Los Marlins caen ante los Nacionales y el peligro de un final infeliz este 2023 crece con cada derrota en Miami

Este es uno de esos juegos que los Marlins no debían perder. Uno de esos juegos que al final de la temporada, si se esfuma el sueño de los playoffs, se recuerdan como una amargura. Ojalá que este no sea el caso, pero por el momento no deja de doler.

Después de regresar de una gira de cuatro derrotas y dos victorias, los peces esperaban encontrar en casa un rival asequible en los Nacionales, pero se vieron abrumados por la ofensiva de los visitantes y cayeron el viernes por la noche 7-4 para continuar una caída libre que ya comienza a preocupar en demasía.

Miami, que jugó con dominio absoluto sobre Washington en la primera mitad de la temporada, no había conocido el fracaso hasta esta jornada, cortesía de un Joan Adon que disfrutó de la mejor apertura de su carrera con seis entradas inmaculadas delante de 12,409 aficionados en el loanDepot park.

Sin duda, estos Nacionales son muy distintos de aquellos de los meses iniciales y, de hecho, presentan uno de los mejores records desde el Juego de las Estrellas hasta el momento, gracias a un grupo de peloteros jóvenes que comienzan a darle sentido al proceso de reconstrucción.

Pero más allá del buen desempeño de los capitalinos, lo cierto es que la ofensiva de los Marlins no es capaz de facturar más carreras que sus oponentes, lo cual ha sido la causa principal de un retroceso muy preocupante que tiene al conjunto de La Pequeña Habana a solo un juego por encima de la marca de .500 (65-64).

MIami ha perdido siete de sus últimos nueve encuentros y no importa que sus abridores, como sucedió con Braxton Garrett ahora, permitan tres carreras en seis episodios, porque mientras el ataque no sea capaz de respaldarlos con una producción acorde, el camino a la victoria se hace muy complicado.

Garrett es uno de los lanzadores peor respaldados ofensivamente en todas las Grandes Ligas y, de la misma manera que Alcántara, al llegar al dugout la emprendió con todo lo que encontró a su paso a manera de ventilar su frustración.

Ahora los Marlins intentarán que los Nacionales no les ganen la serie particular cuando ese sábado depositen la pelota en las manos de Eury Pérez en espera de que no corra la suerte de los otros miembros de la rotación.