Maratón para la despedida de Modern Family: este domingo, la temporada 11 completa por Fox Life

La décima temporada de Modern Family se había cerrado con un doble nacimiento. La hija mayor de los Dunphy, Haley (Sarah Hyland) dio a luz a mellizos, una nena y un varón, en el episodio final, el número 22, el último que vimos hasta ahora en la Argentina. Parecía el cierre perfecto para una de las mejores sitcoms de los últimos años, clásica en su puesta en escena y revolucionaria en el concepto que la inspiró.

Pero los creadores de Modern Family pensaron que la historia tenía una vuelta de tuerca más. Y se pusieron a trabajar en la temporada 11, el verdadero momento de la despedida para las familias Pritchett y Dunphy y sus múltiples identidades, características y abordajes. Este domingo, a partir de las 13, Fox Life emitirá en continuado los 18 episodios de este largo adiós. Será un estreno para la TV paga con el estilo de las maratones y el binge watching propio de las plataformas de streaming, pero en tiempo real.

Emitida originalmente en la TV de los Estados Unidos entre septiembre de 2019 y agosto último, la temporada 11 de Modern Family concluirá con un adiós dividido en dos partes. Así se titularán los episodios 17 y 18: Final, parte 1 y Final, parte 2. Las 10 temporadas anteriores, completas, están disponibles en Netflix. Y la 11, después de su estreno de este domingo en Fox Life, se sumarán a la plataforma de streaming y a la app de Fox Premium para los suscriptores de ese servicio. En total, Modern Family suma 250 episodios de media hora cada uno. Toda una historia extendida por algo más de una década.

"En las series, los mejores finales son en realidad comienzos que no intentan poner un punto definitivo. Ver terminar a todos con una gran línea final o contarles a la audiencia lo que les va a pasar a los personajes durante el resto de sus vidas es un error. La serie seguirá viviendo y los personajes permanecerán en la mente del público, por lo que resulta mucho mejor poner a esos personajes en nuevos caminos, dejar que el público los imagine allí y hacer que la serie siga viva en la mente de cada uno de los espectadores", señaló Christopher Lloyd, uno de los dos creadores de Modern Family, a propósito del enfoque elegido para llevar adelante el cierre de la serie.

Para el otro creador, Steven Levitan, lo mejor desde el punto de vista emocional es "dejar que los personajes experimenten lo mismo que la audiencia". Y lo hacen en un momento clave, cuando la familia ampliada que pasó más de diez años compartiendo con el público su evolución y su crecimiento en tiempo real asume la realidad de tener que iniciar una nueva etapa vital, lejos de esos tres hogares cercanos (muchas veces casi intercambiables) de los que nunca salieron.

Les sobran méritos a Modern Family. Reconocimientos que seguramente van más allá de los 22 premios Emmy acumulados en estas 11 temporadas. La idea de mostrar el crecimiento y los cambios en tiempo real de los integrantes de la familia (especialmente en el caso de las generaciones más jóvenes) superó todo lo visto hasta ahora en sitcoms familiares. Sobre todo por las características de los personajes y la posibilidad de observar en clave de comedia satírica la convivencia de familias de nuevo cuño y sus matices: una pareja gay, otra plurirracial con grandes diferencias de edad entre sus integrantes, el hijo de la mujer separada que se integra a la nueva familia, la adopción en el seno de parejas del mismo sexo, los diversos rumbos que toman los hijos de una pareja tradicional, las relaciones entre el hogar y el trabajo, qué ocurre en el momento de entrar a la universidad o de tomar la decisión de jubilarse.

Temas muy serios y complejos tratados con punzante ingenio, situaciones que transcurren todo el tiempo a la velocidad del rayo y chistes muy oportunos que se intercalan en medio de las escenas y ayudan muchísimo a la definición de cada uno de los personajes. Es muy raro ver en una sitcom coral como Modern Family tanta precisión en la pintura de tantos personajes. Son muchísimos y a cada uno de ellos les toca en algún momento ocupar el centro de la escena. Pero jamás se pierde la línea, no hay distracciones ni riesgos de dispersión. Cada episodio se cierra con un aporte más para la definición de la identidad de cada uno de los integrantes de esta gran familia. Por eso es muy aconsejable seguirla, más que cualquier otra sitcom, de manera estrictamente cronológica. La posibilidad de acceder a las diez primeras temporadas vía Netflix es una ayuda inmejorable.

El otro punto alto de la serie pasa por comprobar cómo cada actor asimila a la perfección los contornos de su personaje. Por antecedentes y cartel le correspondería en principio el cartel central a Ed O'Neill (Jay Pritchett), el veterano protagonista original de Casados con hijos, que en su condición de patriarca familiar va adquiriendo en las últimas temporadas un perfil de cruzado defensor de ciertas tradiciones del "american way of life", muchas de ellas políticamente incorrectas.

Pero con el tiempo la serie encontró dos grandes protagonistas en estas últimas temporadas. Una es Sofía Vergara, la actriz colombiana que encontró en el supuesto despliegue de estereotipos latinos de su personaje (la voluptuosa Gloria Delgado, casada con un hombre mucho mayor) un vehículo perfecto para desplegar su talento. Vergara pone todo el cuerpo y una voz de acento deliberadamente exagerado del que surgen todo el tiempo frases filosas al servicio de la comedia. El otro es el genial Ty Burrell, otro gran modelo de comediante físico, cuya ingenuidad constante esconde una nobleza admirable. El Phil Dunphy de Burrell es el personaje más disfrutable y empático, sin dudas, de toda la serie.

La serie mostró también la transformación de Julie Bowen (Claire Dunphy) en una comediante impecable, sobre todo en el manejo de sus estados de ánimo. Las neurosis de Claire resultan tan disfrutables como las de la pareja integrada por los excelentes Jesse Tyler Ferguson (Mitchell) y Eric Stonestreet (Cameron), cuyos histriónicos conflictos siempre están pidiendo pista para algo más. No es casual que los ejecutivos de la cadena ABC y los propios creadores de la serie estén evaluando la posibilidad de convertir a esta última pareja en protagonista de un posible spin off de Modern Family. Está todo dado para que la historia continúe y no culmine en la temporada 11, a punto de estrenarse en la pantalla argentina.