El mito del sexo y los atletas: ¿es bueno o malo antes de una competencia?

Dra. Soledad Echegoyen Monroy / Especialista en Medicina del Deporte

Seguramente alguna vez en la vida te has preguntado si los deportistas Olímpicos tienen una vida normal. ¿Crees que esas personas que hacen increíbles hazañas que pudieran parecer sobrehumanas se comportan en todas las situaciones igual que cualquier joven? Hay algunas preguntas que nos hacemos y entre estas se encuentra ¿La actividad sexual tiene algún efecto en el desempeño del deportista? ¿Los deportistas tienen que llevar una abstinencia sexual antes de una competencia para obtener buenos resultados?

Getty Images
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En la actualidad y por tradición de años, la mayoría de los entrenadores recomiendan a sus deportistas no tener relaciones sexuales antes de una competencia, pero, ¿de dónde viene la evidencia para realizar esa recomendación?

Desde la época antigua, en Grecia y Roma se pensaba que la abstinencia sexual era necesaria, ya que tenía que haber una comunión entre el cuerpo y el espíritu. Un deportista para asegurar su desempeño tendría que descansar antes de una competencia y no tener actividades de distracción. Esta recomendación ha perdurado a través de los años y muchos entrenadores consideran necesaria la abstinencia, porque se piensa que con la actividad sexual se genera un desgaste físico y, en el caso de los hombres, con la eyaculación se disminuye la testosterona, lo que provoca que se reduzca la agresividad y la fuerza muscular. Mohammad Alí decía que requería de abstinencia de seis semanas antes de una pelea, porque eso aumentaba su agresividad.

¿Mito o realidad?

Como médico especialista del deporte trabajé por varios años en un equipo mexicano de fútbol profesional con buena trayectoria y recuerdo que los entrenadores recomendaban abstinencia sexual a los jugadores e incluso en las concentraciones del equipo de primera división se evitaba que antes del juego los futbolistas tuvieran visitas en sus habitaciones.

Por otra parte, Dave Wottle, un atleta de pista de distancia media, que obtuvo la medalla de oro en los 800 metros en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972 y Kerrin Lee Garnet, esquiadora alpina quien obtuvo una medalla de oro en la prueba de descenso en los Juegos Olímpicos de Invierno en Albertville en 1992, manifestaron que sus triunfos parcialmente se debieron que tuvieron sexo antes de las carreras.

El ex campeón mundial de peso pesado Muhammad Ali y el campeón canadiense George Chuvalo intercambian golpes en su batalla de 12 asaltos en Vancouver, Columbia Británica el 2 de mayo de 1972. Ali ganó por decisión unánime. Mohammad Alí decía que requería de abstinencia de seis semanas antes de una pelea, porque eso aumentaba su agresividad.  (Foto AP)

En Juegos Olímpicos más recientes como el de Londres en 2012, el Comité Olímpico Internacional distribuyó 150,000 condones a los deportistas, lo que provocó que se hiciera una nota especial en CNN en la que dieron su opinión sobre este evento administrativos, deportistas y médicos, quienes refirieron que el sexo ayuda a relajar, a satisfacer físicamente, así como tener una distracción mental de la competencia.

Pero también mencionaron que no hay evidencia científica sobre esto y que el gasto calórico durante un acto sexual es mínimo, por lo que parece que la evidencia se ha basado en experiencias anecdóticas. Sin embargo, en la medicina se requiere de evidencia científica para realizar una recomendación. En medicina para dar un tratamiento o prescripción de ejercicio, se requiere basar las decisiones en lo que se denomina evidencias. Sobre todo, porque cuando realizamos una recomendación debemos estar seguros de que el paciente o deportista recibirá el mayor beneficio y que no tendrá un efecto contrario. Las evidencias para poder tomar una decisión deben estar basadas en hechos científicos, en donde las pruebas sean objetivas, contrastables, reproducibles y generalizables. De ahí que la evidencia se obtiene mediante la investigación con la aplicación rigurosa del método científico.

¿Qué dice la ciencia?

Cuando hablamos del desempeño, los médicos del deporte tenemos diferentes maneras de controlarlo y medirlo. Se pueden realizar mediciones de fuerza, resistencia aeróbica, tiempo de reacción, memoria, potencia, flexibilidad, niveles de testosterona, colesterol y glucosa en sangre entre otros. Por eso, en relación con los cambios en el desempeño deportivo posterior a tener relaciones sexuales se han hecho estudios con medición de algunas de estas variables.

