Turba irrumpe en Capitolio para obstruir triunfo de Biden

WASHINGTON (AP) — Una violenta multitud leal al presidente Donald Trump irrumpió en el Capitolio federal el miércoles, en un sorprendente intento de revertir el resultado de las elecciones presidenciales de la nación e impedir que el demócrata Joe Biden reemplace a Trump en la Casa Blanca.

Los legisladores de la nación se refugiaron debajo de los escritorios y se pusieron máscaras de gas, mientras la policía trataba inútilmente de poner barricadas en el edificio, en lo que representó una de las escenas más impactantes que jamás se haya desarrollado en una sede del poder político estadounidense. Una mujer falleció luego de que fue baleada dentro del Capitolio, y la alcaldesa de Washington implementó un toque de queda para tratar de contener la violencia.

Los manifestantes fueron incitados por Trump, quien ha pasado semanas lanzando una andanada de acusaciones falsas contra la integridad de los resultado, y había exhortado a sus simpatizantes a viajar a Washington para protestar contra la ratificación de la victoria de Biden. Algunos legisladores republicanos estaban a la mitad de objetar los resultados en su nombre cuando el procedimiento fue interrumpido abruptamente por la turba.

En conjunto, las manifestaciones y las objeciones del Partido Republicano representaban un desafío casi impensable a la democracia estadounidense, y expusieron la profundidad de las divisiones que se han desarrollado en el país durante los cuatro años de la presidencia de Trump. Aunque es seguro que los intentos de impedir que Biden asuma el cargo el 20 de enero fracasarán, el apoyo que Trump ha recibido para sus intentos de revertir los resultados de las elecciones han puesto a prueba las barreras democráticas de la nación.

El Congreso se volvió a reunir por la noche. Los senadores condenaron las protestas que causaron desastres en el Capitolio y prometieron terminar de confirmar los resultados del Colegio Electoral y la victoria de Biden, aunque eso tomara toda la noche.

El vicepresidente Mike Pence, al reanudar la sesión en el Senado, se dirigió directamente a los manifestantes: “Ustedes no ganaron”.

El presidente dio a los manifestantes un impulso para actuar el miércoles por la mañana durante un mitin afuera de la Casa Blanca, donde los instó a marchar hacia el Capitolio. Pasó gran parte de la tarde en su comedor privado frente a la Oficina Oval viendo las escenas de la violencia en televisión. Ante la insistencia de su personal, emitió con renuencia un par de tuits y un video grabado en el que dijo a sus partidarios que era momento de “irse a casa”, aunque aún dijo que respaldaba su causa.

Horas después, Twitter bloqueó la cuenta de Trump en la plataforma por primera vez, exigió que eliminara los tuits en los que justificaba la violencia y amenazó con una “suspensión permanente”.

Por su parte, el presidente electo Biden, que dentro de dos semanas asumirá el cargo, dijo que la democracia estaba “bajo un ataque sin precedentes”, un sentimiento compartido por muchos en el Congreso, incluidos algunos republicanos. El expresidente George W. Bush dijo que vio los eventos con “incredulidad y consternación”.

El edificio del Capitolio ha sido testigo de protestas y de violencia ocasional durante siglos. Pero los acontecimientos del miércoles fueron particularmente impactantes debido a que parecieron desarrollarse, al menos al principio, con la bendición del presidente y también por el objetivo subyacente de revertir los resultados de una elección presidencial legítima.

Las tensiones ya estaban en un alto nivel cuando los legisladores se reunieron el miércoles por la tarde para el conteo de los resultados del Colegio Electoral por parte del Congreso, en el que Biden venció a Trump por 306 votos contra 232. Pese a las peticiones del líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, más de 150 legisladores del Partido Republicano planeaban apoyar las objeciones a algunos de los resultados, aunque no había evidencia de fraude o actos indebidos en el proceso.

Trump pasó el periodo previo a los procedimientos fustigando públicamente a Pence para que ayudara a rechazar el resultado electoral. El mandatario tuiteó el miércoles: “Hazlo Mike, ¡es momento de una valentía extrema!”.

Pero Pence, en un comunicado emitido poco antes de la sesión, desafió a Trump y dijo que no podía reclamar una “autoridad unilateral” para rechazar los votos electorales que dieron la victoria a Biden.

Después del caos en el Capitolio, varios republicanos anunciaron que desistirían de sus objeciones a las elecciones, incluida la senadora Kelly Loeffler, quien perdió su intento de reelección el martes. Dijo que la toma del Capitolio era algo “abominable”.

El Pentágono informó que unos 1.100 miembros de la Guardia Nacional del Distrito de Columbia fueron movilizados para ayudar a las autoridades en el Capitolio. Más de una decena de personas fueron detenidas.

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Los periodistas de The Associated Press Andrew Taylor, Jill Colvin, Kevin Freking, Alan Fram, Ben Fox y Ashraf Khalil en Washington y Bill Barrow en Atlanta contribuyeron a este despacho.