Misión Nombre de Dios, un Santuario Nacional donde se realizó la primera misa en los Estados Unidos

San Agustín es una ciudad que está llena de historia y esto se puede apreciar en cada rincón, cada pieza que compone sus impresionantes estructuras.

Además de ser conocida como la ciudad continental más antigua de los Estados Unidos, San Agustín cuenta además con un nuevo importante reconocimiento.

La ciudad, nombrada en honor de San Agustín de Hipona, el primer filósofo importante de la era cristiana y obispo durante los últimos años del Imperio Romano, cuenta con un Santuario Nacional.

Muchos conocen la historia de cuando Juan Ponce de León llegó en 1513 a Florida por primera vez en plena época de pascua cuando las flores estaban en pleno esplendor. De ahí el nombre de la Florida. Sin embargo, esta Ciudad Amurallada cuenta con los cimientos de donde se celebró la primera misa católica en los Estados Unidos marcando no solo el comienzo de la cristiandad para los católicos, pero para los cristianos de todas las denominaciones.

“La misión tiene sus orígenes en el 8 de septiembre de 1565, cuando el almirante Pedro Menéndez de Avilés desembarcó con una banda de colonos para fundar San Agustín. Esta ubicación sería el punto de partida para la ciudad no indígena más antigua continuamente ocupada de América del Norte. Avilés desembarcó y proclamó este sitio para España y la Iglesia arrodillándose para besar una cruz de madera que le regaló el padre Francisco López de Mendoza Grajales, capellán de su expedición. Poco después, la gente de habla hispana y local de Timucua celebró una Misa de Acción de Gracias, la primera Misa en Florida”, explicó a El Sentinel Orlando Elizabeth Duran Gessner, portavoz de la Misión de Dios.

Hoy en día, St. Augustine es uno de los destinos de Florida más populares y los aficionados a la historia, los amantes de la naturaleza y hasta los deportes pueden encontrar un lugar natural para descubrir a Florida.

Entre sus encantos, el Santuario de Nuestra Señora de la Leche (Lady of la Leche) en la Misión Nombre de Dios. Este es el Santuario Mariano más antiguo de los EE. UU., y recientemente fue elevado a Santuario Nacional por la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU.

“Esto es un gran honor para nosotros”, dijo emocionada Duran Gessner. “No solo nos posiciona en un momento histórico único para nuestra nación, sino que nos pone en el ojo internacional.

Durante muchos años, el Santuario de Nuestra Señora de La Leche en la Misión Nombre de Dios en San Agustín ha sido un hito de renombre para los peregrinos que lo visitan de todo el mundo.

Es el Santuario Mariano más antiguo de Estados Unidos y cuenta con una capilla que fue reconstruida en 1915. En octubre de 2019 el obispo Felipe J. Estévez anunció que el Santuario de Nuestra Señora de La Leche fue elevado a Santuario Nacional por la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB).

En 2012, el Vaticano aprobó una fiesta para que Nuestra Señora de la Leche se insertara en el calendario diocesano el 11 de octubre. Este año, la Santa Sede aprobó el título BV Nuestra Señora de la Leche, y una coronación canónica de la estatua. ocurrirá el 11 de octubre de 2020, como parte del 150 aniversario del establecimiento de la Diócesis de San Agustín. Esta es solo la cuarta María coronada en los Estados Unidos.

En la actualidad hay cerca de 219 Santuarios Nacionales de los cuales 72 están en los Estados Unidos, incluyendo el de Nuestra Señora de la Leche.

Un santuario nacional es una iglesia católica u otro lugar sagrado que ha cumplido con ciertos requisitos y la conferencia episcopal nacional le otorga este honor para reconocer el significado histórico, cultural y religioso especial de la iglesia.

Para que una iglesia reciba el estatus de santuario nacional deben cumplir con una serie de pasos y certificaciones. “No es un proceso sencillo. Se requiere mucha documentación y poder probar que es un lugar al que los fieles peregrinan por una razón especial de piedad. Son múltiples los requisitos para que la Santa Sede confiera este honor”, dijo Duran Gessner.

“Un dato histórico importante y el cual nos da nuestro nombre es que cuando Menéndez llegó aquí, no proclamó esta tierra en nombre de los reyes sino en nombre de Dios. Desde entonces, los españoles comenzaron su devoción a Nuestra Señora de la Leche. Cientos de años después, las personas llegan a nuestra pequeña capilla para orar por la poderosa intercesión de la Señora de la Leche. Oran por la fertilidad, por la salud de sus hijos, por el parto seguro de los que están esperando”, explicó Duran Gessner.

La primera misa católica en Estados Unidos

El Santuario de Nuestra Señora de La Leche en la Misión Nombre de Dios está ubicado en la Gran Cruz, al norte del centro de San Agustín. Allí pueden

“Uno entra aquí y lo que se siente es una paz y una energía sinigual. Es un lugar hermoso pero que nos posiciona en la historia de los Estados Unidos e independientemente de tu afiliación religiosa, conocer de esa época y cómo esto comenzó aquí, es impresionante”, destacó Duran Gessner.

Fue en esos terrenos que el padre López celebró la primera misa parroquial y comenzó el trabajo en la primera misión de América. En la Misión Nombre de Dios, los visitantes pueden encontrar numerosos artefactos, tanto sagrados como seculares, desde el comienzo del asentamiento español en San Agustín.

