La muerte del médico que alertó del coronavirus conmociona a China

Por Se Young Lee y Brenda Goh

PEKÍN/SHANGHÁI, 7 feb (Reuters) - La muerte de uno de los médicos que advirtió sobre el brote de coronavirus antes de que fuera reconocido oficialmente por las autoridades produjo conmoción pública en China el viernes, además de inusuales expresiones de molestia contra el Gobierno en las redes sociales.

El fallecimiento de Li Wenliang, un oftalmólogo que dio la alarma sobre la nueva cepa viral, ocurrió el mismo día en que el presidente Xi Jinping trató de dar garantías a su par estadounidense de que China hace todo lo posible por contener la epidemia que ha matado a casi 640 personas.

China está logrando resultados gradualmente y confía en que podrá derrotar la epidemia sin consecuencias económicas de largo plazo, dijo Xi al presidente Donald Trump en una conversación telefónica, de acuerdo a la televisión estatal.

El banco central de China prometió seguir prestando apoyo a la economía, porque el brote de coronavirus recortaría 2 puntos porcentuales, o más, del crecimiento económico en el primer trimestre, desde un 6%, según analistas.

Las acciones chinas sufrieron su peor semana desde mayo, mientras que en otras partes de Asia, los mercados financieros bajaron luego de varios días de ganancias.

La muerte de Li, de 34 años, generó expresiones de congoja en las redes sociales. El médico estuvo entre las ocho personas que recibieron reprimendas de la policía en Wuhan -la capital de la provincia de Hubei donde se originó el virus- por propagar información "falsa e ilegal" en torno a los contagios.

Las advertencias de Li en las redes sociales acerca de un coronavirus parecido al SARS -una referencia al Síndrome Respiratorio Agudo y Severo que causó la muerte de casi 800 personas en el mundo en 2002-2003 tras aparecer en China- provocó la ira de la policía.

China había sido acusada de intentar encubrir los alcances del SARS.

Li fue obligado a firmar una carta el 3 de enero diciendo que había "alterado gravemente el orden social" y fue amenazado con acusaciones penales.

"Lamentamos profundamente la muerte en Wuhan del doctor Li Wenliang (...) después de todos los esfuerzos de rescate, Li falleció", dijo el Diario del Pueblo del Partido Comunista en Twitter.

Usuarios de la redes sociales describieron a Li como un héroe, acusando a las autoridades de incompetencia para abordar a tiempo los contagios.

"Wuhan de hecho debe a Li Wenliang una disculpa", dijo Hu Xijin, editor del tabloide Global Times, en redes sociales. "Las autoridades de Wuhan y Hubei también le deben una disculpa solemne al pueblo de Hubei y a este país", añadió.

SEÑALES DE CENSURA

Algunos medios describieron a Li como un héroe por "estar dispuesto a decir la verdad" pero había señales de que las discusiones sobre su muerte estaban siendo censuradas.

"El gobierno de Wuhan debe unas disculpas al doctor Li Wenliang" y "queremos libre expresión" se convirtieron en tendencias rápidamente, pero el viernes no había resultados para esas búsquedas en internet.

La cifra de muertos en China continental alcanzó 636, un total de 73 casos más que los registrados el jueves y se confirmaron 3.143 nuevas infecciones. En total, se han detectado 31.161 casos, dijo la Comisión Nacional de Salud.

La cifra de nuevas infecciones parece haberse ralentizado ligeramente respecto del miércoles y el jueves, pero expertos dijeron que era demasiado pronto para identificar una tendencia.

El virus se ha extendido en todo el mundo, con 320 casos en 27 países y regiones fuera de China continental, de acuerdo a conteos de Reuters en base a datos oficiales. Se reportaron 41 nuevos casos entre 3.700 personas bajo cuarentena en un crucero frente a las costas de Japón, lo que elevó a 61 el total de infectados a bordo.

Hong Kong tenía en cuarentena por tercer día a un crucero con 3.600 pasajeros y tripulación luego de que tres personas a bordo presentaran la infección.

China ha aislado ciudades, canceló vuelos y cerró fábricas, suspendiendo los suministros para las empresas multinacionales, de modo que Pekín parece ahora una ciudad fantasma con sus principales centros turísticos y lugares públicos virtualmente desiertos.

(Información de Se Young Lee y Brenda Goh; información adicional de Ryan Woo en Pekín y Yilei Sun en Shanghái; escrito por Stephen Coates y Robert Birsel, editado en español por Marion Giraldo)