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Una muestra reflexiona si el confinamiento afecta las adicciones y los problemas mentales

West Palm Beach (EE.UU.), 5 mar (EFE).- El artista/activista Domenic Esposito aborda la soledad, el aislamiento y las enfermedades mentales en su nueva exposición "Blank Slate", que, como dijo a Efe, conecta con su preocupación por la adicción a los opiáceos plasmada en una serie de esculturas gigantes de cucharas.

La muestra que se inaugura el sábado en The Box Gallery, en West Palm Beach, exhibe una de aquellas icónicas cucharas entre la veintena de obras que presenta y que incluye una nueva serie de trabajos que retratan el "sufrimiento y el estigma" de quienes padecen enfermedades mentales, entre ellos los adictos a los opiáceos.

En la entrada, el visitante será recibido por una cuchara metálica, utensilio común entre los heroinómanos, de 10 pies (3 metros) de largo y 800 libras (363 kilos) de peso, y que lleva inscritas las siglas de la federal Agencia de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) de Estados Unidos.

Esposito acaparó titulares en 2018 con la primera de estas cucharas gigantes, que depositó en la sede de Purdue Pharma, fabricante del OxyContin, un medicamento opiáceo altamente adictivo.

"Fue apuntar a quien es responsable por esta crisis de opiáceos. Es una enfermedad creada por el hombre en este país, asumimos que es una debilidad mental y no lo es, es algo que ha sido creado", señaló el artista en entrevista con Efe.

Además de la que puso en la sede de Purdue Pharma, confiscada durante tres meses por la policía, Esposito dejó otra en la sede en Washington de la FDA por aprobar el uso de opiáceos a sabiendas de su peligrosidad y por el "conflicto de interés" de algunos de sus directivos.

El artista, de la mano de su organización Opioid Spoon Project, ha encabezado en los últimos años manifestaciones en las que no faltaron sus icónicas cucharas frente a las sedes de las farmacéuticas Rhodes Pharma, en Rhode Island, y de Johnson & Johnson, en Nueva Jersey.

"Todos estos ejecutivos de compañías como Purdue, Johnson & Johnson, en mi opinión, se han beneficiado de tantas vidas perdidas", señaló Esposito, en alusión a las más de 500.000 muertes por sobredosis de opioides en los últimos 20 años, al menos 81.000 de ellas registradas en 2020.

La cifra de 8.340 millones de dólares que en octubre del año pasado acordó desembolsar Purdue Pharma como resultado de un proceso judicial en Nueva Jersey y que fueron "las multas más grandes que jamás se han impuesto a un productor farmacéutico", de acuerdo a la fiscalía federal de ese estado, no es suficiente, a juicio del artista.

Para acabar con la crisis de los opiáceos hace falta imponer cargos criminales a los dueños de estas compañías y a los miembros de su junta directiva, opinó.

LA CRISIS "EXPLOTÓ" DURANTE LA PANDEMIA

"La crisis de opiáceos ha explotado el año pasado", aseveró Esposito.

Aludió a las dificultades que, para quienes están en rehabilitación, representaron las órdenes de confinamiento con motivo de la pandemia de la covid-19, y que podrían explicar la alta cifra de fallecidos por sobredosis del año pasado, superior a los 72.000 de 2019.

Recordó que todos los servicios de consejería se detuvieron, y que los hospitales estuvieron al límite a causa de los casos de la covid-19.

"Creemos que las cosas van mejor en la crisis de opiáceos, pero de hecho están mucho peor", manifestó el artista, tras resaltar el aumento anual de muertes por sobredosis, aún cuando se estima que en los últimos dos años han disminuido las prescripciones de opioides.

La exhibición "Blank Slate" pone de manifiesto qué tan de la mano van los problemas mentales y el abuso de sustancias, que en Estados Unidos tiene mucho que ver con la "sobremedicación" cuando se trata de salud mental, "en vez de acudir a terapias y tomar ese tipo de ayuda", como dijo el artista.

En la serie de cuadros tridimendionales que presenta en The Box Gallery el protagonista es un hombre, esculpido en bronce, que mira hacia abajo y al que no se le adivina el rostro por culpa de la capucha de su suéter.

Esa capucha, dijo Esposito, representa "el estigma que acompaña estos problemas" de soledad, aislamiento y enfermedades mentales, acentuado durante los últimos 12 meses.

Es un trabajo que puede suscitar dolor, un dolor al que no es ajeno el artista/activista que tiene un hermano que desde hace doce años lidia con una adicción a los opiáceos y, por tanto, conoce de primera mano la falta de ayuda federal, el costo que supone para las familias y lo mucho que falta por hacer en esta crisis.

La muestra ha servido de paso para poner de relieve esta problemática en el mismo condado de Palm Beach, donde se ha visto un incremento de casi el 50 % de muertes por sobredosis de opiáceos, según dijo a Efe el comisionado local Gregg Wess, cuyo hermano murió a causa de su larga adicción a la heroína.

Esposito resaltó que persiste todavía "un clamor de auxilio" sobre esta crisis en Estados Unidos, país que se calcula consume el 85 % de todos los opiáceos en el mundo.

(c) Agencia EFE