‘Hay muertos en los edificios, pero ya no los buscan’
Tres semanas después del violento terremoto que sacudió el sur de Turquía y la vecina Siria, más de dos millones de personas han abandonado la zona siniestrada. Algunas ciudades, como Antioquia, en la región de Hatay, una de las provincias más afectadas, han quedado vacías: sus habitantes han huido a ciudades situadas más al norte.
Por Manon Chapelan, enviada especial a Antioquia
Con la mirada perdida, sudoroso, Ahmed saca uno a uno los muebles de su viejo apartamento. Un viejo reloj, una pecera agrietada, una estantería rota, quiere recuperarlo todo antes de abandonar definitivamente la ciudad. “Intentamos salvar lo que podemos", dice a RFI. “La mayoría de los muebles y objetos están dañados, si no completamente rotos, porque todas las paredes del piso se vinieron abajo con el terremoto. Pero seguimos rescatándolos, porque de momento no tenemos forma de comprar muebles".
A dos calles de distancia, la misma escena, la misma preocupación. Hay que entrar y salir del piso lo antes posible para no correr peligro durante las réplicas. Ali y su madre, Sürme, sólo se tomaron el tiempo necesario para hacer algunas fotos. “Mi madre tenía muchos alumnos", recuerda. “No sabemos cuántos de los que aparecen en esta foto están vivos hoy. Huimos de la ciudad la primera noche después del terremoto, y ésta es la primera vez que volvemos. Es terriblemente triste. Vimos que algunos edificios se habían derrumbado cuando dejamos la ciudad, pero sabíamos que eran tantos. Crecimos aquí, todos nuestros recuerdos están en esta calle. Espero poder volver a ver esta ciudad viva, poder volver a los restaurantes, a los museos. Ya que estamos vivos, tenemos que volver y revivir esta ciudad”.