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Los militares golpistas y el Gobierno derrocado de Burkina Faso negocian una transición

Un hombre sostiene una bandera nacional mientras la gente se reúne en apoyo del golpe de Estado que derrocó al presidente Roch Kabore, disolvió el Gobierno, suspendió la constitución y cerró las fronteras en Burkina Faso, en Uagadugú

UAGADUGÚ, 27 ene (Reuters) - La junta militar que se impuso en el poder de Burkina Faso esta semana tras un golpe de Estado advirtió a los exministros del Gobierno derrocado que no salgan de la capital del país y que no pongan obstáculos a sus mandos militares durante las conversaciones sobre cómo volver a la normalidad democrática con unas elecciones, dijo el jueves uno de los políticos presentes en las reuniones.

Los oficiales, que se autodenominan Movimiento Patriótico para la Salvaguarda y la Restauración (MPSR), destituyeron el lunes al presidente burkinés, Roch Kaboré, al que culparon de no haber contenido el empeoramiento de la violencia de la insurgencia islamista.

El MPSR ha dicho que propondrá un calendario para el retorno al orden constitucional "en un plazo razonable", pero no ha detallado sus planes para la transición.

El líder del MPSR, el teniente coronel Henri-Paul Damida, se reunió el miércoles con miembros del Gobierno de Kaboré, según uno de los exministros presentes en el encuentro, que pidió no ser nombrado.

Damida les advirtió en contra de hacer nada que obstaculice la actividad de la junta militar, así como de viajar fuera de la capital, si bien expresó su agradecimiento por cualquier contribución que puedan hacer en favor de una transición, dijo el exministro.

La junta militar también tiene previsto reunirse con un grupo de sindicatos el jueves, según una nota interna de la principal organización laboral de Burkina Faso a la que tuvo acceso Reuters.

Las reuniones se celebran antes de una cumbre de emergencia de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), integrada por 15 miembros, que se celebrará el viernes para debatir cómo responder al golpe de Estado.

La CEDEAO impuso sanciones a Malí y Guinea tras los golpes de Estado de agosto de 2020 y septiembre de 2021, respectivamente.

El nuevo golpe de Estado en el área de África Occidental y Central se produce en un momento de creciente violencia por parte de la insurgencia islamista, que ha matado a miles de personas y ha desplazado a millones en toda la región del Sahel, erosionando la fe en los líderes democráticos para combatir el problema.

Las juntas militares de Malí y Guinea, así como la nación centroafricana de Chad, donde los militares tomaron el poder en abril de 2021, han establecido Gobiernos de transición similares con una mezcla de mandos militares y civiles.

Las juntas militares de Malí y Chad acordaron una transición de 18 meses hacia elecciones democráticas, mientras que la de Guinea aún no ha establecido un calendario.

Las autoridades malienses, sin embargo, se han retractado de su compromiso original y han propuesto retrasar hasta cuatro años las elecciones, previstas inicialmente para el próximo mes.

(Reportaje de Thiam Ndiaga; redacción de Aaron Ross; edición de Alison Williams; traducción de Darío Fernández)