Molly Ringwald: la actriz ícono de los ochenta que pudo haber sido Julia Roberts pero prefirió alejarse

Molly Ringwald es hoy una de las actrices de reparto de la serie Riverdale. Podría haber sido Julia Roberts o Demi Moore, pero en el apogeo de su carrera la pelirroja decidió instalarse en París para disfrutar la maravillosa experiencia de tener veinte años y viajar sin limitaciones económicas. Muchos aseguran que este descanso le valió a la pelirroja la pérdida de un futuro prometedor en Hollywood, sin embargo, cada vez que le preguntan sobre el tema, la actriz de 52 años dice que no se arrepiente.

El corte bob con flequillo de su característica melena pelirroja se convirtió en los ochenta en uno de los looks más copiados por las adolescentes de la época. Con solo tres películas que fueron éxitos de taquilla, el rostro de Molly Ringwald quedó impregnado para siempre en la memoria retro de varias generaciones.

Nacida en 1968 en California, la actriz se convirtió en una estrella de cine en 1984 cuando interpretó a Samantha Baker en la comedia romántica Dieciséis velas. Se trató de una de las primeras películas de John Hughes, el director de los ochenta reconocido por su capacidad para transmitir la sensibilidad, la angustia y las preocupaciones de los adolescentes de la época y que también fue el guionista de éxitos como Mi pobre angelito. El personaje de Molly es el de una chica linda, atractiva, pero insegura: ni una nerd ni tampoco la más popular de la escuela. Ese matiz intermedio fue la clave del éxito del film como luego sucedería en las siguientes obras de Hughes. Con un presupuesto de seis millones de dólares, la película recaudó más 23 millones junto con una serie de buenas críticas en las que se elogiaba especialmente la performance de Ringwald.

Hughes la terminó de convertir en un ícono de la época cuando la eligió nuevamente para protagonizar El club de los cinco (1985) y La chica de rosa (1986). La primera es considerada un clásico de culto de todos los tiempos. La historia cuenta el encuentro entre cinco marginados de la escuela que son obligados a permanecer un sábado en la biblioteca como castigo por distintas razones. Molly interpreta a una chica popular y millonaria que confiesa que se siente acomplejada por su sexualidad mientras que el resto de sus compañeros -Emilio Estévez, Judd Nelson, Ally Sheedy y Anthony Michael Hall- exhibe otros conflictos que son los que terminan hermanando a este grupo de extraños.

Los expertos en moda y estilo personal aseguran que el rosa es uno de los colores menos favorecedores para las pelirrojas. El asunto estético no tuvo ninguna importancia cuando Ringwald fue nuevamente convocada por Hughes para la película La chica de rosa, donde vuelve al papel de joven tímida pero valiente. El resultado fue un éxito de recaudación y fue considerada como la mejor película de adolescentes de la década.

Unos meses después del estreno en 1986, la actriz fue tapa de la revista Time. Se trató del punto más alto de su carrera. Luego participó en un par de producciones más sin trascendencia hasta que, después de rechazar los protagónicos de Mujer Bonita y Ghost, decidió mudarse a París porque se sentía cansada de ser la chica de la trilogía de películas de Hughes. En una entrevista a CBS de 2016, Ringwald reveló que se mudó a Francia para escapar de los reflectores de Hollywood: "No sabía muy bien por qué quería irme, fue una decisión instintiva. Había trabajado durante mucho tiempo y quería descansar. Era el momento de hacerlo. No tenía hijos ni estaba casada. No me arrepiento, hoy sigo muy contenta de haberme ido".

Si bien la actriz renunció por iniciativa propia a los privilegios de Hollywood, nunca dejó de trabajar en papeles secundarios de cine y televisión. En 1999 se casó con un escritor francés llamado Valery Lameignere y se divorció en 2002. Atraída por la literatura, en 2007 celebró una nueva boda con Panio Gainopoulos, otro escritor. A los tres años publicó su primer libro de memorias titulado Getting the pretty back. Con Panio tuvieron tres hijos: Matilda y los gemelos Adele y Roman. En 2012, Ringwald editó otra obra suya, When It Happens to You: A Novel in Stories, que es una serie de cuentos con matiz autobiográfico.

Interesada por todas las expresiones artísticas, en 2013 la actriz grabó un disco de jazz: Except sometimes. En el comunicado del lanzamiento, Molly explicó las razones de su trabajo: "Tuve una conexión temprana con esta música porque mi padre se dedicaba al jazz. A los tres años empecé a cantar en su banda. Junto con la actuación y la escritura, la música es una de mis tres pasiones, el jazz es el espacio donde me siento cómoda, el lugar adonde vuelvo cuando quiero sentirme como en casa".

#tbt circa 1982

Una publicación compartida por Molly Ringwald?? (@mollyringwald) el 23 de Mar de 2017 a las 6:33 PDT

Molly nunca renegó de las películas que la hicieron famosa en los ochenta, pero en 2017 publicó un texto en The New Yorker en el que se expresó en contra de El club de los cinco: "Después de haber visto la película con mi hija de diez años, me di cuenta de que en algunas escenas hay comportamientos sexistas como cuando uno de los personajes mira por debajo de mi falda sin mi consentimiento. Una situación inapropiada y chocante". El artículo salió en el contexto del inicio del Me too. La artista fue una de las actrices que reveló sus experiencias de acoso sexual cuando estalló el caso Weinstein.

Ringwald es muy activa en su cuenta de Instagram. Una de las últimas noticias que tuvimos sobre ella fue hace unos meses en la cita del Super Bowl donde apareció en una publicidad de la marca Avocados from Mexico. En todas las entrevistas que le hicieron al respecto, la actriz aseguró que le encantan las paltas y que realmente ese aviso estaba hecho para ella.