En medio de una sequía épica, los agricultores de California recurren a los brujos del agua

Holly Bailey

Rechazada por los científicos, la radiestesia es una antigua tradición que agoniza en los campos resecos del Valle Central.

LINDSAY, California. Vern Tassey no hace publicidad. Ni siquiera tiene una tarjeta de presentación. Pero aquí, en el Valle Central de California, se ha difundido el rumor de que tiene el don. Desde entonces Tassey, un honesto abuelo de 76 años de edad, está muy ocupado.

Vern Tassey, un brujo del agua, con sus herramientas de adivinación en un campo de naranjos en Lindsay, California. (Foto: Acebo Bailey/Yahoo)

Los agricultores lo llaman día y noche, algunos lo hacen de lugares tan lejanos como las afueras de San Francisco e incluso del otro lado de la frontera del estado de Nevada. Piden y a veces hasta mendigan que vaya a sus tierras, “Pon el precio que quieras”, le dijo uno. Pero Tassey hasta ahora se ha negado. Asegura que no lo hace por dinero y que prefiere trabajar cerca de casa.

Tassey ha vivido casi toda su vida muy cerca de un campo de naranjos, en pleno corazón de los cultivos de cítricos en California. Y precisamente ahí estaba un miércoles por la mañana, caminando en silencio por el campo, vestido con unos Wranglers desteñidos, unas botas de trabajo polvorientas y una gorra vieja. También llevaba entre sus manos, muy cerca del pecho, una fina vara de metal, como si se tratara de una espada. De repente, mientras caminaba entre los árboles, la barra comenzó a moverse arriba y abajo, como si tuviera vida propia. Él se detuvo rápidamente e hizo con su pie una señal en la tierra antes de continuar.

A pocos pasos de allí estaban los Wollenmans (Guy, su hermano Jody y el primo Tommy), una familia de tres generaciones de agricultores que poseen uno de los campos de cítricos más antiguos de la región. Su legado, al igual que el de muchos otros agricultores del Valle Central, está en peligro debido a los efectos de la peor sequía que ha azotado a California en décadas. La falta de lluvia y de la nieve que habitualmente se escurre desde la cercana Sierra Nevada ha hecho que muchos de sus pozos acabaran por secarse. Ahora, para salvar sus cientos de hectáreas de árboles, tendrán que encontrar nuevas fuentes de aguas más profundas, y ahí es donde entra en juego Tassey.

Las nuevas plantaciones de cítricos cerca de Lindsay, California, una ciudad profundamente perjudicada por la sequía. (Holly Bailey/Yahoo News)

Tassey es lo que se conoce como un “brujo del agua”, o un zahorí, es decir, alguien que solo con la intuición y una varilla o bastón puede localizar las fuentes subterráneas de agua. Se trata de un arte antiquísimo que se remonta a los años del 1500, aunque algunos radiestesistas afirman que los orígenes pueden ser más antiguos pues aseguran que ya en la Biblia existía evidencia de ello en la historia de Moisés, cuando utiliza una varilla para evocar al agua. De hecho, en California, los agricultores han hecho “brujería en los campos” durante décadas, a pesar de que los practicantes de este oscuro ritual nunca han sido tan reconocidos y requeridos como en el último año.

Con casi el 50% del estado bajo una “sequía excepcional” (la más intensa posible en la escala) y sin que haya perspectivas de una solución inmediata en el horizonte, los californianos están recurriendo cada vez más a métodos espirituales e incluso a la magia, en su desesperación por poner fin a la sequía. El mayor riesgo lo tiene el Valle Central del estado, una región agrícola que produce casi la mitad de las frutas y las verduras de la nación. Cientos de miles de hectáreas ya han sido barbechadas, y los agricultores aseguran que si no pueden encontrar agua para mantener los cultivos restantes, la sequía podría destruir su principal fuente de supervivencia, provocar un desempleo masivo y dañar la tierra de una forma tan severa que podría tardar décadas en recuperarse.

Al otro lado del Valle Central, las iglesias están sermoneando a sus feligreses para que oren por la lluvia. Algunos líderes tribales de los nativos americanos hicieron un llamado para bendecir la tierra con la esperanza de que el agua finalmente arribe. Pero, tal vez, no hay nada más convencional o popular que los brujos del agua, a pesar de que la práctica ha sido despreciada por los científicos y funcionarios del gobierno, quienes alegan que no hay evidencia de que la adivinación del agua, como también se la conoce, funcione realmente. Han asumido los éxitos ocasionales de los zahoríes como si se tratara de un juego de dados, nada más que puro y simple azar. No obstante, como se espera que la sequía empeore en los próximos meses, esta parece una solución que muchos agricultores de California están dispuestos a implementar.

