La mandíbula que no encaja: científicos identifican una especie desconocida de hace 200 millones de años
Una notable criatura parecida a un reptil con una mandíbula inusual que vivió hace más de 200 millones de años fue clasificada como una nueva especie desconocida.
Un grupo de investigadores descubrió pruebas de la existencia de la especie Threordatoth chasmatos en una antigua cantera de Cromhall, en el suroeste de Inglaterra, un yacimiento conocido por sus abundantes restos fósiles que datan del periodo Triásico (hace unos 252-201 millones de años). En las últimas décadas, el yacimiento ha proporcionado fósiles de reptiles planeadores, parientes de los dinosaurios e incluso uno de los primeros lagartos conocidos.
El último descubrimiento, detallado en la revista Papers in Palaeontology, revela uno de los últimos procolofónidos supervivientes, un grupo extinto de animales parecidos a lagartos que prosperaron durante el Triásico. Aunque se habrían parecido a los lagartos, los procolofónidos no están estrechamente relacionados con ellos.
Los procolofónidos se clasifican como pararreptiles. Estas criaturas extintas son similares a lo que hoy llamamos reptiles, pero representan un linaje distinto que se separó del ancestro común de los reptiles y las aves contemporáneas.
Para el último estudio, los paleontólogos examinaron un conjunto de fósiles de Cromhall que se conservan en colecciones de varias instituciones. Los fósiles nunca habían sido investigados a detalle en el pasado.
NUEVA ESPECIE DESCONOCIDA POR SU MANDÍBULA
Aunque los restos solo consistían en huesos maxilares incompletos, los investigadores pronto se dieron cuenta de que representaban una especie desconocida debido a varias características distintivas.
“Estos especímenes tenían muchas características inusuales. La parte delantera de la mandíbula, por ejemplo, no está fusionada y no hay un sitio obvio donde se conectarían. En cambio, creemos que las dos mitades de la mandíbula probablemente estaban conectadas por ligamentos”, dijo en un comunicado Marc Jones, autor del estudio y conservador de reptiles fósiles del Museo de Historia Natural de Londres.
Y agregó al tema: “Si así fuera, la mandíbula habría sido algo flexible. Podría haber facilitado el contacto entre dientes durante la masticación y proporcionado cierto potencial de absorción de impactos, evitando que las fuerzas de transfieran entre los dos lados de la mandíbula”.
Sin embargo, los dientes de Threordatoth, en particular, permitieron a los investigadores distinguirlo de otras especies relacionadas. Estos dientes tienen tres puntas, una característica que no se observa en ninguno de sus parientes.
LA NUEVA ESPECIE TIENE SIMILITUDES CON EL LAGARTO CORNUDO MODERNO
Investigaciones anteriores han indicado que, a medida que los procolofónidos evolucionaron a lo largo del Triásico, experimentaron una reducción en el número de dientes, una posible señal de que se estaban adaptando a estilos de vida más especializados. Los dientes de los procolofónidos son relativamente complejos, lo que potencialmente les permite a los animales procesar una variedad de alimentos, incluidas plantas e insectos.
“Con el paso del tiempo, observamos que la mayoría de los procolofónidos desarrollan dientes con dos puntas y reducen su número de dientes. Se cree que esto podría haber permitido a estos animales comer dietas más duras, tal vez a medida que se volvieron más herbívoros”, sostuvo el autor principal del estudio, Luke Meade, afiliado a la Universidad de Birmingham.
En palabras del autor, Threordatoth llevó la tendencia de la reducción dentaria más lejos que cualquier otro procolofónido del Triásico Tardío. Tiene solo cuatro dientes a cada lado de la mandíbula.
La especie recién descrita probablemente habría sido similar a los lagartos cornudos modernos, con púas óseas en la cabeza y potencialmente alguna armadura ósea en el cuerpo.
“Me gusta imaginarlos correteando por los sumideros y fisuras del suroeste de Inglaterra en el Triásico Tardío, buscando plantas e insectos para comer mientras evitaban a los primeros parientes de los dinosaurios”, dijo Meade.
Como los huesos de los procolofónidos suelen ser bastante pequeños, en muchos casos se dañaron o destruyeron antes de que comenzara el proceso de fosilización. Esto generalmente significa que los investigadores deben basarse en dientes y mandíbulas (que se conservan con mayor frecuencia) para aprender sobre estos animales. Como resultado, todavía hay una gran brecha en nuestro conocimiento sobre estas criaturas prehistóricas. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)
Newsweek en Español te recomienda también estas notas:
Delfines contaminados con fentanilo en el Golfo de México
2024, el año más cálido de la historia: rebasa el nivel preindustrial de 1.5 °C
Una mutación del virus H5N1 de la gripe aviar desencadenaría una pandemia en humanos
Los antiguos bárbaros tomaban estimulantes antes de las batallas, revelan sus cucharas
El cargo La mandíbula que no encaja: científicos identifican una especie desconocida de hace 200 millones de años apareció primero en Newsweek en Español.