La mortalidad en los países del Este por la COVID fue superior que en el resto de la UE
Bulgaria tenía una tasa de mortalidad superior al 30 %, pero Polonia, Eslovaquia, Rumanía y la República Checa también tenían tasas superiores al 20 %. En el otro extremo de la escala se encuentran los países escandinavos: Dinamarca, Suecia y Finlandia tienen tasas de mortalidad superiores al 7 %. Las estadísticas oficiales cifran en más de un millón el número de víctimas de la pandemia en la UE, pero las cifras de exceso de mortalidad sugieren que la realidad podría ser aún peor. La esperanza de vida al nacer se redujo de 81,3 a 80,4 años como consecuencia de la pandemia.