Como muchas granjas se encuentran en el límite o incluso excluidas del sistema de riego asignado por el gobierno para este año, los productores como los Wollenmans se han visto obligados a depender exclusivamente de sus pozos de agua subterráneos (la mayoría de los cuales fueron construidos hace más de 50 años y tienen menos de 200 pies de profundidad). Normalmente, cuando a lo largo del año llueve de forma regular, los pozos son suficientes, pero ahora se secan rápidamente porque el Valle Central es como una copa de la que absorben muchas pajillas. Por tanto, los agricultores se ven obligados a perforar a mayor profundidad para aprovechar el agua que corre más abajo, pero esta es una solución cara que puede costar cientos de miles de dólares o incluso más. Se trata de un intento desesperado por sobrevivir ante algo que muchos describen como un desastre natural que se mueve lentamente como una tormenta de arena.

Un remolino de polvo se levanta en un campo de cítricos a lo largo de la carretera 65 en el Condado de Tulare, California. (Holly Bailey/Yahoo News)

Los funcionarios estatales les recomiendan a los agricultores que planean excavar a mayor profundidad que contraten a un hidrogeólogo para inspeccionar el suelo y encontrar el lugar adecuado para perforar un pozo que sea productivo. Sin embargo, la primera llamada que muchos agricultores hacen es a un brujo del agua, que cobra menos que un hidrogeólogo y, según algunos aseguran, puede ser igual de eficaz.

Este miércoles, Tassey cobró a los Wollenmans solo 100 dólares (que es su tarifa habitual) por buscar agua en uno de sus campos de naranjos. Hace años que cuentan con él cuando lo necesitan, y anteriormente confiaban en otro brujo para que les ayudara a encontrar agua, tal y como hicieron sus padres cuando llegaron por primera vez aquí, en la década de 1940, y se convirtieron en uno de los primeros productores de cítricos de Lindsay.

“Nosotros siempre nos hemos servido de alguien”, dijo Guy Wollenman mientras observaba a Tassey trabajar. “La mayoría de los agricultores lo hacen. Nadie perfora un pozo sin que alguien como Vern los ayude a encontrar las mejores ubicaciones”.

“Se trata de algún tipo de energía… Como la forma en que algunas personas pueden recorrer un tablero de Ouija. La tienes o no la tienes”.

- Marc Mondavi

La intensidad de la última sequía ha subido la apuesta aún más alto. Con los terratenientes de todo el valle desesperados por encontrar agua, inscribirse en una lista de espera para la perforación cuesta miles de dólares y puede tardar varios meses. Los agricultores más desesperados tienen poco margen para equivocarse. Si perforan un pozo y no encuentran nada, pierden el dinero y vuelven otra vez a la lista de espera. Ahora están apostando por los brujos para que les ayuden a encontrar el lugar mágico.

A pocos pasos de allí, Tassey continuaba caminando de un lado a otro entre los naranjos, y mientras trabajaba, un silencio extraño se apoderó del ambiente. Al poco tiempo, lo único que se escuchaba eran los pasos de Tassey pisando las hojas secas junto al ladrido de un perro que estaba cerca. Los agricultores lo seguían en silencio, a cierta distancia, tratando de no perturbar la concentración de Tassey.

“Va a empezar a rebotar”, dijo Jody Wollenman en voz baja, mientras apuntaba a la vara de metal en las manos de Tassey. “Cuando encuentre el acuífero la vara comenzará a moverse. La fuerza con la que rebota te indica la dimension del acuífero”.

Tassey descubrió que tenía el don a los 7 años, cuando un nativo de Oklahoma se fue a vivir al Valle Central con su familia después de una gran tormenta de arena que antecedió a la última sequía que devastó a California, a finales de 1970. Se trataba de un trabajador de una empresa de perforación que se dedicaba a analizar la tierra con su brujería antes de que excavaran los pozos. Intrigado por este trabajo, Tassey preguntó si podía darle una oportunidad. El resto es historia.

Tassey nunca se ha molestado porque las personas lo llamen brujo, aunque últimamente ha tenido un pequeño problema con la gente de la iglesia. Unas semanas antes, un canal de televisión local de Fresno vino a entrevistarlo después de escuchar el rumor de su “habilidad”. Nunca antes había estado en la televisión. “El periodista me preguntó si yo habia incursionado en la brujería. ¿Si adoro al diablo? ”, dijo y se rió.

