Tras casi tres meses, los bebés prematuros del hospital de Al Shifa se recuperan en Egipto
Nueva Capital Administrativa (Egipto), 8 feb (EFE).- Han pasado apenas dos meses y medio desde que 28 de los 39 bebés prematuros en grave riesgo de morir bajo el bombardeo israelí en el hospital Al Shifa de Gaza cruzaran en ambulancia el paso de Rafah, el único punto de entrada y salida de Gaza, en dirección a Egipto.
Todos ellos habían nacido durante las semanas anteriores en el corazón de la Franja de Gaza, en un centro médico bajo asedio del ejército israelí cuyos equipos médicos -esencialmente, las incubadoras- no funcionaban por falta de electricidad.
Hoy, sin embargo, Ayat sostiene entre sus brazos dos bultos envueltos en varias capas de mantas rosas, sus gemelas Dahab y Mira, dos de los bebés que consiguieron salir con vida de la zona de conflicto.
La joven palestina, de 27 años, dio a luz "en mitad de una guerra", según explica a EFE en una habitación del hospital de la Nueva Capital Administrativa de Egipto, donde las pequeñas se recuperan.
“Fue un parto por cesárea y llevaron a mis hijas a las incubadoras”, explica Ayat, y añade que durante los primeros diez días su marido y ella les visitaban, “pero comenzaron los ataques” y quedaron incomunicados.
Un traslado con complicaciones
Ocho de los bebés fallecieron durante la evacuación y otros tres quedaron atrás en el hospital Emirati del sur de Gaza, que los acogió en los primeros momentos de su huida de los bombardeos.
El resto pasó dos días en en hospital de Al Arish, la ciudad egipcia más cercana a Gaza, para luego ser trasladados en dos grupos de 12 y 11 bebés, a la Nueva Capital Administrativa (NCA) de Egipto, a 35 kilómetros de El Cairo.
“Todos ellos estaban en estado crítico, con casos graves de deshidratación y septicemia”, aseguró en declaraciones a EFE el doctor Ramzy Monir Abdel Azim, director del hospital de la NCA, abierto el pasado agosto y que cuenta con 17 unidades pediátricas de cuidados intensivos (UCI).
El doctor lamenta que uno de los niños “murió el segundo día después de su llegada”, a causa de “un paro cardíaco derivado de una neumonía severa”.
“Al principio los bebés llegaron solos, no sabíamos ni sus nombres”, explica Ramzy.
Durante la primera semana “llegaron dos de las madres”, un número que ha ido aumentando hasta ocho progenitores y una veintena de acompañantes a los que se les ha permitido cruzar la frontera.
“El Ministerio de Salud Egipcio es el encargado de hablar con las autoridades palestinas y buscar a las familias de los niños”, según el doctor, quien apuesta por más reunificaciones familiares en el futuro.
La mayoría de los bebés ya han abandonado las incubadoras y descansan en cunas coloridas, atendidos noche y día por enfermeras y doctores, que monitorizan su estado de salud.
Sin embargo, dos bebés permanecen en la UCI, una con pronóstico muy grave. La hermana melliza de esta última falleció hace dos semanas, después de que la madre pidiera el traslado a otro hospital.
“Hacemos todo lo que podemos, pero los bebés llegaron en un estado muy delicado” aseguró el responsable del área de pediatría del hospital, el doctor Jaled Rashed, y añadió que si no se hubiera producido el traslado “probablemente todos habrían muerto”.
Vuelta a casa
Mientras tanto, Ayat es consciente de la suerte que ha tenido y agradece “su esfuerzo a todo el personal del hospital”.
"Volveremos a Gaza porque es donde está nuestra familia, donde está su padre", dice la madre, mientras su otra hija, de tres años, juega a perturbar el sueño de sus hermanas pequeñas, que duermen plácidamente en una cuna doble.
Finalmente, la mayor consigue su propósito y provoca el llanto de la pequeña Mira, pero Ayat actúa con rapidez y comienza a mecerla hasta que poco a poco regresa la paz.
Helena Pelicano
(c) Agencia EFE