Cómo es el mercado en línea de pastillas para abortar del extranjero

Los sitios web que venden píldoras ofrecen una vía cómoda, aunque dudosa en términos jurídicos, para quienes buscan la manera de evadir las prohibiciones al aborto a nivel estatal.
Los sitios web que venden píldoras ofrecen una vía cómoda, aunque dudosa en términos jurídicos, para quienes buscan la manera de evadir las prohibiciones al aborto a nivel estatal.

Varias veces al mes, Mark recibe en el buzón de su casa en el este de Florida un sobre acolchado de FedEx de 25 x 38 centímetros. No sabe cuándo llegarán los paquetes, solo que cada envío suele contener una docena de píldoras individuales de mifepristona y varios paquetes de 10 pastillas de misoprostol, los dos fármacos utilizados en un aborto con medicamentos.

Vuelve a envasar las pastillas (una de mifepristona y cuatro de misoprostol por empaque) y luego imprime una lista de instrucciones de una página antes de enviar el medicamento a los clientes estadounidenses que han hecho pedidos a medside24.com, un sitio web con sede en Kazajistán que solo vende píldoras para abortar.

Mark es uno de los eslabones de la cadena de suministro de píldoras abortivas que se venden fuera del sistema sanitario oficial estadounidense, un mercado que se ha extendido bastante en el último año y que incluye tanto fabricantes extranjeros como redes de distribución especiales en Estados Unidos.

“Yo no soy el distribuidor; solo reenvío el correo a alguien”, me dijo Mark en febrero (como distribuir medicamentos del extranjero es ilegal, muchas de las personas entrevistadas para este artículo pidieron ser identificadas solo por su nombre o la inicial de su nombre). “No estoy a favor del aborto, pero tampoco estoy del todo en contra”, añadió. “Hasta cierto punto, no es asunto mío”.

Los sitios web que venden píldoras ofrecen una vía cómoda, aunque dudosa en términos jurídicos, para quienes buscan la manera de evadir las prohibiciones al aborto a nivel estatal. Según los expertos, estos vendedores no hacen más que beneficiarse de los esfuerzos por restringir la interrupción del embarazo con medicamentos, incluida la decisión de un tribunal federal de apelaciones el 12 de abril de volver a imponer restricciones a las píldoras abortivas en todo el país que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) había flexibilizado en los últimos años.

Esta decisión se produjo después de que un juez federal de un tribunal inferior invalidó en su totalidad la aprobación de la mifepristona por parte de la agencia. El viernes, la Corte Suprema de Estados Unidos suspendió temporalmente el fallo.

Un sobre de medside24.com que contiene medicamentos utilizados para abortar, fabricados en Vietnam, vendidos en Rusia y enviados desde Port Orange, Florida. (Tony Cenicola/The New York Times).
Un sobre de medside24.com que contiene medicamentos utilizados para abortar, fabricados en Vietnam, vendidos en Rusia y enviados desde Port Orange, Florida. (Tony Cenicola/The New York Times).

“Los pacientes se verán obligados a utilizar un régimen menos eficaz, o esto podría orillar a la gente a recurrir a redes informales no reguladas”, comentó Greer Donley, profesora de Derecho en la Universidad de Pittsburgh especializada en el aborto. “Esas son las dos consecuencias. No va a impedir que la gente aborte”, concluyó.

Decenas de miles de pacientes que desean interrumpir un embarazo ya han acudido a internet en busca de píldoras en los nueve meses transcurridos desde el fallo de Dobbs que anuló el caso Roe contra Wade. A menudo, es la única opción para quienes no pueden desplazarse para recibir atención en una clínica.

Durante años, el grupo Aid Access ha proporcionado píldoras a bajo costo o gratuitas a pacientes estadounidenses. Pero cada vez se recurre más a otros grupos y a vendedores con fines lucrativos, como la empresa donde trabaja Mark, para una entrega más rápida.

