Madre descubre que sus hijos adoptivos son hermanos biológicos

Después de divorciarse, la estadounidense Katie Page decidió hacer algunos cambios en su vida. Ella vive en Colorado y, en 2015, recibió un mensaje de la iglesia local en el que se pedía gente para cuidar niños que serían dados en adopción.

Entonces Katie comenzó a hacerse cargo de jóvenes que habían pasado por algún tipo de trauma durante su infancia. Esa experiencia la hizo sentir lo mucho que necesitaba algo permanente y así surgió su decisión de adoptar a una niña. En aquella época, Katie estaba cuidando a un bebé recién nacido que había estado expuesto a las drogas y pensó en adoptarlo.

Pasó 11 meses cuidando al pequeño y nadie logró encontrar a su madre biológica. “Nadie respondió al anuncio del diario ni vino al hospital para reclamarlo. Una parte de mí se sintió aliviada cuando no vino nadie, porque eso hacía que fuera más fácil quedármelo yo”, dijo a The Sun. La adopción de Grayson no tardó en hacerse oficial, pero luego hubo una sorpresa.

Katie comenzó a cuidar a una bebé de apenas cuatro días que fue abandonada en el mismo hospital y que también había estado expuesta a drogas. “Su exposición a drogas y su estado de salud eran idénticos a los de Grayson, entonces pensé: ‘puedes hacerlo, ya lo hiciste antes’”.

La joven se dio cuenta de algunas coincidencias que relacionaban a la niña con su hijo, como el nombre y la fecha de nacimiento de la madre biológica. Tras muchos intentos, finalmente encontró a la madre y confirmó sus sospechas: los bebés realmente eran hermanos.

En diciembre, hizo oficial la adopción de la pequeña Hannah y ahora crecerá al lado de su hermano. “Si ella se hubiese ido con otra familia, nunca habríamos encontrado a la madre de Grayson y nunca habríamos hecho la conexión. No podía creer ese milagro”. Y la historia no termina ahí. Pasados 13 meses del nacimiento de Hannah, la madre biológica de sus hijos dio a luz a otro niño y Katie se está encargando de él con la esperanza de adoptarlo en 2019.

Higor Dorta