Cierra su Facebook tras revelar que tiene cáncer y llenarse su muro de anuncios de curas alternativas y pseudocientíficas

La propagación del coronavirus por el mundo ha servido para constatar otra pandemia: la de los bulos y noticias falsas que circulan por las redes sociales y que llegan a millones de personas. Tal y como revela Maldita, hasta el momento han verificado más de 600 mentiras. Sin embargo, pararlas a tiempo de que lleguen a intoxicar a los ciudadanos no es nada fácil.

Y aunque la COVID-19 se ha revelado como la punta de lanza, hay un gran número de artículos, anuncios e informaciones en Internet que pueden llegar a confundir a las personas. Es lo que le ha pasado a una mujer que hace unos días anunció en Facebook que tenía cáncer de mama. Al instante su muro se llenó de publicaciones y publicidad sobre remedios alternativos contra el cáncer que la han terminado obligando a cerrar su cuenta, tal y como ha revelado ella misma en el New York Times.

Facebook tiene problemas para controlar los bulos en su plataforma (AFP).
Facebook tiene problemas para controlar los bulos en su plataforma (AFP).

Anne Borden precisamente se dedica a luchar contra las pseudociencias (es la fundadora de la Campaña contra las Curas Falsas del Autismo y trabaja en Bad Science Watch, organización que se encarga de velar por los consumidores y la ciencia), por lo que la experiencia ha sido aún más dura.

Tras hacer pública su enfermedad, su cuenta de Facebook se llenó con todo tipo de curas sin ningún rigor científico, desde semillas de comino hasta estancias en una playa mexicana para recibir un tratamiento no tóxico contra el cáncer.

Una publicidad engañosa que defiende tratamientos no probados y en ocasiones peligrosos con los que Borden ya estaba familiarizada gracias a su trabajo. De hecho cuando vio la aparición de estos anuncios tuvo claro que Facebook la había etiquetado para recibirlos.

Tal y como cuenta esta consultora, las empresas dedicadas al negocio de la pseudociencia aprovechan redes sociales como Facebook para promocionar sus supuestos tratamientos milagrosos. Utilizando testimonios de supuestos pacientes, recurriendo a influencers y valiéndose de los grupos de apoyo que proliferan en la red social, difunden un mensaje que llega a mucha gente.

En este sentido, los pacientes de cáncer son especialmente vulnerables a este tipo de anuncios. Además del shock por el diagnóstico, ahora sienten una mayor soledad por la epidemia de coronavirus debido a que la familia o los amigos no pueden acompañar a las citas o visitar en el hospital.

Jugando con las emociones y con el dolor, estos tratamientos no científicos prometen una curación sin cirugía. En definitiva, venden esperanza a unas personas necesitadas de ella.

Tal y como cuenta Borden, hay gente que recurre a estas terapias para descubrir más adelante que no han funcionado, agravándose la enfermedad. Las tasas de mortalidad son mucho más elevadas para aquellos que reciben tratamientos alternativos en lugar de la curación estándar.

Facebook y las noticias falsas

Solo en España, el 56% de los adultos se informan a través de las redes sociales, sin embargo en su historia Facebook ha tenido muchos problemas para mantener su contenido separado de mentiras y bulos.

No fue hasta abril del 2020 cuando la compañía eliminó la categoría de pseudociencia en las opciones para anunciantes. Lo hizo después de que el portal The Markup publicara un artículo demostrando que se podía poner un anuncio dirigido a un grupo de 78 millones de personas interesadas en esta rama.

Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, tras reunirse con políticos en Dublín para discutir la regulación de las redes sociales. (Photo by Artur Widak/NurPhoto via Getty Images)
Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, tras reunirse con políticos en Dublín para discutir la regulación de las redes sociales. (Photo by Artur Widak/NurPhoto via Getty Images)

El problema es que el sistema de selección de anuncios de Facebook está automatizado, por lo que la única manera de hacer desaparecer la publicidad ya presente sobre esta temática es que los usuarios los reporten, algo que puede tardar meses en ocurrir. Mientras tanto, estos tratamientos fraudulentos pueden seguir extendiéndose engañando a la gente.

Debido a estas polémicas ya ha habido más de 100 firmas, entre las que se incluyen gigantes como Coca Cola, Ford o Adidas que han decidido retirar su publicidad de Facebook debido a que la red social no frena los discursos del odio.

Borden también ha decidido abandonar Facebook. Pese a que es consciente de que puede significar menos interacciones con la gente en una época en la que necesita todo el ánimo, prefiere dejarlo antes de seguir viendo lo que un amigo suyo también con cáncer denomina anuncios de bofetada en la cara. Una solución temporal a la espera de que la red social de Mark Zuckerberg dé un paso adelante y combata con todas sus armas los bulos en su plataforma.

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