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Papa Francisco celebra a la mujer paraguaya en multitudinaria misa

El Papa Francisco reza frente a la Virgen de Caacupé en la localidad del mismo nombre, a unos 60 kilómetros de la capital paraguaya Asunción, 11 de julio, 2015. REUTERS/Alessandro Bianchi

Por Mariel Cristaldo y Philip Pullella CAACUPÉ, Paraguay (Reuters) - El Papa Francisco celebró el sábado su primera misa en Paraguay en medio de una multitud que lo veneró en el santuario de Caacupé, donde homenajeó a las mujeres paraguayas que pusieron de pie al país tras una cruenta guerra del siglo XIX. Unos 800.000 fervientes fieles colmaron la pequeña ciudad considerada capital espiritual del país, a la que el Papa llegó para honrar a la virgen patrona de Paraguay en la última etapa de una gira que lo ha llevado también a Ecuador y Bolivia. La misa se retrasó un poco después de que el Papa estuviera "abrumado por la emoción", dijo un obispo. El Sumo Pontífice recorrió el templo decorado con banderas y tejidos típicos del país y puso una rosa blanca a los pies de la figura de la virgen, que se dice fue tallada por un indígena guaraní convertido al cristianismo en el siglo XVI. Según la historia tradicional, el hombre se escondió en el tronco de un árbol escapando de una etnia que perseguía conversos y talló la imagen como gratitud por haber sobrevivido. Muchos paraguayos creen que la virgen hace milagros y cada 8 de diciembre peregrinan para hacerle pedidos o agradecerle. En su homilía, el Papa recordó a los desamparados, a quienes sufren y elogio particularmente a las mujeres de Paraguay. "Quisiera referirme de modo especial a ustedes mujeres y madres paraguayas, que con gran valor y abnegación han sabido levantar un país derrotado, hundido, sumergido por una guerra inicua", dijo el Papa. Más de la mitad de la población paraguaya murió en la guerra de la Triple Alianza, una de las más sangrientas de Latinoamérica, que enfrentó en el siglo XIX a Paraguay con sus vecinos Argentina, Brasil y Uruguay. Según historiadores, el conflicto acabó con casi toda la población masculina del país. "Ustedes tienen la memoria, la genética de aquellas que reconstruyeron la vida", dijo Francisco arrancando el aplauso y los gritos de la multitud. "Dios bendiga a la mujer paraguaya, la más gloriosa de América". "REZO POR USTEDES" Emocionados por la posibilidad de estar cerca del líder de la Iglesia Católica, muchos fieles acamparon en la principal plaza de la ciudad, desde antes de que el Papa pisara tierra paraguaya el viernes. Con banderas e impermeables para la lluvia, los fieles alternaban canciones y rezos en la vigilia previa a la misa. "Francisco sabe que Caacupé es la máxima expresión de la espiritualidad paraguaya", dijo Antonio Gamarra, un jubilado de 66 años que llevaba un día acampando cerca de una valla por la que pasará el Sumo Pontífice. "Acá se aguanta el hambre, el frío, la lluvia, porque la fe nos protege de todo", agregó emocionado, mientras sus acompañantes rezaban con las manos hacia el cielo o acomodaban sus sillas de acampar en el suelo fangoso de la plaza. Una gran cantidad de fieles de la vecina Argentina, con banderas y camisetas que los distinguían, llegaron también al santuario ubicado a unos 60 kilómetros al sureste de Asunción, que también congregó a feligreses de Chile y Colombia. Antes de celebrar la misa, Francisco concurrió al principal hospital pediátrico paraguayo en las afueras de la capital, donde abrazó a niños enfermos y elogió su fortaleza. "Este es un hospital donde muchos chicos sufren (...) quiero decirle a ustedes mamás y papás que rezo por ustedes y rezo por sus hijos", dijo el Papa quien llegó al lugar en el mismo Peugeot blanco utilizado por Juan Pablo II cuando visitó el país hace 27 años y se retiró en un Fiat plateado. Muchos esperan que el mensaje del Papa sobre los pobres ayude a mejorar la situación de un país que tiene a poco más de un quinto de su población viviendo en la pobreza y una mejor distribución de los recursos como deuda pendiente. "Espero que Francisco nos traiga bendiciones, especialmente para el Gobierno, para que se termine la corrupción que la sufre la gente más humilde, los pobres", dijo Elisa Vázquez, una funcionaria de la gobernación de Alto Paraná que recorrió casi 400 kilómetros a lo largo del país para ver al Papa. "El presidente dice que va a terminar la pobreza. Claro que sí, se va a terminar la pobreza porque si seguimos así la gente humilde se va a morir toda", agregó ofuscada la mujer. (Escrito por Daniela Desantis. Editado por Pablo Garibian)