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El manifiesto hallado de Messina Denaro: "Ser acusados de mafia es un honor"

Roma, 3 mar (EFE).- El que fuera capo de la mafia siciliana Cosa Nostra, Matteo Messina Denaro, prófugo durante 30 años, solía escribir sus pensamientos en cartas a modo de desahogo: "Ser acusados de mafia, visto lo visto, me parece un honor", confesaba en una misiva encontrada en la casa de su hermana, arrestada hoy.

"Hemos sido perseguidos como canallas, tratados como si no perteneciéramos a la raza humana, nos hemos convertido en una etnia a eliminar", denunciaba en un folio, siempre con bolígrafo azul, el criminal más buscado de Italia, detenido el pasado 16 de enero.

El "pizzino" o pedazo de papel fue encontrado por la policía el 6 de diciembre en la casa de su hermana Rosalía, que lo conservaba como una reliquia enrollado dentro de la pata de una silla.

En ese discreto lugar también se halló otra carta en la que el capo mafioso reconocía que padecía cáncer, lo que permitió estrechar el círculo a los investigadores y cumplir su histórica detención el 16 de enero en una clínica de Palermo donde se trataba de su enfermedad.

Estos documentos aportan una interesante versión del mundo de uno de los criminales más sanguinarios de la historia de la mafia italiana y que reivindicaba su origen siciliano por encima del italiano, un Estado al que combatió en la década de los años Noventa.

"Somos hijos de esta tierra de Sicilia, agotados de ser sometidos por un Estado, primero piamontés y después romano, que no reconocemos. Somos sicilianos y así queremos seguir", escribía el mafioso, un conocido apasionado de la historia.

Y agregaba: "Han construido una gran mentira para el pueblo según la cual nosotros somos malos y ellos buenos. Han hundido nuestra tierra con esta falacia".

Messina Denaro estuvo detrás del asesinato de los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992, pioneros en la lucha contra la mafia, regó de sangre el país con atentados y secuestros y disolvió en ácido al hijo de un mafioso que colaboraba con la justicia.

La última vez que se le vio en público fue el verano de 1993, hasta que el pasado 16 de enero fue finalmente detenido en su Sicilia natal, donde aparentemente vivió con bastante normalidad con una identidad falsa en la localidad de Campobello di Mazzara.

En esa vivienda, en la que se encontraron películas, joyas y hasta pósters de "El Padrino", aparecieron también varias cartas, algunas con instrucciones dirigidas a su hermana Rosalía, a la que llamaba "Fragolone".

En otros lamentaba la relación con su única hija conocida, Lorenza, que vivió hasta los 17 años bajo el control de las hermanas del mafioso, del que acabó escapando: "Ha sido mal criada, degenerada de la forma más ínfima", se lamentaba por escrito.

(c) Agencia EFE