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Las 7 medidas del legendario David Attenborough que detendrían el cambio climático en cuestión de décadas

El legendario presentador de documentales presenta en Netflix lo que ha denominado su "declaración testimonial"
El legendario presentador de documentales presenta en Netflix lo que ha denominado su "declaración testimonial"

Sir David Attenborough es sin duda la figura más popular en divulgación de la naturaleza. Su particular voz, calmada y a veces hipnótica, nos ha acompañado durante más de seis décadas a través de docenas de documentales y series de televisión. Gracias a su trabajo y su pasión, muchos hemos podido descubrir, desde nuestro cómodo sofá, un sinfín de especies increíbles y lugares asombrosos. Pero además de su magnífica labor de documentación, durante las últimas décadas el británico también ha realizado un encomiable esfuerzo en mostrar los efectos que el calentamiento global está desplegando en nuestro planeta y en cada uno de sus ecosistemas.

Ahora, con 93 años a sus espaldas, Netflix acaba de estrenar su último documental, un trabajo que él mismo ha calificado como “la declaración testimonial de David Attenborough”, donde repasa toda una vida dedicado a mostrar y conservar la naturaleza. La película muestra los más de sesenta años de trayectoria profesional del británico y aprovecha para mostrar cómo ha cambiado el mundo desde 1937 hasta nuestros días. Pero lo que diferencia a este documental del resto es que Attenborough no solo se conforma con mostrarnos las preocupantes secuelas del cambio climático sino que se moja y nos ofrece algunas medidas drásticas que solucionarían la gran amenaza en solo unas décadas.

Las medidas que presenta en este documental se basan en un concepto que él mismo define como “resilvestrar el mundo”. Debemos devolver parte del terreno robado a la naturaleza durante los últimos tiempos y dejar que la flora y la fauna perdida vuelvan a poner en marcha los mecanismos que el avance del ser humano ha desequilibrado. La idea fundamental del documental es que ninguna tecnología actual puede detener ya el cambio climático, y ninguna se puede comparar con los mecanismos que ya existen en la naturaleza. Nuestra única opción es reducir nuestro impacto y permitir que esos mecanismos naturales jueguen a nuestro favor. “Es más sencillo de lo que puedan creer”, dice Attenborough, “y yo les diré cómo hacerlo”.

1. Reducir la población mundial

En 1926, año de nacimiento del presentador británico, la población mundial aún no había superado los 2.000 millones de habitantes. En 1960, se situaba en 3.000 millones de seres humanos, una cifra que se iba a doblar al entrar en el nuevo milenio con 6.000 millones de habitantes y que actualmente, en el año 2020, vuelve a crecer hasta los 7.8000 millones. No es un crecimiento sostenible indefinidamente y, en algún momento del futuro, nuestra especie verá cómo la población empieza a decrecer por primera vez en la historia.

La fórmula de Attenborough para controlar la natalidad es, sin lugar a dudas, la mejor de todas las posibles. Se ha demostrado que una buena calidad de vida reduce la natalidad. Mejorar la educación, la sanidad y, en definitiva, la forma de vida de los países subdesarrollados ayudará a estabilizar la población mundial. “Cuando las naciones se desarrollan la gente elige tener menos hijos. Una razón por la que la población sigue creciendo es que cada vez vivimos más, pero en algún momento del futuro la población mundial alcanzará su punto máximo por primera vez… cuanto antes suceda, más fácil será hacer todo lo que debemos hacer”.

2. Descartar los combustibles fósiles y apostar ya por las energías renovables

Todos los países y dirigentes políticos lo saben, pero pocos están apostando realmente por la transición energética. La principal causa del calentamiento global son las emisiones de gases invernadero causadas por los combustibles fósiles que aún seguimos utilizando.

3. Recuperar el Mar

Nuestros mares son el mayor almacén de dióxido de carbono y la subida de la temperatura en el planeta dependerá, en gran medida, del comportamiento de los océanos. Attenbourough pone el ejemplo de las islas Palau que, ante la sobrexplotación de los recursos, designaron zonas-santuario donde la presencia y las actividades humanas estaban prohibidas. Tan solo unos años después de esa decisión, la vida ha vuelto no solo a las regiones protegidas sino que la salud del mar ha mejorado en las zonas vecinas.

4. Reducir las zonas de cultivo

La tecnología de las últimas décadas ha conseguido enormes progresos en agricultura, permitiendo lograr mayores cosechas utilizando muchos menos recursos. Países Bajos es el botón de muestra que nos enseña cómo se puede cultivar en espacios más reducidos utilizando avances tecnológicos. Esta nueva “revolución agrícola” nos permitirá sacar más provecho con menos terreno.

David Attenborough durante una conferencia climática en el Museo de ciencia de londres | Imagen Chris J Ratcliffe/Pool/Reuters
David Attenborough durante una conferencia climática en el Museo de ciencia de londres | Imagen Chris J Ratcliffe/Pool/Reuters

5. Cambio de dieta hacia una principalmente vegetariana.

La huella ecológica de producir un kilo de carne es muy elevada. “El mundo no puede permitirse el lujo de tener siete mil millones de grandes carnívoros”, explica Attenborough. Si queremos devolver una buena parte del terreno salvaje perdido necesitamos utilizar menos espacio y recursos para alimentarnos. Reducir el consumo de carne es un factor que contribuiría decisivamente a conseguirlo.

6. Bosques.

Son nuestro mejor aliado contra el calentamiento climático. Los bosques antiguos retienen una enorme cantidad de CO2 y los bosques nuevos absorben mientras crecen. En los últimos años un preocupante porcentaje de nuestras selvas y bosques se han quemado, talado o convertido en cultivos… ninguna tecnología humana puede igualar lo que un bosque consigue.

7. Recuperar las especies, recuperar la vida.

A mediados de los años ’50, cuando David Attenborough comenzaba su labor profesional realizando documentales, el 66% de la Tierra permanecía en estado salvaje. En los últimos años, el británico reconoce que hay que viajar muy lejos y buscar mucho para encontrar un palmo de tierra que no haya recibido el impacto humano. Si conseguimos ponernos de acuerdo y seguimos los seis puntos, el séptimo llegará por sí mismo. Si recuperamos esa parte del planeta que hemos perdido en los últimos sesenta años, la vida animal, la vegetación silvestre regresará por sí misma.

Attenborough tiene razón, ahora solo falta que los dirigentes y responsables mundiales le hagan caso... algo que parece mucho más difícil.

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