Michelle McNamara, la escritora que murió mientras seguía la pista del 'asesino del estado dorado' y ayudó a capturarlo con su libro póstumo

Durante años, Michelle McNamara se obsesionó con un asesino en serie que asoló California durante una década con violaciones, robos y asesinatos.

Ahora, el hombre al que ella renombró como Golden State Killer (Asesino del estado dorado, que es el sobrenombre de California) ha sido capturado. Y encaja en el perfil que delineó en un libro póstumo.

Patton Oswalt con Michelle McNamara en 2012. (AP Photo/Matt Sayles, File)
Patton Oswalt con Michelle McNamara en 2012. (AP Photo/Matt Sayles, File)

McNamara, esposa del comediante Patton Oswalt, murió el 21 de abril de 2016 mientras dormía, a causa de una combinación de fármacos y una afección cardíaca que no le había sido detectada, dos años antes de que las autoridades de California anunciaran la captura del notorio criminal, identificado como el expolicía James DeAngelo, hoy con 72 años.

El sheriff del condado de Sacramento Scott Jones, irzq, habla con la prensa y muestra de DeAngelo, de 72 años.(AP Photo/Rich Pedroncelli)
El sheriff del condado de Sacramento Scott Jones, irzq, habla con la prensa y muestra de DeAngelo, de 72 años.(AP Photo/Rich Pedroncelli)

En el momento de su muerte, McNamara trabajaba en un libro sobre los crímenes, que fue publicado por su esposo este año -hace solo dos meses- y se ha convertido en un best seller.

I’ll Be Gone In The Dark es el resultado de años de minuciosa investigación de McNamara, lo que ayudó a llevar el caso a una prominencia nacional que no tenía antes, acuñando el apodo del asesino al cual se han referido las autoridades tras la captura de DeAngelo.

McNamara se interesó en los crímenes sin resolver -que inglés se denominan “cold cases”- a causa de un asesinato cerca de la casa de su familia en Oak Park, Illinois, cuando tenía 14 años. Después se mudó a Los Ángeles, donde trabajó brevemente para un detective privado, antes de continuar escribiendo para televisión.

“I’ll Be Gone in the Dark”, el libro de McNamara sobre el “Golden State Killer” se ha convertido en un bestseller. (AP Photo/Jeff Chiu)
“I’ll Be Gone in the Dark”, el libro de McNamara sobre el “Golden State Killer” se ha convertido en un bestseller. (AP Photo/Jeff Chiu)

En 2006 abrió un blog titulado True Crime Diary, todavía activo. Se unió a otros detectives aficionados en foros de Internet, se reunió con los sobrevivientes de las víctimas del asesino del Golden State y estudió minuciosamente archivos de décadas de antigüedad, informes de autopsias, mapas y fotos policiales.

“Estoy obsesionada”, escribió en su blog en 2011. “No es saludable”.

En 2013 logró un acuerdo con HarperCollins para escribir el libro.

“Para concentrarse en una víctima, a menudo ingresaba a la casa de antemano cuando no había nadie allí, aprendía el diseño, estudiaba las fotos de la familia y memorizaba los nombres”, escribió McNamara.

“Las víctimas recibieron llamadas telefónicas perturbadoras o en las que les colgaban antes y después de que fueran atacadas. Deshabilitó las luces del porche y desbloquéo las ventanas. Vació las balas de las armas. Ocultó los cordones de los zapatos o una soga debajo de cojines para usar como ligaduras. Estas maniobras le dieron una ventaja crucial porque cuando despertabas de un sueño profundo a la cegadora linterna y la presencia enmascarada, él siempre era un extraño para ti, pero no tú no lo eras para él”.

La casa de Joseph James DeAngelo, donde vivió 30 años. (AP Photo/Rich Pedroncelli)
La casa de Joseph James DeAngelo, donde vivió 30 años. (AP Photo/Rich Pedroncelli)

En una de sus últimas publicaciones en el blog, McNamara enfatizó la importancia de los análisis de ADN, que fueron clave para el arresto de DeAngelo, aunque las autoridades no han ofrecido más detalles.

“¿Y qué podemos hacer con la acumulación de [muestras de] ADN? El caso del ‘Golden State Killer’ es en parte responsable de por qué California tiene una base de datos más sólida que la mayoría de los estados. Pero es un hecho que hay miles de delincuentes violentos cumpliendo sentencias cuyas muestras de ADN no han sido recolectadas. Muchos de ellos son responsables de innumerables crímenes no resueltos. (…) Es algo asombroso cuando lo piensas. ¿Lo más aterrador para muchos criminales que poseen temperamentos volátiles y carecen de conciencia? Un aplicador pequeño que se conoce como hisopo bucal. (…) en algunos casos, la punta de algodón contra la mejilla es como un fósforo, poderoso, que aporta la luz que tanto se necesita. Tengamos más de eso, por favor”.

Foto facilitada por el FBI de las máscaras que usaba el asesino serial de California. (FBI via AP)
Foto facilitada por el FBI de las máscaras que usaba el asesino serial de California. (FBI via AP)

Muchos de los familiares, amigos y admiradores de McNamara creen que ella merece más crédito por el arresto.

“Fue bastante sorprendente”, le dijo a The Washington Post Sarah Stanard, una amiga. “Voy a tratar de no enojarme, pero se llevan todo el crédito”.

Sin embargo, las autoridades policiales han negado que el libro de McNamara jugara un papel en la aprehensión de DeAngelo. “Esa es una pregunta que hemos recibido de todo el mundo en las últimas 24 horas, y la respuesta es no”, dijo a los periodistas el alguacil del condado de Sacramento, Scott Jones.

Sin embargo, reconoció que el trabajo generó interés público en el caso. “Mantuvo el interés y las sugerencias”, dijo Jones, pero “aparte de eso, no hubo información extraída de ese libro que condujera directamente a la aprehensión”.

Oswalt recibió la noticia del arresto de DeAngelo extasiado. “A ella le importaba que el ‘Golden State Killer’ estuviera tras las rejas y que las víctimas obtuvieran algo de alivio”, escribió en Twitter.

Aun así, dijo que cree que la policía no estaría dispuesta a dar crédito a escritores y periodistas que los ayudaron con el caso. “Pero cada vez que dijeron ‘Golden State Killer’, reconocieron su trabajo”.