Este tipo de estudios se iniciaron en 1968 por Johnson (Muscular performance following coitus∗. Journal of Sex Research) y en 1981 por Anshel (Effects of sexual activity on athletic performance. Physician Sports Med.), para tratar de demostrar los cambios del desempeño con actividad sexual. Pero en ese tiempo todavía no se tenían las bases de la realización de estudios científicos clínicos rigurosos. De tal manera, que los estudios que se han hecho tienen algún error en el diseño y no son generalizables. Para poder encontrar la mejor evidencia, se realiza una revisión rigurosa de las publicaciones sobre un tema, denominándose revisiones sistemáticas y meta-análisis.

 La ganadora de la medalla de oro Kerrin Lee-Gartner, de Canadá, (centro),flanqueada por las otras medallistas de la prueba de descenso femenino en Meribel, Francia, el sábado 15 de febrero de 1992. Kerrin manifestó que su triunfó se debió en parte al haber tenido actividad sexual antes de su competencia. (Foto AP / Rudi Blaha)
La ganadora de la medalla de oro Kerrin Lee-Gartner, de Canadá, (centro),flanqueada por las otras medallistas de la prueba de descenso femenino en Meribel, Francia, el sábado 15 de febrero de 1992. Kerrin manifestó que su triunfó se debió en parte al haber tenido actividad sexual antes de su competencia. (Foto AP / Rudi Blaha)

En la actualidad hay dos revisiones sistemáticas publicadas en revistas científicas sobre investigaciones del efecto de la actividad sexual sobre el desempeño del deportista. La primera de Stefani y cols. (Sexual activity before sports competition: a systematic review. Frontiers in physiology, 2016) que realizaron una búsqueda de las publicaciones relacionadas con el desempeño y la actividad sexual. Los investigadores encontraron estudios en donde utilizaron cuestionarios, mediciones de sangre, fuerza y pruebas cardiovasculares; los estudios fueron aplicados a deportistas mujeres y hombres. Dentro de los hallazgos reportados no había evidencia suficiente sobre efectos negativos en el desempeño deportivo en relación con la fuerza y resistencia en deportes individuales y colectivos después de actividad sexual. Tampoco encontraron evidencia de que existieran cambios hormonales con la actividad sexual. Pero aclaran que no se han estudiado suficientes deportes y lo más importante es que muchos estudios carecen de rigurosidad científica y presentan algún error de diseño e incluso no reflejan la vida real.

En la segunda revisión publicada, Soori y cols. (Sexual activity before competition and athletic performance: A systematic review. Annals of Applied Sport Science, 2017) refieren que tampoco hay diferencias entre los grupos de abstinencia y los que tuvieron actividad sexual 10 horas antes de la competencia, indicando que no afectaba el rendimiento. Incluso mencionaron que la actividad sexual solo representaba una actividad considerada como ligera a moderada en cuanto a la intensidad, y que se compara como subir dos pisos de un edificio. Dentro de las publicaciones revisadas, un autor mencionó que hay un efecto negativo cuando se tiene sexo dos horas antes de una actividad deportiva. Pero con una sola investigación no se puede generalizar.

El estadounidense Dave Wottle (Der.) y el ucraniano Yevhen Arzhanov (Izq.), -quien cae al suelo-  en la final masculina de 800 metros de los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Wottle aseguró que ganó esa final tras tener actividad sexual previa. | AFP a través de Getty Images)
El estadounidense Dave Wottle (Der.) y el ucraniano Yevhen Arzhanov (Izq.), -quien cae al suelo- en la final masculina de 800 metros de los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Wottle aseguró que ganó esa final tras tener actividad sexual previa. | AFP a través de Getty Images)

En las dos revisiones recalcan el hecho de que existen factores individuales y que se tiene que tomar en cuenta los hábitos de cada deportista y sobre todo que muchos atletas quieren sentirse libres de tomar sus decisiones en este aspecto. Debido a que no hay evidencia suficiente, sobre si la actividad sexual tiene algún efecto negativo en el desempeño deportivo antes de una competencia y en algunos los resultados hay controversia, hasta este momento no se puede hacer una recomendación basada en evidencia científica. Solo parece que para aquellos que realicen el acto sexual 10 horas antes y estén acostumbrados, no tiene ningún efecto. Algunos estudios incluso subrayan la importancia de mantener constantes los hábitos de la vida sexual de los deportistas. Sin embargo, algunos entrenadores recomiendan la abstinencia, sin que a la fecha haya evidencia científica publicada.

Es claro que hasta este momento la evidencia es controversial. Seguimos sin saber con exactitud cuál sería la mejor recomendación para los atletas ya que los datos son insuficientes sobre los efectos en variables de desempeño. Debido a que la salud es muy importante además del desempeño físico hacen falta más estudios para que las recomendaciones médicas se basen en evidencias científicas y de esta manera se abarquen la salud y el desempeño ¿Y tú qué opinas?

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