, el gobierno federal comenzó a repartir unos $813,000 millones en préstamos a través de prestamistas privados y de la SBA para apoyar a las empresas en dificultades durante la pandemia. Los programas de préstamos de ayuda se convirtieron en blanco de actividades fraudulentas porque estaban garantizados por la SBA siempre que los fondos se usaran correctamente para gastos generales.

Rendón está entre las miles de personas del sur de la Florida y otras partes del país que han sido acusadas de aprovecharse de los programas de ayuda de la SBA para empresas que enfrentaron dificultades durante la pandemia del COVID-19 entre 2020 y 2022. El sur de la Florida, con la dudosa distinción de ser una capital del fraude financiero, se convirtió en epicentro de cientos de personas acusadas de aprovecharse de los programas de préstamos de la SBA, dicen las autoridades federales.

Entre los peores delincuentes del sur de la Florida:

Allá por 2020, David T. Hines recibió $3.4 millones en préstamos de asistencia por el COVID-19 del programa de la SBA para su supuestamente alicaído negocio de mudanzas del sur de la Florida. Una de sus primeras compras: un Lamborghini Huracán Evo.

David T. Hines
David T. Hines

El deportivo de fabricación italiana —comprado en $318,000— no estaba en la lista de gastos permitidos, obviamente. Hines también gastó miles de dólares en portales digitales de citas, joyas y ropa, además de estancias en hoteles de lujo como el Fontainebleau y el Setai de Miami Beach. Hines se declaró culpable de fraude electrónico y fue condenado a más de seis años de prisión.

En noviembre, Andre Lorquet, quien se hizo pasar por un asesor fiscal certificado, fue acusado de afirmar falsamente que un puñado de empresas estaban pasando apuros durante la pandemia. El hombre de Miami acabó recibiendo $4.4 millones del programa de préstamos de la SBA y luego se dedicó a comprar autos de lujo y compró un Tesla Plaid, un Tesla Model S, un Lamborghini Urus y un Porsche Panamera GTS.

Valesky Barosy, de 28 años, fotografiado aquí en su página de Instagram, fue condenado por obtener fraudulentamente préstamos de asistencia por la pandemia para comprar un Lamborghini, entre otros artículos de lujo.
Valesky Barosy, de 28 años, fotografiado aquí en su página de Instagram, fue condenado por obtener fraudulentamente préstamos de asistencia por la pandemia para comprar un Lamborghini, entre otros artículos de lujo.

En diciembre, un hombre de Miami acusado de estafar más de $2 millones del programa de préstamos de la SBA fue declarado culpable de nueve cargos de fraude electrónico, lavado de dinero y usurpación de identidad con agravantes. Valesky Barosy, quien enfrenta 20 años o más de prisión en la sentencia que se dictará este mes, presumía de sus compras de lujo en las redes sociales, incluidas fotos suyas en un Lamborghini Huracán EVO y un jet privado. También usó los fondos obtenidos fraudulentamente para comprar relojes Rolex y Hublot, así como ropa de diseñador de Louis Vuitton, Gucci y Chanel.

El ex ejecutivo de TD Bank Daniel Hernández, quien supervisaba a 80 empleados en 27 sucursales de Miami-Dade, desplumó al programa de asistencia de la SBA aprovechando a su banco desde dentro, según afirman las autoridades federales. En total, Hernández y su red ilícita recibieron más de $17 millones en préstamos fraudulentos aprobados por TD Bank y uno de sus anteriores empleadores, Bank of America, así como por la propia SBA, según los expedientes judiciales.

Hernández, quien fue despedido de su trabajo en TD Bank antes de su arresto en agosto, se declaró culpable de un cargo de confabulación para cometer fraude electrónico en diciembre y ahora enfrenta hasta 10 años de prisión en su sentencia en marzo.