Los proveedores extranjeros parecen estar preparándose para suministrar píldoras abortivas a unas 100.000 personas en Estados Unidos durante el año siguiente al fallo; es decir, suficientes píldoras para cubrir cerca del 10 por ciento de los abortos anuales del país.

En el caso de que los fiscales quisieran tomar medidas enérgicas contra las píldoras por correo, no se sabe cómo podrían hacerlo. El gobierno federal es responsable tanto del servicio postal como de las aduanas, por lo que, según los expertos, es poco probable que consideren prioritario localizar envíos individuales de píldoras abortivas ilegales entre los millones de paquetes que se procesan diariamente en las instalaciones de correo internacional del país.

Hasta los grupos que están en contra del aborto dicen que ese mercado será difícil de controlar. “Es muy amorfo”, comentó Sue Liebel, directora de asuntos estatales en Susan B. Anthony Pro-Life America. “Los estados están buscando maneras de determinar cómo pueden mantener a estos vendedores fuera de su estado, al igual que lo harían con las clínicas físicas. Pero el mercado en línea es más difícil de regular”, afirmó.

Un influjo de pedidos

Veinticinco estados y Washington D. C. permitieron que se recetaran píldoras abortivas mediante teleconsultas y que se enviaran por correo legalmente conforme a los lineamientos que la FDA emitió durante la pandemia e hizo permanentes el año pasado.

Pero quienes buscan píldoras por correo en otros estados no han tenido más remedio que buscar en internet a proveedores extranjeros para acceder a los fármacos. Las píldoras abortivas suelen utilizarse en pacientes con menos de 12 semanas de embarazo.

La opción más establecida y buscada para obtener píldoras en línea es Aid Access, un servicio dirigido por Rebecca Gomperts, doctora y activista holandesa. Ha proporcionado píldoras a estadounidenses desde 2018. La segunda es Las Libres, un grupo activista mexicano que trabaja con voluntarios estadounidenses que distribuyen píldoras de forma gratuita.

Para muchos pacientes, averiguar cómo obtener píldoras comienza con Plan C, un grupo de defensa que actúa como centro de intercambio de información para proveedores de píldoras en línea. En la actualidad, Plan C cuenta con una lista de 23 vendedores con fines de lucro, la mayoría con sede en la India, y unas dos docenas más están a la espera de ser verificados e incluidos en la lista.

Donde los grupos activistas ven injusticia, los vendedores en línea ven un mercado lucrativo. Un kit de interrupción médica del embarazo, o “kit MTP”, se vende al por menor por tan solo 5 dólares en la India, pero puede revenderse en Estados Unidos por 50 veces esa suma.

Para entender mejor cómo operan los vendedores, hice pedidos en cuatro sitios que aparecen en la lista de Plan C, y me identifiqué como reportera de The New York Times. En uno, me puse en contacto con Mahiwal, quien dijo que responde las preguntas de los consumidores por WhatsApp desde Punyab para más de 80 sitios web que venden los medicamentos.

Mahiwal me preguntó si me gustaría enviar yo misma las píldoras; por 2000 dólares, me enviaría 10 kits de píldoras abortivas, que podrían revenderse por 350 dólares cada uno. Él se encargaría de los pedidos de los clientes y yo enviaría los paquetes y me quedaría con los beneficios. “Puedes comprar un Tesla con nosotros”, me escribió en un mensaje, asegurándome el dinero fácil.

Un hombre de Cleveland, Misisipi, conocido como Guru, es uno de los transportistas que aceptó la oferta de Mahiwal. Guru cuenta que se puso en contacto con buymtpkits.com a través de un pariente indio que sabía que buscaba trabajo.

Envía entre 10 y 12 paquetes al día, por una comisión total de unos 40 dólares. “Pensé: ‘Esto parece fácil’. Puedo hacerlo desde casa. Lo único que necesito es una impresora”, explica.

