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Las imágenes que hacen temer lo peor tras el fin de semana del 4 de julio en EEUU

La pandemia de covid-19 crece candente en Estados Unidos, pero la ominosa carga de enfermedad, debacle económica y muerte que eso trae consigo no ha impedido que miles de personas le dieran rienda suelta a actividades de muy alto riesgo de contagio durante el fin de semana festivo del 4 de julio.

La fiesta en la playa del Diamond Lake, Michigan, el pasado fin de semana del 4 de julio. Multitudes ignoraron los peligros del covid-19 y se reunieron sin mascarillas ni distanciamiento social. (Twitter/Max Lewis)
La fiesta en la playa del Diamond Lake, Michigan, el pasado fin de semana del 4 de julio. Multitudes ignoraron los peligros del covid-19 y se reunieron sin mascarillas ni distanciamiento social. (Twitter/Max Lewis)

Ignorando las advertencias de expertos médicos, autoridades y del sentido común, miles se aglomeraron en playas y otros sitios en días pasados, sin mantener el necesario distanciamiento social ni usar mascarillas.

Lo que sucedió en la ribera del Lago Diamante (Diamond Lake) en Michigan es un ejemplo contundente de ello: muchedumbres de personas, en su mayoría jóvenes, con frecuencia codo con codo y sin mascarillas, al parecer gozando de un momento de diversión y desenfreno pero ignorando el inmenso riesgo de esas actividades.

“Es una receta para el desastre”, comentó al respecto el reportero Max Lewis, quien compartió en Twitter ese video, que ha sido visto ya 10.5 millones de veces.

Y no se trató de un incidente aislado. Aunque muchas ciudades determinaron que no habría celebraciones ni fuegos artificiales para celebrar la Independencia estadounidense el pasado fin de semana, en muchos lugares se dieron ese tipo de concentraciones de personas, que ya sea por ignorancia, frivolidad o insensata rebeldía, podrían haberse convertido en focos de contagio de coronavirus a escala enorme.

Justo cuando, ante el recalentamiento de la pandemia en EEUU, con cifras récord de nuevos casos y más de 130,000 muertes y casi 2.9 millones de casos en el país, se vislumbra la cruda posibilidad de que en muchas áreas del país se llegue a los momentos críticos que se sufrieron, por ejemplo, en la ciudad Nueva York hacia unos meses. Eso desataría terrible sufrimiento y obligaría a un nuevo cierre de actividades y de la economía.

En las redes sociales se han documentado esas concentraciones de personas. Por ejemplo, en Fire Island, Nueva York, también se vieron escenas de muchedumbres sin mascarillas ni distanciamiento social, tanto en las playas como en piscinas.

En balnearios como el Dells en Wisconsin también se dieron concentraciones de personas que no respetaban las medidas de contención de la pandemia.

Lo mismo sucedió, con escaso uso de mascarillas y distanciamiento social, en otro balneario: Backwater Jacks en Lake of the Ozarks, Missouri, que ha sido notorio en el pasado por ese tipo de comportamientos masivos y de alto riesgo de propiciar contagios de coronavirus.

Y también en Pacific Beach, en el área de San Diego California, donde según usuarios los restaurantes no estarían siguiendo los protocolos de protección contra el covid-19 de modo adecuado.

Para colmo, quienes se reúnen en desafío o ignorancia de las medidas básicas de protección contra el coronavirus en ocasiones añaden a la posibilidad de desencadenar una explosión de contagios una cauda de basura y contaminación reprobable.

Ante ello, otros jóvenes, con más conciencia y visión de futuro, decidieron limpiar los estropicios que los bañistas negligentes dejaron en las playas de su comunidad.

Con todo, muchos se empecinan en desoír el consejo médico-científico y el del sentido común y optan por ser organizadores o participantes de eventos que son una amenaza a la salud pública por no seguir las recomendaciones de uso general de mascarillas, distanciamiento social y no congregarse en grandes grupo de personas.

Notorio es el caso del presidente Donald Trump, que se ejemplifica con los muy criticados eventos, en desafío de la gravedad de la pandemia, que realizó en días recientes en Mount Rushmore, Dakota del Sur, y en Washington DC.

Numerosos seguidores de Donald Trump, la gran mayoría sin mascarrillas y sin distanciarse socialmente para protegerse del covid-19, asistieron al evento presidencial en Mount Rushmore, Dakota del Sur, el pasado 3 de julio. (AP Photo/Alex Brandon)
Numerosos seguidores de Donald Trump, la gran mayoría sin mascarrillas y sin distanciarse socialmente para protegerse del covid-19, asistieron al evento presidencial en Mount Rushmore, Dakota del Sur, el pasado 3 de julio. (AP Photo/Alex Brandon)

Por sus declaraciones y acciones, Trump continúa minimizando la gravedad de la pandemia de covid-19 y en ese sentido ha catalizado en muchos la displicencia ante una enfermedad que ya se ha cobrado en pocos meses más vidas que la suma de todos los soldados estadounidenses muertos en combate en las guerras de Corea, Vietnam, el Golfo, Irak y Afganistán.

Y las cifras de la epidemia van al alza de modo perturbador en Estados Unidos.

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