Muerte súbita: en el país, hay unos 40.000 casos por año

Inesperada, natural y rápida. Así se define a la muerte súbita, que ocurre cuando el corazón se detiene de pronto y no bombea la sangre necesaria para irrigar el resto de los órganos. De acuerdo con la Sociedad Argentina de Cardiología y la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), en el país ocurren alrededor de unos 40.000 de estos fallecimientos por año, una cifra que demanda actualización.

La reanimación cardiopulmonar o RCP son las maniobras que permiten restablecer la circulación sanguínea para mantener los tejidos oxigenados. Lo más efectivo es combinar esas 100-120 compresiones torácicas y rítmicas por minuto con el uso de un desfibrilador, un equipo portátil que produce una descarga eléctrica para que el corazón vuelva a latir.

Los registros médicos internacionales señalan entre las causas más comunes de la muerte súbita, que ocurre dentro de la hora del desvanecimiento después del paro cardíaco, la existencia de problemas como la miocardiopatía hipertrófica, las anomalías coronarias congénitas, la enfermedad coronaria ateroesclerótica, la miocarditis o la miocardiopatía chagásica, entre otras.

Ya se están estudiando en el mundo alteraciones genéticas en proteínas de las membranas celulares que regulan una función tan vital como el ritmo cardíaco conocidas como canalopatías.

También, la muerte súbita puede ocurrir por causas externas, como un golpe fuerte en el tórax durante la práctica de deportes, una pelea en la calle o un choque cuando no se usa el cinturón de seguridad. El traumatismo puede provocar una alteración del ritmo cardíaco potencialmente fatal de manera instantánea.

"Es necesario promover mayor conciencia en la población sobre la muerte súbita, la importancia de las maniobras de RCP, además del uso del desfibrilador externo automático (DEA), que debería estar disponible en los lugares públicos y privados con alta concurrencia de público o de alto riesgo. Hay leyes que fueron sancionadas en el país en ese sentido, pero todavía no fueron reglamentadas", destacó Francisco Toscano Quilón, jefe de la Sección Arritmias y Marcapasos del Hospital Churruca y miembro de la FCA.