Un tocón de un árbol de cítricos abandonado delante de un campo de naranjos en buen estado en Lindsay, California. (Holly Bailey/Yahoo)

Mientras Tassey paseaba por la línea de los árboles, los agricultores lo seguían en silencio. Después de un rato, Tommy Wollenman, quien también es gerente general de LoBue Citrus, productor y distribuidor en la ciudad, trató de aligerar el ambiente.“Ommmm”, comenzó a tararear en tono de broma. A pocos pasos, la vara de metal en las manos de Tassey comenzó a moverse de repente hacia arriba y abajo. Wollenman interrumpió. “Eso es increíble”, dijo.

Mientras los agricultores se acercaban, Tassey hizo una marca en la tierra y agarró otra herramienta, una vara de metal en forma de Y, similar a una espoleta. Retrocedió en el camino y se dirigió otra vez hacia delante, volviendo sobre sus pasos. Estaba utilizando esta herramienta para “afinar” su descubrimiento, explicó. Con esta herramienta podría identificar con más precisión la ruta del acuífero subterráneo y sugerir a los perforadores dónde debían excavar para encontrar un mayor volumen de agua. En sus manos, la varita-guía parecía rebotar de nuevo y Tassey se detuvo, haciendo otra señal en la tierra.

Tommy Wollenman se acercó, se agachó y enterró rápidamente una pequeña estaca de metal con una bandera naranja en la tierra. “¡Oh!”, Exclamó, con una sonrisa burlona en su rostro. “¡Creo que el agua ya sube!“.

Nadie sabe cuántos brujos del agua hay. No ponen anuncios en la guía telefónica o en el periódico. Hay una organización, la Sociedad Americana de Zahoríes, que cuenta con cientos de miembros repartidos por las comunidades locales de todo el país. Pero muchos brujos del agua como Tassey parecen trabajar por su cuenta. El Servicio Geológico de Estados Unidos (que emitió un folleto para desacreditar la práctica de los zahoríes) estima que puede haber miles de ellos haciendo radiestesia en las tierras agrícolas del país en busca de agua, aunque la agencia admite que no está completamente segura de estos datos.

Los brujos del agua han estado presentes en la agricultura de California desde hace mucho tiempo, tanto que se pierde en la memoria. Todo el mundo conoce a alguien que haya utilizado a alguno o a una persona que tenía el don o por lo menos que pensaba que lo tenía. Incluso, John Steinbeck inmortalizó el papel del radiestesista en su original novela "Al este del Edén”, que se desarrolla en el Valle de Salinas, en California.

En esta foto, tomada el 13 de febrero de 2014, el propietario Marc Mondavi enseña sus técnicas de radiestesia para localizar agua con varitas de zahorí…

En el libro, Adam Trask contrata a Samuel Hamilton para encontrar agua en el terreno que espera se transforme en su Edén personal. Cuando Trask le pide a Hamilton que le explique cómo funciona su vara de adivinación, el brujo confiesa que no está muy seguro de cómo actúa y sugiere que quizás sea su propio instinto el que produce la magia y no el instrumento. “Tal vez sea yo quien sepa dónde está el agua, la siento en mi piel”, explica Hamilton.

Haz la prueba, pregunta a un brujo en la vida real cómo funciona su magia o por qué fue bendecido con el don y la mayoría confesará que no lo sabe. Por ejemplo, Marc Mondavi, un vinicultor de familia aristocrática que vive en el Valle de Napa, descubrió su habilidad hace décadas mientras estudiaba en la secundaria. Entonces tenía 17 años y el padre de su novia, que era radiestesista, lo sacó a la viña para comprobar si tenía alguna habilidad en esta área. “Él utilizó unas horquillas de sauce, me las entregó y me dijo: Ve. Por supuesto, cuando salí con las horquillas, estas se inclinaron hacia abajo”, recordó.

En ese momento, Mondavi no sabía si realmente tenía la habilidad. Pero años más tarde, mientras estaba en la universidad, recurrió otra vez a su don cuando su familia planeaba perforar un nuevo pozo en su propiedad. La familia había pedido la ayuda al radiestesista con más experiencia en la ciudad, un especialista en viñedos llamado Frank Wood, quien en ese momento estaba haciendo una radiestesia en casi todo el territorio de Napa. Cuando Mondavi mencionó que él también creía tener el don, Wood se convirtió en su mentor y le enseñó todo lo que sabía.

