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Micropartículas de hojas de té para el tratamiento del cáncer de pulmón

Hojas de té verde. (Imagen gratuita vista en Pixabay).
Hojas de té verde. (Imagen gratuita vista en Pixabay).

Una de las pseudociencias más extendidas, la futurología, apuesta por algo tan absurdo como leer el destino de una persona en las borras del café o del té que acaba de consumir. Tal vez por ello me ha resultado irónicamente cómico descubrir que las hojas de té, después de todo, podrían tener algo que decir sobre el futuro de las personas aquejadas con cáncer de pulmón.

¿Me he vuelto loco? Para nada, hablamos de ciencia y más concretamente de unas nanopartículas derivadas de las hojas de té que, según puedo leer en varios medios británicos, podrían tener una importancia clave en cierto avance para el tratamiento del cáncer de pulmón.

El hallazgo, efectuado por investigadores de la Universidad Swansea en Reino Unido y de la Universidad Bharathiar en India, se produjo accidentalmente cuando intentaban crear marcadores para detectar tumores.

Se sorprendieron al descubrir que los “puntos cuánticos” que fabricaron destruyeron el 80% de las células de cáncer de pulmón a las que se les aplicaron. No obstante, el equipo cree que habrá que esperar unos cuantos años antes de lograr un tratamiento que pueda llegar a nuestros hospitales.

Los puntos cuánticos son nanopartículas diminutas, cuyo grosor es 4.000 veces inferior al de un cabello humano.

Pero si estos puntos cuánticos son tan útiles… ¿cómo es que no los estamos fabricando en grandes cantidades? Por lo que puedo leer se pueden fabricar mediante métodos químicos, pero esto es complicado y costoso y tiene efectos secundarios tóxicos.

En la foto los doctores Catherine Suenne de Castro, Matthew Lloyd Davies y Sudhagar Pitchaimuthu. (Crédito imagen Universidad Swansea).
En la foto los doctores Catherine Suenne de Castro, Matthew Lloyd Davies y Sudhagar Pitchaimuthu. (Crédito imagen Universidad Swansea).

El equipo de investigación, se encontraba por lo tanto explorando un método alternativo no tóxico basado en plantas para producir los puntos, para lo cual utilizaban extracto de hojas de té.

Según cuenta el doctor Sudhagar Pitchaimuthu, investigador principal del proyecto: “La razón principal por la que empezamos a observar las hojas de té es que los puntos cuánticos sintetizados químicamente cuestan entre 250 y 500 libras esterlinas por microgramo, mientras que los derivados orgánicos pueden fabricarse a 10 libras el microgramo, y al mismo tiempo no envenenan las células sanas que rodean el cáncer.

Para fabricarlos, los investigadores mezclaron el extracto de hoja de té con sulfato de cadmio (CdSO4) y sulfuro de sodio (Na2S) y permitieron que la solución se incubara, un proceso que propicia la formación de puntos cuánticos.

¿Qué pasó cuando las probaron? El propio Pitchaimuthu lo cuenta:

“Emitían una luz fluorescente excepcional a la hora de bio-visualizar las células cancerígenas, pero la guinda del pastel fue descubrir que, al aplicar los puntos cuánticos de extracto de té, las células cancerosas acababan muriendo y no podían replicarse por sí mismas”.

Investigaciones posteriores descubrieron que los puntos cuánticos eran lo suficientemente pequeños como para penetrar en los “nanoporos” de las paredes de las células cancerosas.

Los compuestos que contienen (incluidos polifenoles, aminoácidos, vitaminas y antioxidantes) inducen la muerte de las células cancerosas mediante un proceso llamado apoptosis, que destruye la información del ADN que necesitan para reproducirse.

Sin duda unos resultados muy esperanzadores, aunque como comenté anteriormente, pasarán unos cuantos años antes de que este hallazgo de lugar un tratamiento útil para los humanos enfermos de cáncer de pulmón.

El doctor Pitchaimuthu enumera los pasos a seguir:

“Primero tenemos que aumentar la producción de las pequeñas cantidades que hemos creado en el laboratorio, para crear una fábrica de puntos cuánticos.

“Hasta ahora solo hemos eliminado células en una placa de Petri al introducir directamente los puntos.

Ahora necesitamos identificar una enzima que pueda transmitirlos a los tumores de criaturas vivas, sin afectar los tejidos sanos circundantes.

Esperamos comenzar en breve con ensayos en vivo en nuestro laboratorio, luego si todo va bien comenzaríamos con ensayos clínicos en seres humanos en unos dos años, así que tal vez en una década podamos tener un tratamiento ampliamente disponible”.

El equipo del doctor Pitchaimuthu también está investigando otros posibles usos de los puntos cuánticos, que incluyen celdas solares, tratamientos descontaminantes del agua, pinturas antimicrobianas para su utilización en quirófanos y cremas solares.

Incluso podrían ayudar a mejorar el medio ambiente, ya que las hojas de té utilizadas en este estudio provienen de un tercio de la cosecha que se considera inadecuada para beber, y que normalmente acaba en un vertedero.

Me enteré leyendo BBC news.