Mientras todos hablamos del Coronavirus, hay una epidemia de Dengue a la que nadie hace caso

Mientras todos hablamos del Coronavirus, hay una epidemia de Dengue a la que nadie hace caso

Mientras todos estamos pendientes de la crisis que ha generado el coronavirus de Wuhan - que ya tiene nombre oficial: COVID-19 - en otros lugares del mundo se siguen generando problemas. Y graves, como es el brote de Dengue que está teniendo lugar en América Latina.

Y aquí, cuando decimos "brote" estamos hablando de cifras que realmente asustan. En 2019 se dió un incremento notable de casos de Dengue, terminando el año con una cifra de más de tres millones de infectados - 3.139.355 casos en concreto. Comparado con los cerca de 75.000 casos confirmados de coronavirus, podemos ver la diferencia.

Es cierto que comparar números en bruto, en el caso de epidemias, no tiene mucho sentido. La mortalidad es más importante, y ahí el coronavirus lleva ventaja: el número de casos de infección que terminan en muerte es mucho mayor en el caso del COVID-19 respecto al Dengue.

Pero hay un factor que deberíamos tener en cuenta, y son las infecciones recurrentes. Aún no se sabe con seguridad si el nuevo coronavirus puede volver a infectar a alguien que ya se ha librado de la enfermedad - con muchos virus un contagio implica inmunizarse, pero siendo el COVID-19 un virus ARN es posible que no sea así. En cambio, el Dengue sí se puede "volver a pillar".

Que no es que se repita la enfermedad. El problema es que la segunda infección por Dengue suele ser más grave que la primera. En el Dengue se diferencia entre Dengue normal y Dengue grave o hemorrágico. Y el segundo tiene más posibilidades de ser mortal.

Sí hay una diferencia que puede explicar por qué un caso llama tanto la atención, y otro desapercibido: el método de contagio. Los coronavirus son aéreos: un estornudo de alguien infectado puede transmitir la enfermedad. El Dengue no, el Dengue precisa de un vector - el mosquito Aedes aegypti - para transmitir la enfermedad.

Tampoco en este caso deberíamos pasarlo por alto. Porque una de las razones que dan los expertos para el incremento en el número de casos es que el mosquito que transmite el Dengue ha ampliado los lugares en los que puede sobrevivir. La causa es el cambio climático, y la consecuencia es que sobrevive en altitudes mucho más elevadas.

A esto hay que sumarle que muchos modelos exponen el peligro de que el mosquito del Dengue se convierta en una especie invasora: que, por tránsito de personas o mercancías termine asentándose en lugares muy alejados de su hábitat actual, llevando consigo la enfermedad.

Entonces, ¿estamos diciendo que el Dengue debería asustarnos igual que el COVID-19, o incluso más? No, en absoluto. Pero brotes como el que está teniendo lugar no deberían pasar desapercibidos en ningún caso.

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