Un sismo de 6,8° sacudió el sur de Ecuador: 15 muertos y 381 heridos

Los equipos de rescate se paran junto a un automóvil aplastado por los escombros a causa de un terremoto, en Cuenca, Ecuador, el sábado 18 de marzo de 2023. El Servicio Geológico de EEUU reportó el sismo de magnitud 6,7 a unas 50 millas al sur de Guayaquil. (Foto AP/Xavier Caivinagua)
Los equipos de rescate se paran junto a un automóvil aplastado por los escombros a causa de un terremoto, en Cuenca, Ecuador, el sábado 18 de marzo de 2023. El Servicio Geológico de EEUU reportó el sismo de magnitud 6,7 a unas 50 millas al sur de Guayaquil. (Foto AP/Xavier Caivinagua)

GUAYAQUIL.– Al menos 15 personas murieron y 381 resultaron heridas este sábado tras un fuerte sismo que sacudió el sur de Ecuador y el norte de Perú. El temblor provocó alarma entre los habitantes, que tomaron rápidamente las calles mientras muchas casas se venían abajo o sufrían daños.

El sismo se registró a las 12.12 (hora local) y tuvo su epicentro en el municipio ecuatoriano de Balao, a unos 140 kilómetros de Guayaquil, la segunda ciudad del país en importancia, y a una profundidad de 44 kilómetros.

De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) el sismo tuvo una magnitud de 6,8° en la escala de Richter. El USGS advirtió de inmediato que se trataba de una situación de “alerta amarilla” con el potencial “de muertes y pérdidas económicas”.

Tras el sismo, sentido en 13 de las 24 provincias del país, se registraron tres réplicas de magnitudes 4,8°, así como 3,7° y 3,6°. El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, hizo un “llamado a la calma y a informarse por canales oficiales”.

“Es una magnitud relativamente alta para lo que se tiene en el país. En la zona del golfo de Guayaquil hemos estado teniendo más o menos desde el 2017 en adelante alrededor de dos sismos con magnitud mayor a 5° por año”, dijo Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico ecuatoriano a una radio local.

El Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada de Ecuador aseguró que el temblor “no reúne las condiciones necesarias para generar un tsunami” en el Pacífico.

De acuerdo con el gobierno ecuatoriano, la mayor parte de fallecidos se registró en la provincia sureña de El Oro, fronteriza con Perú. Varias seguían atrapadas bajo los escombros allí y en otros lugares, para totalizar por lo menos 381 heridos.

Las autoridades señalaron que en esa zona colapsaron casas, un muelle quedó destruido y las paredes y columnas de un edificio bancario se agrietaron. Un número indeterminado de gente quedó atrapada.

“Salimos corriendo a las calles, estuvo bien feo esta situación. Nos asustamos mucho, nosotros estamos cerca del epicentro, fue mucho el susto”, relató a la prensa local Ernesto Alvarado, un residente de la isla ecuatoriana de Puná.

Fabricio Cruz, residente de la ciudad costera de Machala, narró por su parte que estaba en su departamento en un tercer piso cuando sintió un fuerte remezón y vio cómo su televisor cayó al suelo.

“Entonces salí de mi casa con lo primero que encontré a mano y escuché cómo mis vecinos gritaban y se oía mucho ruido”, contó este fotógrafo de 34 años. Y agregó que cuando llegó a la calle se encontró con algunos techos de casas cercanas colapsados.

En el sur el susto que provocó el sismo sacó a la gente en tropel a las calles, en especial en ciudades como Cuenca, una de las más afectadas. El centro histórico de esta antigua ciudad reveló edificaciones desplomadas, paredes agrietadas, daños en algunas casas tradicionales y vehículos aplastados por los escombros de los derrumbes.

Al menos una persona murió en Cuenca, situada en la provincia montañosa de Azuay, precisamente cuando un vehículo que circulaba en la calle quedó bajo los escombros por el desplome del segundo piso de una casa en pleno centro colonial.

“Salí a la calle porque veía a la gente que comenzaba a correr despavorida, se bajaba de los carros”, dijo Magaly Escandón, una vendedora de artículos de costura.

En Guayaquil, a unos 270 kilómetros al suroeste de Quito, se reportaron igualmente grietas en edificios y viviendas, así como algunos muros derrumbados. Las autoridades locales ordenaron el cierre de tres túneles vehiculares en la ciudad y alrededores, que en total compone un área metropolitana de más de tres millones de personas.

Los videos compartidos en las redes sociales mostraban a personas reunidas en las calles de Guayaquil y comunidades cercanas, en medio del pánico como el resto de las zonas afectadas. Varios usuarios reportaron la caída de objetos en el interior de sus casas por los temblores.

El movimiento se sintió con vigor asimismo en otras ciudades importantes Manabí y Manta, además de Quito, la capital, según revelaban posteos en redes sociales.

La onda sísmica se sintió además en la costa norte y central de Perú, aunque con menor intensidad. Según evaluaciones preliminares, no se registraron víctimas ni daños de envergadura en ese país. Hernando Tavera, jefe del Centro Sismológico Nacional de Perú, aseguró a la radio RPP que “no hay daños importantes en la estructura ni en personas”.

El 16 de abril de 2016, un potente terremoto en la costa central de Ecuador dejó cerca de 680 muertos, graves destrucciones en ciudades como Manta, Portoviejo y Pedernales.

Agencias AFP, AP y Reuters