Manager de los Marlins pide pasar página y olvidar el desastre ante los Cerveceros en Miami
Quizá fue la noticia del retroceso de Sandy Alcántara. Tal vez el hecho de que a esta altura de la temporada tienen que contar con un “iniciador’‘ es vez de un abridor. O simplemente se trata de que los Cerveceros quisieron ese puesto a los playoffs más que los Marlins.
Lo cierto es que Miami vivió un segundo episodio para el olvido, o para el oprobio, y Milwaukee aseguró su viaje a la postemporada con una soberbia paliza 16-1 el viernes en la noche en al loanDepot park al que le quedan por contar solo dos juegos.
No ha sido un buen partido”, comentó el manager Skip Schumaker con cara de pocos amigos. “Creo que todo el mundo sólo quiere comer, salir de aquí y volver mañana. Hacer lo mejor que puedan para olvidar todo lo que sucedió y tratar de ganar un juego mañana “.
Los Marlins cedieron 12 carreras en la segunda entrada de su derrota y esas 16 anotaciones significaron la derrota más desigual de la contienda e igualaron la mayor cantidad de rayitas que han cedido en un partido esta temporada, también ante los Cerveceros 16-4 el pasado 30 de junio.
Baste decir que ese segundo episodio vio pasar a 15 bateadores, 56 lanzamientos, nueve hits (incluidos dos jonrones), tres bases por bolas y, en última instancia, una docena de Cerveceros pisando el planto, mientras los aficionados no podían creer lo que veían.
Ahora que saben que Alcántara tuvo un retroceso en su recuperación, preocupa la situación del pitcheo de primer linea y el uso de los “Días de Bullpen’‘, porque este del viernes es el quinto donde los relevistas lanzan de corrido en los últimos 16 encuentros.
No se puede decir que ha sido un desastre, porque muestran foja de 3-2 en esos juegos, pero tampoco es lo ideal como bien se hizo ver desde que JT Chargois tomara la pelota en sus manos abrió el juego, pero quien ni siquiera logró completar la primera entrada entrada.
Después de dos outs y un boleto, Schumaker le dio la bola a Steven Okert, quien permitió las cuatro carreras iniciales de la segunda entrada y antes de que se produjera la debacle definitiva a cargo de Bryan Hoeing, autor de ocho anotaciones.
Un viejo conocido como Christian Yelich pegó dos cuadrangulares e impulsó cinco carreras y al final Schumaker le dio la bola a Jacob Stallins para que sacara los últimos seis outs, una visión nada favorable cuando restan apenas ocho juegos en el calendario.