El nuevo primer ministro de Siria promete "garantizar" los derechos de todas las confesiones
El nuevo primer ministro de transición de Siria aseguró el miércoles que la coalición dirigida por los islamistas, que derrocó a Bashar al Asad, "garantizará" los derechos de todos los grupos religiosos, y pidió a los millones de sirios que huyeron al extranjero que regresen al país.
Mohamad al Bashir, recién nombrado, admitió "el comportamiento equivocado de algunos grupos islamistas" que condujo a que "el significado de islam [...] se haya tergiversado", en una entrevista al diario italiano Corriere della Sera.
"Precisamente por ser islámicos garantizaremos los derechos de toda la población y todas las confesiones en Siria", aseguró el dirigente, al frente de un gobierno de transición hasta el 1 de marzo.
La alianza rebelde que puso fin el domingo a medio siglo del clan Al Asad en el poder en Siria está liderada por el grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), antigua rama siria de Al Qaida. El movimiento asegura que rompió con el yihadismo pero sigue en la lista de "terroristas" de varios países occidentales, incluido Estados Unidos.
En la entrevista, publicada el miércoles, Bashir instó a los sirios en el extranjero --unos seis millones, o sea una cuarta parte de la población, que huyeron desde 2011-- a regresar para "reconstruir" y hacer "florecer" el país, donde sunitas, alauitas, cristianos y kurdos cohabitan con dificultad.
Siria, devastada por 13 años de guerra civil, que ha causado más de medio millón de muertos, "es ahora un país libre que se ha ganado su orgullo y dignidad", dijo.
"Vuelvan", insistió, después de que varios Estados, como Alemania, Austria o Reino Unido, decidieran suspender los procesos de solicitudes de asilo de ciudadanos sirios.
El país "no acabará en otra" guerra, aseguró la víspera Abu Mohamad al Jolani, el jefe de HTS, que lideró la ofensiva rebelde lanzada el 27 de noviembre.
- "Vivir con normalidad" -
En la capital, Damasco, donde ondea la bandera de la revolución verde, blanca y negra, el día a día va tomando forma.
Rania Diab, una doctora de 64 años, dice esperar que "podamos vivir con normalidad en nuestro país, que nuestras libertades sean preservadas".
Pero para muchos sirios, la prioridad ahora es buscar a los amigos y familiares desaparecidos durante las décadas de atroz represión del gobierno.
Nabil Hariri, oriundo de Daraa, en el sur, mira en la morgue de un hospital de la capital imágenes de cadáveres. Busca a su hermano, detenido en 2014 con apenas 13 años. "Cuando estás hundido, te agarras a lo que sea", dice este hombre de 39 años. "Buscas dónde sea, preguntas".
Desde 2011, más de 100.000 personas murieron en cárceles sirias, estimó en 2022 el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Varios países y la ONU aseguraron que vieron los mensajes enviados por el nuevo gobierno, pero advirtieron que esperan que se traduzcan en hechos.
Estados Unidos afirmó que "reconocería y apoyaría plenamente un futuro gobierno sirio surgido de un proceso [político] inclusivo". La UE reconoció los "enormes desafíos" del país y dijo esperar que Siria no repita lo ocurrido en Irak, Libia o Afganistán.
Rusia, aliado hasta ahora del poder derrocado, quiere ver la situación de Siria estabilizada "lo antes posible" y afirmó que está "en contacto" con las nuevas autoridades, sobre todo en relación a las bases militares rusas en el país.
- Mausoleo incendiado -
La tumba de Hafez al Asad, padre de Bashar al Asad, fue incendiada en su ciudad natal de Qardaha, en el corazón de la comunidad alauita del clan en Latakia, en el noroeste, según imágenes de vídeo tomadas el miércoles por AFP que muestran a combatientes rebeldes y jóvenes observando cómo arde.
El OSDH aseguró que los rebeldes prendieron fuego al mausoleo y las imágenes muestran partes del monumento en llamas.
En el terreno, los expertos advierten sobre las rivalidades y los conflictos abiertos entre las diferentes facciones.
En el nordeste de Siria, donde los combates entre fuerzas prokurdas y proturcas causaron más de 200 muertos en tres días, según el OSDH, el jefe de las tropas kurdas anunció una tregua en Manbij, "con la mediación estadounidense".
"Nuestro objetivo es conseguir un alto el fuego en toda Siria para empezar un proceso político en pro del futuro del país", dijo Mazlum Abdi, comandante de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), dominadas por los kurdos y apoyadas por Washington.
Por su lado, Israel muestra su determinación a no permitir que "ninguna fuerza hostil se establezca en su frontera" con Siria, en palabras de su primer ministro, Benjamin Netanyahu.
En estas últimas 48 horas, el ejército israelí efectuó cientos de bombardeos contra posiciones militares en el país vecino y desplegó tropas cerca de la zona desmilitarizada al límite de los Altos del Golán sirio, ocupado por Israel.
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