Melania Trump y su esposo tienen vidas separadas y ni siquiera pasan juntos su tiempo libre, según nuevas revelaciones

Donald Trump y su esposa Melania parecen vivir en esferas muy distintas, con rutinas y prioridades diferentes pese a tener más de una década de matrimonio y compartir una vida en la punzante cúspide de la Casa Blanca.

Y ahora, a casi 16 meses de que Trump asumió a la presidencia estadounidense, la primera dama Melania finalmente ha delineado su plataforma de acción tras un largo tiempo con un bajo perfil que contrasta con el estruendo de los escándalos de su marido.

Según el relato de The Washington Post, cada uno de ellos duerme en una habitación distinta y mientras que el presidente, de 71 años, se despierta hacia las 5:30 am para ver noticieros de televisión y publicar tuits, la primera dama, de 48, se levanta algo más tarde pero a tiempo para supervisar que su hijo Barron se prepare y salga a la escuela. Y eso solo en meses recientes, pues durante buena parte de 2017 ella y su hijo vivieron en su torre en Nueva York y no en la Casa Blanca.

MElania Trump presentó, en compañía de su esposo el presidente Donald Trump, su iniciativa 'Be Best', el programa que como Primera Dama impulsará en apoyo a los niños en pambitos como el bienestar general y la lucha contra el cyberbullying. (AP)
MElania Trump presentó, en compañía de su esposo el presidente Donald Trump, su iniciativa ‘Be Best’, el programa que como Primera Dama impulsará en apoyo a los niños en pambitos como el bienestar general y la lucha contra el cyberbullying. (AP)

Hay parejas que se complementan y cuyas diferencias les aportan, justamente, fuerza en la diversidad y la comprensión mutua. Otras echan chispas e incurren en conflictos justo porque sus peculiaridades son conflictivas o incluso incompatibles. Esa es la vida cotidiana en las relaciones humanas pero cuando la pareja en cuestión vive en la Casa Blanca, los detalles y las anécdotas, las diferencias y los factores comunes, cobran una dimensión mayor que atrae, fascina e inquieta a la opinión pública.

Por ello, intriga lo distintos que lucen, por lo que se conoce, Trump y su esposa tanto en la cotidianidad personal como en el ímpetu en la esfera pública.

Es de suponer que la intensa actividad presidencial impone con frecuencia que el mandatario pase bastante tiempo separado de su pareja, pero el Post comenta que, según fuentes cercanas a las que tiene acceso, incluso cuando Trump y su esposa se encuentran con “tiempo libre” en su residencia de Mar-a-Lago es común que cada uno tenga agendas separadas, él jugando golf o en cenas con empresarios o políticas, y ella en actividades privadas, fuera de los reflectores y alejada de su marido.

Y también se afirma en el Post que en horas vespertinas ellos acostumbran pasar tiempo juntos aunque en paralelo se alude a los numerosos momentos en que ellos, en palabras o en hechos, se se han mostrado distantes entre sí: él “olvidando” darle un regalo de cumpleaños o dejándola atrás en eventos públicos, ella rechazando tomarle de la mano y evitando acudir al lado oeste de la Casa Blanca, donde se encuentra la Oficina Oval y la actividad del presidente.

En todo caso, cada pareja tiene el derecho a vivir su relación como quieran o puedan sus integrantes.

Donald Trump y su esposa Melania tendrían actividades cotidianas por lo general separadas y su convivencia juntos sería reducida, de acuerdo a relatos de medios de comunicación, (Reuters)
Donald Trump y su esposa Melania tendrían actividades cotidianas por lo general separadas y su convivencia juntos sería reducida, de acuerdo a relatos de medios de comunicación, (Reuters)

Así, Melania ha optado por mantenerse apartada al máximo posible del fragor de los escándalos de su marido, incluso los que son severamente punzantes para ella como las historias de las presuntas infidelidades de Trump (por ejemplo los supuestos encuentros sexuales con la actriz porno Stormy Daniels y la modelo de Playboy Karen McDoaugal) y ha mantenido un bajo perfil en su actividad pública.

Eso no quiere decir que todo ello no la haya afectado, y se han desatado recientemente especulaciones, desmentidas por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, de que Melania y su hijo en realidad ya no viven en la Casa Blanca sino en un suburbio de Washington D.C., como apuntó Yahoo News.

Con todo, recientemente Melania Trump ha tenido momentos de brillo como en la reciente visita de estado del presidente de Francia, en la que ella fue una organizadora clave, y nuevamente ahora con la revelación de su proyecto de trabajo como primera dama. Pareciera que, finalmente, ella ha optado por realizar una actividad pública más intensa, al menos en comparación con su considerable discreción anterior.

Pero hasta en los proyectos que ha decidido emprender se notan diferencias entre Melania y su esposo. Al anunciar su iniciativa ‘’Be Best’ enfocada en los niños, Melania señaló, de acuerdo a CNN, que los focos de su labor serán impulsar el bienestar y una vida sana en lo físico, lo social y lo emocional; luchar contra la epidemia de opiáceos (y contra el uso de drogas durante el embarazo o en la niñez); y promover una actitud positiva en las redes sociales, sobre todo entre los niños, para frenar el ciberbullying (acoso digital), la adicciones y el negativismo.

Eso contrasta de modo punzante con el hecho de que su esposo Donald Trump es un consumado ‘bully’ de las redes sociales, que las utiliza constantemente para estigmatizar, ofender y demonizar. Y también con el hecho de que la administración federal busque reducir numerosas prestaciones sociales que son clave en el bienestar de las familias menos favorecidas, como programas de ayuda en alimentos y coberturas de salud.

La organización de la visita de estado del presidente de Francia, Emmanuel Macron, mostró a Melania Trump en un novedoso papel activo que, al parecer, se intensificará. (AP)
La organización de la visita de estado del presidente de Francia, Emmanuel Macron, mostró a Melania Trump en un novedoso papel activo que, al parecer, se intensificará. (AP)

Melania, con todo, optó por lanzar un programa comparativamente más amplio que anteriores primeras damas. Como se indica en The Hill, ‘Be Best’ aborda una amplia gama de asuntos mientras que anteriores esposas de presidentes han optado por concentrarse en cuestiones específicas: la lucha contra la obesidad infantil y la educación de las niñas en el caso de Michelle Obama y la alfabetización infantil y programas educativos en el caso de Laura Bush.

La campaña ‘Be Best’ luce, al menos en el papel, bastante más ambiciosa y por ello presumiblemente requerirá para dar resultados una acción muy activa de Melania, sustancialmente diferente al bajo perfil que ha mantenido hasta ahora.

Pero quizá es eso justo lo que ella y buena parte de la sociedad estadounidense necesitan: acción y actitud positiva y de espíritu afable procedente de la Casa Blanca, en contraste con la reiterada tendencia del presidente Trump a la confrontación y el escarnio.

El importante nivel de popularidad de Melania, que según una encuesta reciente de CNN es del 57% y con tendencia al alza, le da un buen margen de maniobra y la diferencian, también, del presidente, que desde que llegó al poder ha superado solo ligeramente el 40% de popularidad. Pero anunciar una campaña y poner manos a la obra en ella son cosas diferentes, por lo que aún faltan los hechos para ver el grado de actividad que emprenderá la actual primera dama y la diferenciación o sintonía que logre en ello con su marido, el presidente.

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