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Monitoreo con análisis de sangre no ayuda a niños con enfermedad celíaca

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los análisis de sangre de rutina para detectar la anemia, la disfunción tiroidea y las deficiencias nutricionales no sirven en el monitoreo de la mayoría de los niños con enfermedad celíaca, según publica un equipo de Países Bajos. "Los médicos no necesitan hacer las pruebas comunes, sino personalizarlas para cada niño", dijo la doctora Margaretha Maria Susanna Wessels, del Centro Médico de la Universidad de Leiden. "Lo recomendaría al momento del diagnóstico y si se utiliza una dieta libre de gluten (DLG) sólo en el caso de problemas como fatiga y trastornos del crecimiento", agregó. Los autores evaluaron la frecuencia de la deficiencia de hierro, calcio, folato y vitamina B12, y la disfunción tiroidea en 182 niños celíacos. Lo hicieron al momento del diagnóstico y durante el seguimiento con una DLG. El 28 por ciento de los niños tenía deficiencia de hierro al diagnosticarle la enfermedad, mientras que el 9 por ciento tenía anemia, el 14 por ciento tenía deficiencia de folato, el 1 por ciento tenía deficiencia de vitamina B12 y el 12 por ciento tenía valores elevados de TSH. En todos los niños, excepto uno, se normalizaron los valores de hemoglobina sin suplementos de hierro al año del inicio de la DLG. Lo mismo ocurrió con el folato, sin importar las dosis de suplementos utilizadas. La deficiencia de vitamina B12 se normalizó en seis meses en el único niño afectado. En el grupo con estas deficiencias, el 30 por ciento tenía problemas de crecimiento y el 15 por ciento tenía bajo peso para la altura al inicio del estudio. Todos estos niños recuperaron la estatura y el peso con la DLG. Ocho niños tenían deficiencia de vitamina D al inicio de la investigación, lo que se superó en cuatro niños sin tratar y en dos niños tratados, pero no en dos adolescentes sin tratar. "La enfermedad celíaca no disminuye los niveles de vitamina D", explicó Wessels. "Es tan común como en la población general pediátrica", agregó. En los tres primeros años después del diagnóstico, tres niñas desarrollaron anemia por deficiencia de hierro y en una se mantuvo la deficiencia de hierro. Dos niños desarrollaron deficiencia de folato leve durante el segundo año y la deficiencia de vitamina D persistió en el 25 por ciento de los pacientes. Ninguno de los niños tenía hipertiroidismo o hipotiroidismo al inicio del estudio o durante los cinco o seis años que duró la investigación. El 48 por ciento tuvo valores elevados de TSH en algún momento y el 39 por ciento los tuvo de manera reiterada, pero todos esos niños tuvieron anticuerpos negativos a la tiroperoxidasa. Dos pacientes desarrollaron hipotiroidismo al quinto año de seguimiento de la enfermedad celíaca. "Nuestros resultados indican que estas investigaciones sobre las deficiencias de hierro, folato y vitamina B12 son importantes para el diagnóstico; hasta el 28 por ciento de los niños llegaría a la primera consulta con esas alteraciones", finaliza el equipo. "De todos modos, indicar esas pruebas durante las consultas de control sería cuestionable porque las deficiencias leves sólo afectaron a una minoría de los niños (5-10 por ciento). Esto es importante para la organización del cuidado de los niños celíacos porque los análisis de sangre demandan tiempo y dinero", agregan los autores. FUENTE: Journal of Pediatrics, online 4 de noviembre del 2015