Mosquitos, hipopótamos o plantas: cuando las especies exóticas se vuelven invasoras

AP - Fernando Vergara

Con intención o no, el ser humano es responsable de la exportación de especies animales o vegetales exóticas de un país a otro, y en muchos casos, se alteran los ecosistemas en el peor sentido de la palabra. Pueden ser reptiles, mosquitos o semillas no adaptadas. Un grupo de expertos internacionales evaluó el costo de estas especies invasoras exóticas.

¿Ha oído hablar del jacinto de agua? Esta planta acuática fue introducida en Ruanda por los colonizadores belgas para decorar los estanques. Con los años, sin embargo, la planta viajó hasta el lago Victoria por los ríos hasta convertirse en una especie invasora que sofoca la vida acuática y paraliza los transportes.

El jacinto de agua, al igual que las serpientes marrones que diezman las poblaciones de aves en el Pacífico o los mosquitos tigres que propagan el zika o el dengue en regiones nuevas, son algunas de las especies exóticas invasoras. Todas tienen un punto en común: nosotros los seres humanos somos responsables de su traslado en regiones lejanas, voluntariamente o no.

Un grupo de 86 investigadores del Panel Internacional de Expertos sobre Biodiversidad, (IPBES en inglés) estudió estas especies durante más de 4 años para alertar sobre el fenómeno y proponer soluciones. Sus conclusiones fueron publicadas en septiembre en un informe (descargar en inglés) que documenta que 3500 especies exóticas invasora causan efectos no deseados. Pueden perturbar la cadena alimenticia y contribuir a la pérdida de biodiversidad, uno de los grandes retos medioambientales que enfrentamos a escala global.

El caso de los hipopótamos de Pablo Escobar

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