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¿Quién es el gran amigo muy poderoso (y también ahora casero) del rey Juan Carlos I fuera de España?

El goteo de informaciones sobre las actividades de Juan Carlos I ha terminado provocando su marcha de España, aunque aún no se conoce su paradero. Una semana después del anuncio de Casa Real continúa el debate sobre el país elegido por el emérito.

Tras ponerse sobre la mesa las opciones de Portugal, República Dominicana o Nueva Zelanda, parece que empieza a cobrar fuerza la posibilidad de Emiratos Árabes. ABC ya lo comentaba el pasado 7 de agosto y una foto del monarca bajando por la escalerilla del avión en Abu Dabi, publicada por Nius, parece confirmar este extremo. Un destino que no sería sorprendente dada la amistad que une a Juan Carlos I con su príncipe heredero, Mohamed bin Zayed, y el poder que tiene este último en la región.

Mohamed bin Zayed y Juan Carlos I. (CRISTINA QUICLER/AFP via Getty Images)
Mohamed bin Zayed y Juan Carlos I. (CRISTINA QUICLER/AFP via Getty Images)

Los Emiratos Árabes se unieron en 1971 como una federación de jeques enriquecidos gracias al petróleo. La región rápidamente se convirtió en una de las más desarrolladas y avanzadas del mundo, ya que la proliferación de dinero hizo que se construyeran rascacielos, lujosos emplazamientos y grandes centros comerciales.

Durante años, este conjunto de emiratos, liderado precisamente por Abu Dabi, se mantuvo al margen de los conflictos en el mundo. Sin embargo, esos tiempos quedaron atrás. Hoy en día las fuerzas emiratíes están presentes en países como Yemen, Libia, Somalia o Egipto y la influencia de su clase gobernante es decisiva para la región.

Detrás de este intervencionismo internacional se encuentra precisamente Mohamed bin Zayed, a la sazón gobernante de facto del emirato y de la federación desde que su hermanastro Jalifa sufriera un derrame cerebral en el año 2014.

Entre el monarca español y el heredero emiratí hay una relación tan cercana que el primero ha visitado hasta en tres ocasiones Emiratos desde su abdicación en 2014, normalmente para ver la Formula 1, deporte del que el emérito es muy aficionado. Precisamente en un viaje anterior, en el año 2011, Mohamed bin Zayed regaló a Juan Carlos I dos ferraris valorados en 700.000 euros.

Los rumores ahora apuntan a que el monarca podría estar alojado en el Emirates Palace, un complejo de lujo que se construyó con la financiación del Gobierno emiratí y donde una suite presidencial cuesta unos 11.000 euros por noche. Un emplazamiento ostentoso en el que Juan Carlos I podría haberse convertido en el huésped de lujo de Bin Zayed.

El lujoso Emirates Palace (Getty Creative).
El lujoso Emirates Palace (Getty Creative).

Pese a que el nombre del heredero no sea tan conocido a nivel internacional como el de otros mandatarios de la zona, lo cierto es que su influencia internacional es muy importante hasta el punto que el New York Times reporta que es el líder más poderoso del mundo árabe y que su voz siempre se escucha en Washington. Tanto es así que su buena relación con Trump ha provocado que Estados Unidos adopte los puntos de vista del príncipe emiratí sobre países como Libia, Catar o Arabia Saudí.

Además de que Mohamed bin Zayed es probablemente la persona más rica del mundo (se estima que posee en fondos soberanos 1.300 millones de dólares), ha convertido a Emiratos en una gran potencia militar en la región. Su ejército es el más potente del mundo árabe y ha sido equipado por Estados Unidos para llevar a cabo operaciones de vigilancia y combate de alta tecnología más allá de sus fronteras. Es fácil mirar algunos de los conflictos que se han producido en la zona en los últimos años y ver la mano de Emiratos.

Presente en los conflictos de la región

Más allá de su intervencionismo en Libia o Yemen, el príncipe ha sido un firme enemigo de las Primaveras Árabes que hace casi una década llevaron a la caída de regímenes dictatoriales en países como Túnez o Egipto. El auge de los movimientos islamistas como consecuencia ha sido combatido por Bin Zayed, temeroso del poder que podían ganar este tipo de grupos en las sociedades y que podían amenazar su posición.

Con un Estados Unidos resignado, una Arabia Saudí en la que gobernaba un monarca enfermo y una Turquía animando el islamismo, la figura del príncipe emiratí sobresalió. Primero consiguiendo como aliado a Mohamed bin Salman, el heredero saudí que a la postre hoy en día es el monarca en la sombra y al que se considera aprendiz del poderoso Bin Zayed.

Mohamed bin Zayed junto al presidente egipcio Al Sisi. (Photo by KARIM SAHIB/AFP via Getty Images)
Mohamed bin Zayed junto al presidente egipcio Al Sisi. (Photo by KARIM SAHIB/AFP via Getty Images)

Y después fomentando un intervencionismo regional que ha hecho que Emiratos y Arabia Saudí estén muy presentes en la política de otros países. Ayudaron a la caída del gobierno islamista en Egipto; intervinieron en la guerra civil libia desafiando el embargo de Naciones Unidas, participan activamente en la guerra de Yemen, fomentaron un embargo contra Catar…

Tal y como cuenta el New York Times, el papel que ha adoptado el poderoso heredero es el de liderar esta serie de contrarrevoluciones en el entorno y así evitar cambios relevantes en los regímenes. Para Estados Unidos es un aliado leal y capaz que conseguir mantener el control en una región tradicionalmente muy inestable.

Aunque como es lógico este intervencionismo le ha granjeado críticas de las asociaciones de derechos humanos por su papel militar en los conflictos de Yemen y Libia. Ahora está por ver si Mohamed bin Zayed también es el casero de Juan Carlos I.

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