Migrantes, una trampa para Peña Nieto y López Obrador

Foto: AFP
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Hace diez días salieron de Honduras 600 migrantes con la mira puesta en el sueño americano. Para estas fechas son más de siete mil hombres, mujeres y niños que con su movimiento han puesto en aprietos a los gobernantes de cinco países.

Dicen que decidieron salir de su país por las malas condiciones de vida que enfrentan, el clima político adverso y la actividad de la delincuencia organizada, que generan la visión de un futuro incierto en el que sienten amenazada su existencia.

El embajador de Honduras en México, Alden Rivera Montes, afirma que “la caravana es una movilización atípica con un componente político muy profundo, el cual fue promovido por Bartolo A. Fuentes, ex diputado del partido Libre de su país, actualmente detenido.” Afirma que los organizadores buscan desestabilizar al gobierno de Juan Orlando Hernández.

“Definitivamente, no se trata de un éxodo, se trata de un engaño planificado, organizado por grupos de interés político. Esta caravana es producto del engaño, de la falta de ética, de una estrategia para provocar la inestabilidad del país utilizando como medio la vida de miles de personas y de miles de familias hondureñas, y eso es algo que condenamos”;. (La Razón, 23 de octubre de 2018)

El acuerdo migratorio que comparten Guatemala, El Salvador y Honduras para que sus ciudadanos circulen sin contratiempos, les permitió avanzar hasta la frontera con México donde se condicionó su tránsito o estadía, a la tramitación de un documento migratorio que les permitirá llegar a la frontera con Estados Unidos.

FOTOS | Migrantes toman calles de Huixtla, Chiapas, rumbo a EEUU

El freno de los migrantes fue saludado, vía Twitter, por el presidente Donald Trump que, desde su plataforma de campaña en busca de alcanzar el dominio del Partido Republicano, en el que milita, felicitó al gobierno mexicano.

Los migrantes brincaron la resistencia inicial de las autoridades migratorias mexicanas y se internaron en territorio del estado de Chiapas, México, entonces se confrontaron con la ambivalencia de las autoridades.

El presidente Peña Nieto manifestó que los migrantes centroamericanos deben apegarse a la ley pues, sin documentos, difícilmente podrán permanecer en el país o llegar a la frontera de los Estados Unidos.

Por su parte el presidente electo López Obrador, cuyo periodo de gobierno inicia el 1 de diciembre, se comprometió a otorgarles visas de trabajo.

Ante el avance de la caravana, el presidente Donald Trump atacó a las autoridades mexicanas, por medio de un twitter: “Tristemente, parece que la policía y los militares de México son incapaces de frenar la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos”.

Ante los ataques de Donald Trump, ni el presidente Peña Nieto ni el presidente electo López Obrador, han mostrado interés en responder directamente, lo que parece indicado porque difícilmente lograrían satisfacer su carácter voluble.

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Ninguna acción o declaración de Peña Nieto o López Obrador que no estuviera en el marco de lo que es conveniente para el presidente Trump sería aceptada.

Desde hace algunos días expertos en política internacional interpretaron que la caravana centroamericana podría estar inducida por el mismo Donald Trump para dar sustento a su discurso de campaña, el mismo que le permitió ganar la presidencia y que ahora le aseguraría el dominio de su partido en el poder Legislativo de los Estados Unidos.

Es un hecho que Donald Trump está en campaña y que su estrategia consiste en generar mensajes disuasivos, eso explica que a su rechazo a la caravana de migrantes agregó el elemento de oriente medio. “Lamentablemente, parece que la policía y el Ejército mexicanos no pueden detener la caravana que se dirige a la frontera sur de los Estados Unidos. Se mezclan criminales y desconocidos del Medio Oriente.” (Milenio, 23 de octubre de 2018)

El conflicto internacional planteado por los migrantes, cuando llegue a su desenlace, podría arrojar a algunos ganadores y perdedores. Entre los primeros se podrá contar con beneficios el presidente Donald Trump que, con su discurso a favor del endurecimiento de las políticas migratorias, su promoción de la construcción de un muro en la frontera con México y su ataque frecuente a las autoridades mexicanas ha logrado avanzar en la aceptación de los votantes conservadores de su país, lo que podría dar el triunfo a su partido en las elecciones intermedias en proceso.

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Algunos migrantes que logren el objetivo de ingresar legalmente a Estados Unidos, también serán ganadores, lo mismo que los países de Centroamérica que, aunque los amenace Trump, podrían seguir con los apoyos que reciben de Washington.

En el caso del gobierno mexicano, el que se va y el que entra, su único recurso para salir sin raspones es no caer en la provocación que le plantea el apurado Donald Trump que, a falta de argumentos creativos, acude a la bravata en la que es experto.