Gomperts, de Aid Access, no encuentra ningún problema en que los comerciantes vendan píldoras con fines puramente lucrativos. “Yo tengo la formación médica, tengo la formación científica y por eso ofrezco un mejor servicio”, dijo. “Pero, siendo honestos, mientras el medicamento que envíen sea auténtico, ¿a quién le importa?”.

Sopesando las opciones

La red de personas que hacen los envíos en Estados Unidos ha sido fundamental para que crezca el negocio de los vendedores extranjeros, quienes se hacen de clientes al ofrecer entregas de pastillas rápidas o incluso de un día para otro.

Para la mayoría de los pacientes, el costo del servicio sigue siendo el factor más importante para obtener píldoras en línea. Pero la velocidad del envío también se ha vuelto una prioridad.

“Sí consideré Aid Access, pero temía que para cuando recibiera el paquete ya estuviera demasiado avanzado el embarazo. No quería correr riesgos”, dice J., una mujer de 31 años de Indiana, madre de tres hijos.

J. optó por un vendedor llamado secureabortionpills.com. “Decía que el envío era bastante rápido y era una de las opciones más baratas. Así que me arriesgué con ellos”, explica. Pagó 310 dólares y recibió un número de rastreo de USPS por correo electrónico. Las pastillas llegaron en cuatro días.

Una de las principales diferencias entre los pedidos a vendedores en línea y las teleconsultas o los abortos en clínicas es que no hay supervisión médica. En cambio, muchas pacientes recurren a recursos como la línea de asistencia telefónica para abortos espontáneos e interrupciones de embarazo o largos hilos de Reddit con consejos sobre cómo autogestionar un aborto con pastillas: cuándo tomarlas, qué hacer para el dolor y cuánto tiempo esperar hemorragias, cólicos y otros posibles efectos secundarios.

Aunque quienes se oponen al aborto sostienen que la autogestión con píldoras es peligrosa (y aún más la autogestión con píldoras de un proveedor extranjero no regulado), no se ha sabido de casos de complicaciones graves en pacientes que tomaron píldoras compradas por internet.

En general, las píldoras abortivas son bastante seguras y eficaces, aunque algunos expertos expresaron su preocupación por la posibilidad de que los pacientes reciban píldoras ineficaces o dañadas procedentes del extranjero, en especial el misoprostol, que es susceptible de degradarse con el calor o la humedad. Incluso el régimen aprobado por la FDA tiene entre un 3 y un 5 por ciento de probabilidades de provocar un aborto fallido en el primer trimestre.

En la mayoría de los casos, es ilegal importar medicamentos a Estados Unidos para uso personal, pero la FDA hace excepciones, incluidas las situaciones en las que “el medicamento es para tratar una enfermedad grave para la cual el tratamiento efectivo no está disponible en Estados Unidos”. La FDA se negó a comentar si la mifepristona cumple este requisito.

Los pacientes en estados donde el aborto está prohibido podrían salir impunes si piden píldoras por internet para uso personal, aunque podrían enfrentarse a otros cargos. El año pasado, una mujer de Texas fue acusada de asesinato por interrumpir su embarazo antes de que el fiscal del distrito acabara retirando el caso.

Para los distribuidores hay menos ambigüedad: sus operaciones son ilegales. En 2020, el Departamento de Justicia procesó a una mujer de Nueva York a la que un juez condenó a dos años de libertad condicional y le impuso una multa de 10.000 dólares por suministrar píldoras abortivas desde la India a clientes estadounidenses.

Pero la aplicación de la ley sigue siendo escasa. A lo largo de los años, los agentes de aduanas han confiscado uno que otro paquete de Aid Access, pero, en general, el servicio ha permanecido intacto. Los expertos afirman que es poco probable que el gobierno federal tome medidas enérgicas contra los pacientes que piden píldoras abortivas, incluso si proceden del extranjero.

“En esta atmósfera, es casi seguro que la FDA no va a perseguir a quienes se dedican a esto”, afirma Donley, experto en leyes sobre el aborto.

c.2023 The New York Times Company