Ministra chilena de la Mujer: "No me sorprendió el machismo institucional"

Santiago de Chile, 25 nov (EFE).- La ministra chilena de la Mujer, Antonia Orellana, admitió este viernes a EFE que no le ha "sorprendido" el machismo que ha encontrado en las instituciones y aseguró que estaba "preparada" para los ataques de la derecha.

"Sabíamos que la política de género iba a estar en la primera línea de la oposición", dijo en una entrevista horas antes de que el poderoso movimiento feminista chileno vuelva a sacar músculo en las calles para conmemorar el Día contra la Violencia Machista.

Periodista y activista, Orellana (Santiago, 1989) es la ministra de la Mujer con más poder de la historia de Chile e integra el llamado "comité político", el núcleo duro del Gobierno del presidente Gabriel Boric, el primero con más mujeres que hombres del continente.

El objetivo, explicó, es "transversalizar" la lucha por la igualdad de género e impregnar al resto del gabinete.

Pregunta (P): Este viernes conmemoran por primera vez como Gobierno el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ¿cómo lo van a afrontar?

Respuesta (R): Anunciaremos medidas que tienen relación con la reparación de víctimas de violencia sexual y seguiremos difundiendo nuestra campaña anual de sensibilización, en este caso dirigida a varones y al entorno cercano de quienes viven con violencia o quienes la ejercen.

P: El presidente de Chile, Gabriel Boric, sostiene que hay que transversalizar la lucha por la igualdad, ¿a qué se refiere?

R: La transversalización es un proceso que empezó en los 80 en otros países y que tiene como objetivo que todos los programas del Estado consideren la diversidad de la población a la hora de planificar una política pública y que no ocurra, como ha pasado tradicionalmente, que las mujeres se queden sin acceso a servicios porque sus diferencias no están contempladas en la formulación. También buscamos asentar mecanismos para que la transversalidad no dependa de la voluntad del gobierno de turno.

P: ¿Cómo ha sido la recepción en los otros ministerios?

R: Hay ministerios que ya tenían más avanzado el trabajo, los que tradicionalmente están asociados a sectores donde trabajan más mujeres como salud o educación, pero estamos dando grandes pasos también, por ejemplo, en Minería. Hace una semana la estatal Codelco anunció el plan más ambicioso de su historia para que las mujeres lleguen al 35 % de la plantilla.

"LAS EXPECTATIVAS DE LAS FEMINISTAS SON MUY ALTAS"

P: En estos ocho meses que está en el cargo, ¿cuál ha sido su mayor desafío?

R: Lidiar con la frustración de los tiempos de la política pública. Para que una necesidad se exprese en un programa necesitas datos que muchas veces no existen, en particular sobre mujeres, niñas y diversidades y disidencias. Lidiar políticamente entre el ideal normativo y la realidad es nuestro trabajo principal, considerando que las expectativas de las comunidades de las que venimos son muy altas.

P: ¿Siente que el movimiento feminista está satisfecho hasta ahora?

R: Satisfechas no, porque todavía estamos en proceso de asentar algunos cambios, pero sí hemos dado pasos importantes para iniciar algunas cuestiones de largo plazo. Las organizaciones de mujeres cuidadoras saben que el sistema de cuidados no es algo que se construye en un año, ni siquiera en cuatro, pero el lunes pasado dimos el primer paso implementando un registro nacional que nos va a permitir saber quiénes son las cuidadoras en Chile, que calculamos deberían ser unas 600.000.

P: ¿Qué es un sistema nacional de cuidados?

R: La respuesta tradicional habla de corresponsabilidad, pero si seis de cada diez hogares son liderados por una mujer sola, la corresponsabilidad tiene que ser social y no privada porque no hay con quién compartir esa responsabilidad. El sistema de cuidados que estamos proponiendo está planteado desde la perspectiva de crear capacidad pública de apoyo a los cuidados.

"ESTÁBAMOS PREPARADAS PARA LOS ATAQUES"

P: ¿Cree qué hay más machismo en las instituciones de lo que pensaba?

R: No, yo siempre espero lo peor.

P: En la última encuesta Data Influye aparece entre las ministras con menos conocimiento del Gobierno, ¿a qué lo achaca?

R: Las encuestas forman parte del juego en el que una entra cuando es autoridad y no modulan nuestro actuar, sí tomamos nota.

P: ¿Siente que hay cierto rechazo hacia el nuevo relato que se ha instalado sobre el feminismo desde el ministerio?

R: Lo teníamos clarísimo desde antes de ser ministra. Ya entonces di una entrevista en la que dije que la política de género iba a estar en la primera línea de la oposición y así ha sido. Las derechas chilenas actúan según el guion coordinado con la derecha española, brasileña... estábamos preparadas para eso.

P: Chile rechazó una de las Constituciones más feministas del mundo, ¿se ha perdido la oportunidad de tener una Carta Magna con tantos derechos para las mujeres?

R: La historia de Chile nos muestra que el movimiento de mujeres es persistente. Hemos tenido también grandes derrotas previamente y de esas se aprende y se sale adelante. No veo que se vaya a detener la movilización por una derrota electoral.

P: En 2026, cuando dejen el Gobierno, ¿habrá aborto libre en Chile?

R: Eso depende del Congreso. La democracia siempre es mucho más complicada que el deseo.

Meritxell Freixas y María M.Mur

(c) Agencia EFE