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Muere a los 77 años el principal carcelero del Jemer Rojo

Kaing Guek Eav, conocido como Duch, el principal carcelero del Jemer Rojo, que admitió haber supervisado la tortura y los asesinatos de hasta 16.000 camboyanos, en una foto del 30 de marzo de 2020, en un tribunal en Nom Pen, Camboya. Duch falleció el 2 de septiembre de 2020. (Mak Remissa/Pool Photo via AP, File)

NOM PEN, Camboya (AP) — El principal carcelero del Jemer Rojo, quien admitió haber supervisado la tortura y los asesinatos de hasta 16.000 camboyanos mientras dirigía la prisión más notoria del régimen, murió el miércoles a los 77 años. Kaing Guek Eav, conocido como Duch, estaba cumpliendo cadena perpetua por crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad.

Guek Eav murió en un hospital en Camboya el miércoles temprano, dijo Neth Pheaktra, portavoz del tribunal en Phnom Penh a cargo de los juicios por los crímenes del régimen.

Duch fue admitido en el Hospital de la Amistad Soviética de Camboya después de tener dificultad para respirar el lunes en la prisión provincial de Kandal, dijo Chat Sineang, jefe de la prisión donde estaba Duch desde 2013. Agregó que el cuerpo sería examinado para determinar la causa de muerte antes de entregarlo a su familia.

Duch, cuyo juicio tuvo lugar en 2009, fue la primera figura de alto rango del Jemer Rojo en enfrentarse al tribunal respaldado por la ONU creado para hacer justicia por el brutal régimen a fines de la década de 1970, al que se le atribuye la muerte de 1,7 millones de personas, una cuarta parte de la población de Camboya en ese momento.

Como comandante de la prisión ultrasecreta de Tuol Sleng, cuyo nombre en código era S-21, Duch fue uno de los pocos exjemeres rojos que reconoció parte de sus acciones y su juicio incluyó su propio testimonio desgarradoramente gráfico de cómo se torturaba a personas en la prisión. El sitio en Phnom Penh, que había sido una escuela secundaria antes de que los Jemeres Rojos llegaran al poder, es ahora un museo con evidencia asombrosa de la crueldad con la que los jemeres rojos persiguieron incluso a supuestos traidores. Hombres, mujeres y niños vistos como enemigos del régimen o que desobedecieron sus órdenes fueron encarcelados y atormentados allí y sólo unos pocos sobrevivieron.

Harmer informó desde Bangkok.