Los científicos se interesaron en este fenómeno. Graham Fogg, un hidrólogo de la Universidad de California, en Davis, lo calificó como “folklore”.

“Se trata de algún tipo de energía… Como la forma en que algunas personas pueden recorrer un tablero de Ouija. La tienes o no la tienes. No puedes aprender a encontrarla. Pero si la tienes, puedes aprender a utilizarla”, dijo. “Necesité años para sentirme confiado… Al inicio era un poco receloso, no es sencillo decirle a alguien donde tiene que excavar un pozo de de 50.000 dólares ¿Y si no hay nada allí? Pero, con el tiempo, aprendí a confiar más en mí mismo”.

Ahora, a los 61años de edad, Mondavi es el rey de los “brujos del agua” en Napa y ofrece sus servicios a algunos de los productores de vino más importantes del país. Entre sus clientes se encuentra la Bronco Wine Company, el cuarto mayor productor de vino de la nación, el “Charles Shaw”, conocido también como Two Buck Chuck (la botella de dos dólares), y otra docena de marcas. Mondavi sabe que opinan los geólogos de los brujos como él y disfruta la idea de demostrarles que están equivocados. “Ellos piensan que somos ridículos, que es solo cuestión de suerte”, comentó. “Los entiendo. No existe un fundamento científico que lo explique”.

Un rollo de mangueras recuperadas tirado en el campo de naranjos arrasado en Lindsay, California. (Holly Bailey/Yahoo)

Haciendo una pausa, Mondavi no puede evitar sonreír: “Estoy bien”, dice con una sonrisa pícara en su rostro. “No tengo miedo de tirarme flores a mí mismo. Soy bueno en esto”.

Los científicos se interesaron este fenómeno. Graham Fogg, un hidrólogo de la Universidad de California, en Davis, lo calificó como “folklore” y aseguró que no hay pruebas científicas de que los zahoríes tengan ninguna habilidad especial en la búsqueda de agua. La razón por la cual tienen éxito a menudo se debe a que “el agua subterránea es ubicua”. Cualquier persona con conocimientos básicos sobre los acuíferos saben que es probable que ahí se pueda aprovechar algo.

“En todas partes hay agua subterránea. Por tanto, independientemente de dónde perfores, casi siempre alcanzarás el nivel freático. A veces a menos profundidad y otras veces a más”, explicó Fogg.

Los científicos aseguran que la vibración o el movimiento de las varas o palos no es más que un simple espectáculo.

"Nosotros siempre nos hemos servido de alguien. La mayoría de los agricultores lo hacen. Nadie perfora un pozo sin que alguien como Vern los ayude a encontrar las mejores ubicaciones”.

- Guy Wollenman

No obstante, a pesar del escepticismo, algunas personalidades no parecen dispuestas a pasar por alto la oportunidad de encontrar el agua. El año pasado, Jerry Brown, el gobernador de California, siguió la sugerencia de un primo y llamó a un par de brujos del agua a su propiedad en Williams, a una hora al norte de Sacramento, donde planea construir una casa y establecerse cuando se jubile. Un portavoz del gobernador confirmó que Brown había utilizado zahoríes en su propiedad, pero él se negó a declarar si encontraron agua.

Más abajo, en el Valle Central, Tassey dice que le gustaría retirarse. Lo ha intentado tres veces, pero los agricultores no lo dejan. Por lo visto, es demasiado bueno en la radiestesia de los pozos por lo que los agricultores se lo recomiendan entre sí e incluso, también los perforadores han comenzado a hacerlo. Estima que ha encontrado al menos 100 pozos en lo que va del año. Ha sido el año más activo desde que comenzó a hacer uso de su don, hace ya cuatro décadas.

Tassey no puede explicar qué lo hace especial. Tenía la esperanza de que uno de sus cuatro hijos pudiera desarrollar el don, pero ninguno lo ha heredado. Solo él. Algunos especulan que este don está relacionado con el núcleo magnético de la tierra, pero él no lo sabe a ciencia cierta. Únicamente Tassey tiene el don, un regalo que Dios le ha dado para que lo utilice, y que probablemente usará hasta el día que muera.

“Los agricultores han sido buenos conmigo durante estos años y también con el resto de las personas que viven aquí. Ahora ha llegado mi turno”, ha dicho Tassey.

Marc Mondavi, un brujo del agua, utiliza varas de radiestesia para localizar una fuente de agua subterránea en su propiedad en Angwin.