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Alcaraz y los nervios de la primera vez

Londres, 1 jul (EFE).- El joven Carlos Alcaraz cerró este jueves con una derrota ante el segundo del mundo, Daniil Medvedev, su primera experiencia como profesional en Wimbledon, de donde sale fortalecido por el aprendizaje, aunque admitió haber pagado los nervios del debutante.

Pese a que el marcador (6-4, 6-1 y 6-2) no refleja la resistencia que opuso la promesa murciana al jugador ruso, Alcaraz reconoció que tanto el rival como el escenario, la pista 1 de Wimbledon, le pesaron, sobre todo a la hora de salir a la cancha.

"Antes de salir a la pista ya andaba nervioso, pero al salir he tenido unos nervios por encima de lo normal. En los primeros juegos me ha costado manejarlos. El estadio tan bonito, toda esa gente, jugar contra el número dos...", dijo en declaraciones a la prensa tras el choque.

"Si dijese que no me ha impresionado o que he salido tranquilo, mentiría", aseguró Alcaraz, tan disgustado por la derrota como honesto en sus reflexiones.

Pese a estar todavía en caliente y reconocer que "en los primeros 30 o 40 minutos cuando has perdido solo le das vueltas cabreado y no puedes sacar muchas conclusiones", el joven tenista dijo que la experiencia de hoy es "un paso de gigante" que le ayudará mucho en el futuro.

"La próxima vez que juegue en la pista 1 y contra alguien así, lo sabré gestionar mucho mejor, al haber pasado ya por ello", dijo Alcaraz, quien asumió que las derrotas de este tipo forman parte del proceso de maduración hacia un futuro que se presenta prometedor.

Pese a todo, invitado a sacar alguna conclusión, el pupilo de Juan Carlos Ferrero tiene muy clara la primera: "Tengo que aprender a ser más regular, es lo único que podría decir ahora. Este tipo de jugadores te juegan a una intensidad muy alta. Debo estar preparado para jugar todos los puntos al mismo nivel".

Tras el partido, el habitualmente comedido Medvedev aseguró que ve a Alcaraz próximamente entre los diez primeros jugadores del mundo "o incluso más alto".

Preguntado por el elogio, el murciano se mostró halagado por que uno de los mejores tenistas del planeta tenga esa opinión sobre él y lo consideró un estímulo para seguir mejorando.

A sus 18 años, Alcaraz contó en su partido con un aliado inesperado, el apoyo del público de la pista 1, que intentó empujar al español cuando éste peleaba por hacerse con la primera manga.

Algo debió de molestar al ruso, que se llevó la mano a la oreja tras adjudicarse ese primer set en señal de que no había recibido con mucho aprecio los ánimos al español.

Alcaraz no quiso entrar en polémicas y se limitó a decir que se siente "muy agradecido" con los espectadores londinenses.

También quiso desear "mucha suerte" a Medvedev, que se enfrentará al vencedor del duelo entre el croata Marin Cilic y el francés Benjamin Bonzi para tratar de alcanzar los octavos de final, su tope en Wimbledon.

Con tan solo 18 años, este era el segundo partido de Alcaraz en Wimbledon en su carrera y también el segundo en hierba.

Alcaraz se marcha del torneo habiendo sumado su primera victoria en hierba, su primer triunfo en Wimbledon y la primera victoria en un partido a cinco sets.

Enrique Rubio

(c) Agencia EFE