“El padre Francisco López de Mendoza Grajales celebró la primera misa en un altar rústico de madera similar a este. No sabemos si es este el lugar exacto, pero sí que fue en estos terrenos”, dijo Duran Gessner señalando una réplica del altar que yace en los predios de la Misión Nombre de Dios.

Según la historia, se cree que Pedro Menéndez ofreció una comida de acción de gracias e invitó a los nativos timucuanos a unirse a la celebración. Los historiadores suponen que los españoles habrían servido un guiso hecho con garbanzos, cerdo salado y ajo acompañado de vino tinto. Igualmente se cree que los timucuanos suministraron el pavo, tortuga y pescado, junto con maíz y calabaza. “Esto es lo que conocemos como la primera comida de acción de gracias celebrada en nuestro país”, dijo Duran Gessner. Esto sería unos 55 años antes que la comida con los peregrinos en Plymouth Plantation.

La experta en historia de San Agustín destacó que muchos de los cimientos originales han sido destruidos en múltiples ocasiones pues “en aquella época las guerras y batallas todo se quemaba. Al ser la mayoría de las estructuras en madera, se deshacían en nada”.

De hecho, la capilla original fue destruida por disparos durante la época colonial y más tarde por un huracán. La actual capilla alberga ahora una réplica de la estatua original que fue destruida durante la Guerra Civil Española del 13 de marzo de 1936. Además, fue escenario del Martirio del Padre Rodríguez y un Hermano Franciscano durante la Revuelta India de 1597, luego desmantelada y abandonado durante las redadas fronterizas de Georgia. El edificio actual es el cuarto edificio de los cimientos. Fue reconstruido por el obispo Verot en 1873 y derribado por una tormenta un año después, y luego reconstruido por el obispo Curley en 1918.

Cerca de aquí, la Gran Cruz que se divisa desde casi todas las zonas de San Agustín. Con 208 pies de altura, fue erigida en 1966 para conmemorar el 400 aniversario de la primera misa parroquial. Está construida con 70 toneladas de placas de acero inoxidable, empaquetadas con concreto en su tercio inferior para evitar daños provocados por los huracanes, muy comunes en el Estado del Sol.

La Gran Cruz es uno de los íconos del Santuario de Nuestra Señora de la Leche, y su altura, según la placa que lo acompaña, fue diseñada para que todos los que estuvieran cerca de San Agustín pudieran verlo y recordar “el comienzo religioso de nuestra nación”.

Una réplica de la Misión y la Fuente de la Juventud

El lugar donde yace de la Fuente de la Juventud fue reclamado por España durante más de dos siglos hasta que Gran Bretaña reinó durante dos décadas sucesivas. En 1783, España recuperó el dominio de Florida y el sitio fue cedido a la familia Arnau en 1807. Henry H. Williams, propietario de un negocio de San Augustín familiarizado con la historia del sitio, compró la propiedad a Paul Arnau en 1868 y comenzó a vender vasos de agua por 5 centavos mientras proporcionaba un libro de visitas para que los visitantes lo firmaran. Ahora, el sitio de la Fuente de la Juventud ha permanecido en la familia Fraser durante casi 100 años, desde que Walter B. Fraser, el abuelo del actual propietario John Fraser, compró la propiedad en julio de 1927.

Desde entonces el lugar se ha convertido en un punto turístico donde las personas van a tomar de la “misma agua que Juan Ponce de León bebió”.

En los predios está una fuente de agua fresca que fluye libremente y la cual según el historiador Dr. Roger Smith explicó en su libro sobre la Fuente de la Juventud, fue la prueba del descubrimiento de una piscina mitológica que ofrecía la eterna juventud de los Timucua que tenían una vida saludable y vigorosa.

Hoy en día la Fuente de la Juventud ahora recibe entre 900 y 1500 visitantes. Durante la pandemia del coronavirus se vio afectada la visita tras tener que estar cerrados, pero John Costas, intérprete histórico en el Parque Arqueológico de la Fuente de la Juventud dijo que dado a que es un lugar al aire libre “poco a poco vamos retomando más volumen de visitas”.

Costas, quien fungió como “monje franciscano” hace varios años en la atracción, destacó que “cuando las personas vienen aquí van a ver tanta historia en todas partes, pero aquí tenemos no solo la Fuente de la Juventud, pero pueden ver la réplica de la primera iglesia Franciscana en los Estados Unidos”.

“Muchas personas cuando piensan en la iglesia Franciscana piensan en California. Eso [pasó 3/8 200 años después”, dijo. Para Costas, una de las cosas más impresionantes de la llegada de Menéndez y su interacción con los nativos Timucua, “el dijo ‘no vamos a hacer conversiones forzadas’. Las personas se convierten [a la religión] voluntariamente”, destacó.

Según Costas, tomó alrededor de 10 años completar la construcción del edificio de la Misión “se convirtió en una misión oficial y es cuando se comenzó a conocer como la Misión Nombre de Dios”, relató.

“Cuando vienes a San Agustín, aprendes un lado de la historia que nunca escuchamos. Sabemos quien es Juan Ponce de León y todos los conquistadores, pero Pedro Menéndez, su historia está aquí en San Agustín y cómo comenzó la primera iglesia en nuestro terreno”, dijo Costas.

“La historia de Estados Unidos y la historia cristiana de nuestra nación no está completa sin visitar San Agustín”, aseveró Costas.

*Jennifer A. Marcial Ocasio es reportera de El Sentinel Orlando. La pueden contactar a jmarcial@orlandosentinel.com.